Mi experiencia con la silla de escritorio ‘gaming’ FlexiSpot GC3 tras tres semanas de uso

Pasamos gran parte del día sentados ante una pantalla, y en muchas ocasiones no nos damos cuenta del efecto que esto puede tener para la salud de nuestra espalda hasta que nos levantamos. Ante los sinsabores que muchas veces dejan las sillas de oficina tradicionales, cada vez son más los profesionales que buscan alternativas entre los modelos ‘gaming’, por mucho que en sus ordenadores no haya ningún juego instalado sino ingentes cantidades de documentos de Word o Excel. En los últimos días he estado probando una de estas sillas ‘gaming’ para desarrollar mi trabajo diario, y esta ha sido mi experiencia con la silla de escritorio ‘gaming’ FlexiSpot GC3 tras tres semanas de uso, en la que se incluye desde su proceso de montaje hasta la influencia que tiene sobre mi salud postural.

Ficha técnica de la silla ‘gaming’ FlexiSpot GC3

Montaje: Un proceso sencillo y mejor para dos

Como redactor habitual de medios de comunciación llevo ya un buen número de sillas de oficina en mi currículum, y con la llegada de cada una se produce la misma sensación: una mezcla de alegría por el mero hecho de estrenar algo nuevo y el temor ante su proceso de montaje. En el caso del montaje de la silla FlexiSpot GC3, he de decir que ha sido uno de los procesos menos traumáticos y que menos tiempo me ha llevado. Aunque esto podría deberse a la experiencia previa acumulada, ha habido dos detalles que me han resultado especialmente destacables (y agradables).

Para empezar, al abrir la caja en la oficina de tuexperto.com hemos podido comprobar que FlexiSpot incluye no sólo los tornillos y de rigor, sino también un destornillador con empuñadura que supone un plus respecto a las tradicionales llaves Allen. Esto supuso una gran ayuda a la hora de ajustar cada elemento de la silla con mayor comodidad, y merece la pena ser destacado.

La segunda alegría me la llevé cuando comprobé que, a diferencia de otras sillas, los tornillos se ajustaban con una facilidad notable, sin que estuviera forzado, algo que he padecido al montar otras sillas. El proceso de montaje de la silla llevó poco menos de media hora (seguramente un manitas consumado podrá hacerlo más rápido, pero éste no era el caso). Eso sí, es de justicia recalcar que el montaje se hace mucho más rápido si cuentas con un par de manos extra. Se puede montar en solitario, pero la ayuda que se consigue para sostener la silla mientras se está atornillando y ajustando cada elemento es innegable y más que recomendable.

Primeras impresiones: solidez y comodidad a partes iguales

Con la silla ya montada, llega el momento de probarla sentándose en ella. Las primeras impresiones que me dejó la FlexiSpot GC3 son claras: es una mezcla perfecta entre solidez y comodidad. Lo primero lo pudimos comprobar ya durante el proceso del montaje, ya que la pieza que une el respaldo con el asiento se aprecia firme y robusta, lo cual es de agradecer ya que evita que estas dos partes bailen constantemente. Esta silla está llamada a soportar pesos de hasta 130 kg, y eso se percibe de primeras, desterrando cualquier sensación de endeblez o de que vaya a ser una compra no demasiado duradera.

Por otro lado tenemos la comodidad. Uno de los grandes problemas que siempre han tenido las sillas ‘gaming’ (al menos para mí) es su tendencia a imitar asientos de coches de competición, lo que hacía que el asiento tuviera una forma cóncava que puede tener sentido cuando estás corriendo un ‘rally’ para que tus piernas se mantengan en una posición concreta, pero no tanto cuando vas a estar trabajando o jugando durante horas, y menos aún si eres de muslos generosos. Por suerte, esta silla de FlexiSpot prescinde de esa convención de las sillas ‘gaming’, haciendo que su asiento sea plano y deje más libertad de movimiento a las piernas, con una curvatura hacia dentro en el extremo que es más cómodo a la hora de levantarse. Este tipo de detalles son los que hacen que el modelo GC3 no esté exclusivamente dirigido al público ‘gamer’, sino también para profesionales, estudiantes o sencillamente para tenerlo en casa como silla de escritorio.

Otro detalle curioso del diseño es que en la parte trasera de la silla hay una pequeña abertura que separa la estructura del respaldo de la malla de tela. Rápidamente me vino a la cabeza la idea de utilizarlo como revistero, aunque no soy de acumular revistas ni documentos en la mesa (o en este caso la silla) del escritorio. En cualquier caso, ahí tienes un posible uso alternativo de la FlexiSpot GC3 para aprovechar mejor el espacio. Por último, hay que apuntar que la silla que probé era negra con detalles en azul, pero en la web de FlexiSpot se puede elegir también en colores amarillo o rojo.

