Mi experiencia con el smart tv Samsung TV S95C OLED tras más de un mes de uso

En Samsung se han lanzado a la conquista del mercado OLED. Y lo hacen con una propuesta generosa, potente y visualmente muy llamativa. Me refiero al Smart TV Samsung TV S95C OLED que he podido probar durante más de un mes, y que llega en un tamaño de 77 pulgadas para tener una experiencia de cine. Pero no viene solo. Lo acompaña mucha IA, más de mil millones de colores gracias a los Quantum Dots y mucha tecnología que comentaré a lo largo de este análisis.

He montado la tele, he visto películas, jugado a videojuegos e incluso contemplado la TDT a través de esta Smart TV Samsung TV S95C OLED durante unos cuantos días para poder detallarte mi experiencia a lo largo de este análisis. Repasaré la calidad de imagen, su potencia y definición de sonido, funciones extra y otras experiencias que he tenido durante su uso. Y trataré de responder a preguntas como ¿Merece la pena pagar casi 5.000 euros por este Smart TV Samsung TV S95C OLED? ¿Merece la pena dar el salto a la tecnología OLED de Samsung? ¿Es mejor un Smart TV Samsung con QLED o con OLED? Trato de responderte a todas estas preguntas en este texto.

Cuidado especial con el montaje de esta Smart TV Samsung TV S95C OLED

Tras varios años probando televisores de todo tipo tengo una máxima: si mide más de 55 pulgadas necesito ayuda. Y este caso de la Smart TV Samsung TV S95C OLED no es diferente. Sin embargo, me he sorprendido por otro aspecto llamativo: la flexibilidad de la pantalla. Algo que me ha hecho temer por su integridad en varias ocasiones durante el montaje. No es que se pueda doblar, pero sin una superficie lo suficientemente amplia para apoyarla y colocarle la peana, será difícil asegurar que no sufra daños. Su plástico trasero no es lo suficientemente rígido para las 77 pulgadas que mide el panel. Así que no solo vas a necesitar ayuda para montar este televisor, también tendrás que sacar a relucir toda tu maña.

Su peso es de 28 kg, por lo que tampoco supone una gran dificultad para moverla o manipularla y tumbarla a la hora de montarla o desmontarla. Pero hay que tener en cuenta que esas 77 pulgadas se distribuyen a lo largo y ancho de un cuerpo de 1716.6 x 984.1 x 11.2 mm. Una superficie muy amplia con un acabado que no solo es flexible, también mantiene el aspecto habitual de los televisores de los últimos años de Samsung: marcos plateados. Que en este caso son ultra finos debido a las posibilidades de la tecnología OLED.

Otro asunto es la peana. Samsung repite también la fórmula con tres piezas para sujetar este televisor sobre cualquier mueble de salón. La peana es metálica, con un acabado cepillado, y una superficie de 360.0 x 286.4 mm. Aunque lo que más sorprende e incomoda en su montaje es su peso de 11,8 kg. Algo que, de nuevo, hará que tengas que encontrar la posición idónea, con un televisor flexible colgando de la superficie donde lo has apoyado, para poder anclar una pieza con tornillos, unir la parte pesada de la peana con la segunda pieza, y colocarlo todo en su sitio. Algo que me (nos) ha hecho sudar un poco en mi propia experiencia, siempre acompañado para todos los pasos del montaje. En total, moverás un aparato de 40 kg que no es demasiado pesado. pero sí aparatoso y poco cómodo para tratar.

Diseño elegante y premium donde todo es pantalla

Una vez que pude (pudimos) colocar el televisor encima del mueble del salón la parte más complicada había terminado. Gracias al dispositivo One Connect de Samsung, la configuración y el diseño quedan limpios y sencillos para disfrutar de lo que realmente importa: la imagen y la pantalla. El diseño de este Smart TV Samsung TV S95C OLED ya he comentado que es sencillo y minimalista. Solo cabe destacar los marcos plateados que tratan de imitar al resto de televisores de gama alta de Samsung, pero sin la anchura suficiente para reproducir esa pieza metálica perforada que lucen aquellos. Y con una peana con acabado en un tono de aluminio oscuro muy elegante y que casi pasa desapercibida. Ideal para mezclar materiales como madera, otro metal y algún tono verde o marrón de plantas y macetas en el salón. Vaya, que casa con todo.

Eso sí, como detalle, hay que tener en cuenta que la altura de la peana es única. Esto supone saber que si tenemos una barra de sonido muy alta o elementos delante del televisor, es posible que tapen la parte inferior de la pantalla sin un realismo real.

