Creado por la diseñadora checa Christine Birkhoven, Good Night Eileen, no es más que una lámpara para la mesilla del dormitorio de diseño exclusivo. Pero hay algo que sí que tenemos que destacar, y no es el hecho de que podemos llevárnosla donde queramos por ser inalámbrica.
Su principal característica es su diseño, realizado en fina porcelana. Y es que imita a las antiguas velas con su candelabro. Además, usa LEDs de bajo consumo en lugar de bombillas convencionales, lo que hará que gaste poco e ilumine mucho.
Lo más curioso de esta lámpara, es que aunque su base está conectada a la corriente eléctrica, si separamos el candelabro de esta, seguirá luciendo sin problemas. A pesar de que tanto el candelabro como la base son de porcelana, al poner uno sobre el otro, se recargará su pequeña batería interna. Y es que mientras la base recibe la corriente, se la transmite por inducción magnética al candelabro. De este modo, aunque pongamos la mano, no nos dará un calambrazo ni nos transmitirá corriente.
Además, una vez separemos el candelabro de la base, este seguirá luciendo durante unos minutos. Pero según se vaya agotando la carga, la intensidad de la luz irá disminuyendo gradualmente. Y seguirá así poco a poco hasta apagarse, simulando una auténtica vela.
Aunque no es la primera lámpara de LEDs con forma de candelabro que vemos, es sin duda uno de los diseños más originales. Sin embargo, al ser un prototipo, no hay forma de comprarla. A menos que nos pongamos en contacto con la diseñadora y acceda a hacernos uno.
Vía: CribCandy