Respaldo ajustable en alturas e inclinación

Llega ahora el turno de analizar uno de los elementos clave de la silla FlexiSpot GC3: el respaldo. La idea de esta silla es que se convierta en una aliada de tu espalda y no en la enemiga que te convierta en un asiduo del fisioterapeuta. En este caso, nos encontramos con un diseño integrado de reposacabezas y respaldo, o lo que es lo mismo, estos dos elementos que en muchos casos se presentan por separado son sólo uno. El respaldo presenta una curvatura de arco circular, o lo que es lo mismo, tiene como objetivo alinearse con la forma de nuestra columna cervical. Nada más sentarme pude notar que esta curvatura ejerce una presión sobre la zona lumbar que ayuda a mantener una postura correcta, sin que resulte en absoluto forzada o incómoda. Además, el hecho de que no haya uniones ni costuras por ningún lado ayuda a que no haya ningún tipo de molestia.

En la parte superior se encuentra el reposacabezas, que en este caso tiene también forma de arco hacia atrás. Teniendo en cuenta que la silla refuerza la zona lumbar, la cabeza se mantendrá en posición recta sin necesidad de contacto con el reposacabezas. La última zona que está en contacto con la silla es la cervical, y gracias al diseño del respaldo tampoco aquí sentiremos presión o incomodidad alguna. Si por lo que sea queremos echar la cabeza hacia atrás para apoyarla en el reposacabezas, notaremos cómo la malla está bastante tensa y nos hace rebotar la cabeza devolviéndola a la posición ideal.

Bajo el asiento encontraremos las tradicionales palancas para regular la altura o el ángulo de inclinación del respaldo. Como en la gran mayoría de sillas, esto sirve para que cada uno adapte la posición del asiento a su altura personal y elija si quiere estar más echado hacia atrás o hacia adelante. Los ángulos de inclinación de la silla FlexiSpot GC3 son tres: 105º, 115º y 120º, mientras que la altura va al gusto de cada uno. El pistón de la silla también se aprecia bastante sólido, por lo que en principio no temo que termine perdiendo fuelle a corto plazo y haciendo que me vaya hundiendo lentamente, aunque esto es algo que sólo se podrá comprobar con el paso de los meses y de los años.

Una base reforzada y silenciosa

La base de la silla FlexiSpot GC3 también ofrece la misma sensación de robustez que el resto de la silla. Las ruedas encajan con facilidad y cuentan con un diámetro de 350 mm, siendo además universales, por lo que se pueden reemplazar con facilidad en caso de necesidad. Eso sí, su diseño original tiene unos bordes de plástico que reducen notablemente el ruido al desplazarse con la silla por la oficina o el despacho. Además también protege el suelo más que otros modelos que terminan dañando tarimas flotantes y parqués con facilidad, otro motivo.

En los reposabrazos es donde he encontrado mayores problemas de adaptación durante mi uso intensivo de la FlexiSpot GC3 durante las horas de oficina. Pueden rotar 360º y se pueden extender o contraer hacia delante y hacia atrás al ser retráctiles en su superficie, por lo que ofrece una mayor flexibilidad a la hora de posicionarlo donde más cómodo te resulte. Alivian la presión en los brazos gracias a su forma ligeramente curvada hacia abajo, pero la naturaleza de su plástico es algo más resbaladiza y cuesta acostumbrarse cuando uno quiere incorporarse ligeramente para corregir su postura. Es un detalle menor teniendo en cuenta el conjunto, pero sí es el apartado con el que he tardado más en familiarizarme.

Malla en el respaldo y asiento viscoelástico

El material de respaldo es una tela de malla que se transparenta en ciertos ángulos, lo que permite una mejor transpiración en los meses más calurosos del año. La experiencia que había tenido con estas telas no había sido del todo buena, ya que las consideraba endebles y más contraproducentes que otra cosa, pero al probar esta GC3 he cambiado de opinión, ya que se percibe firme y tensa en todo momento, lo que ayuda a mantener una posición correcta de la espalda durante la jornada laboral con mayor facilidad.

La comodidad también se aprecia en el cojín del asiento de la FlexiSpot GC3, que utiliza un tejido que resulta suave al tacto y es al mismo tiempo resistente, según indica el fabricante (eso sí, si tienes mascotas en casa puede convertirse en un atrapapelos). En su interior tiene espuma viscoelástica, y eso hace que por muy largo e intensivo que sea el uso que vayas a darle, no termines con dolor de glúteos que te hagan desear trabajar de pie.

Opiniones y precio

Llega el momento de recapitular, de resumir las opiniones y precio de la silla ‘gaming’ FlexiSpot a la que le hemos dado en este caso un uso de oficina. Su precio de 350 euros pueden resultar excesivos de primeras, sobre todo para quienes vienen de utilizar sillas mucho más económicas. No obstante, la diferencia en cuanto a comodidad y solidez son evidentes desde el primer momento, y teniendo en cuenta que el uso que se le va a dar a este elemento mobiliario es muy intensivo y continuado, no podemos obviar que también puede tener un impacto positivo en nuestra salud a largo plazo. La construcción es tremendamente sólida y las posibilidades de personalización harán que cada uno pueda encontrar su punto perfecto de comodidad sin demasiados problemas.

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