También quiero destacar el diseño del mando One Control de Samsung, que vuelve a apostar por el minimalismo y la conciencia ecológica. Tan solo unos pocos botones, un par de ellos en forma de palancas que pueden inclinarse o pulsarse sobre sí mismos, y una célula voltaica están presentes para controlarlo todo sin necesidad de usar baterías contaminantes. La célula fotovoltaica carga el condensador (que no pila o batería) para no tener que recargar este dispositivo. Basta con que haya algo de luz en el salón. Aunque siempre es posible usar el puerto USB tipo C para cargarlo si no es el caso. Todo ello en un cuerpo de plástico pequeño muy práctico y fácil de manejar, aunque se echa en falta que lo hagan de aluminio. Y es que, aunque se ve bien montado y de construcción sólida, el plástico parece más frágil que el metal. Algo que, en parte, rompe con esa estética más metálica y premium de la pantalla. Quizá vaya siendo hora de actualizar el mando, Samsung.

Por cierto, es posible que algunos usuarios se encuentren completamente perdidos con un mando tan minimalista. La multitud de botones de otros fabricantes puede ser demasiado, pero quizá sea necesario incluir un segundo mando “más completo” o sencillo para los menos duchos. Aunque, sinceramente, esto es más una reflexión personal. Y es que yo soy un seguidor acérrimo de este tipo de mandos minimalistas que vi por primera vez en las teles de Samsung y que hoy, se están convirtiendo en el estándar indiscutible en el mercado de los televisores premium.

Todo el equipo queda configurado casi sin cables gracias al aparato One Connect que mencionaba antes. Un cable une la caja con el televisor. Y otro cable une esta caja con la conexión a la corriente que suministra electricidad. En mi caso he optado por colocar la caja One Connect en el mueble del salón, en uno de los espacio que hay para este fin (o para lectores de DVD y consolas). Pero, si se prefiere y es más cómodo, es posible acoger la ubicación tras la peana, casi en vertical, para colocar el One Connect. Más cerca del televisor pero, aún así, prácticamente oculto. Muy interesante y práctico. Sobre todo porque esta caja One Connect no es bonita precisamente. Parece una especie de decodificador ultravitaminado. Pero es una suerte contar con este aparato para tener la opción de tirar menos cables o, al menos ocultarlos, cuando tienes otros aparatos conectados al Smart TV Samsung TV S95C OLED.

Un gran OLED para un gran panel

Pero vamos a lo que realmente importa. ¿Cómo se ve este panel OLED de 77 pulgadas de Samsung? ¿Es capaz de robarle la corona a LG, el fabricante que más tiempo lleva apostando por esta tecnología? Pues mira, tengo que decirte que sí, que se ve de lujo. Pero el tema de la corona va a depender de todos los extras del televisor y no tanto de la tecnología incluida. Y me explico.

Samsung ha creado un panel OLED mejorado con sus propios elementos. Por un lado están los Quantum Dots, o esas partículas diminutas capaces de filtrar la luz que llega generada por los LED individuales. Una especie de filtro que reordena los tonos RGB para que luzcan de la mejor manera posible, bien saturados y definidos. El resultado es la posibilidad de poder representar sin aberraciones cromáticas ni degradados raros más de mil millones de tonos diferentes. Por otro lado, además, ha mejorado la tecnología OLED clásica con una especie de microlentes colocadas frente a los LED para proyectar esa luz de forma más nítida y concentrada. En este caso se consigue un nivel de brillo mayor con una imagen más definida. Todo ello con un brillo pico de 2.000 nits en este Smart TV Samsung TV S95C OLED.

En definitiva, he podido ver películas y series con tonos muy bien definidos y con esa sensación “wow” de imagen que Samsung consigue en sus móviles. Todo está bien saturado y no me ha importado que haya luz ambiental en el salón, todo se veía de manera nítida. Eso sí, la superficie del cristal de la pantalla ofrece reflejos algo oleosos y no es demasiado mate. Así que, aunque el brillo supla uno de los problemas de la tecnología OLED, lo mejor es siempre oscurecer la estancia. Así he podido ver esos negros realmente negros y profundos, y no con reflejo o brillo propio del material del panel.

Por supuesto, la tecnología OLED mejorada de Samsung mantiene ese contraste infinito si no se abusa de la luz ambiental. He podido comprobar que gran parte de la sensación cinematográfica y la percepción de calidad de imagen viene precisamente de la ausencia del color. Y es que, al poder definir sin destellos o blooming esas zonas negras o profundamente oscuras, el resto de la imagen también queda más definida y nítida. Y eso alimenta esa sensación de que lo que vemos es súper nítido, profundo, bien coloreado y vibrante. Pero claro, hay ayuda extra en este Smart TV Samsung TV S95C OLED.

Inteligencia Artificial y estándares para conseguir un extra de calidad de imagen

Parte de la “culpa” de esos tonos bien definidos y saturados, de las imágenes nítidas, de un HDR que permita ver detalles en zonas oscuras y también en las muy iluminadas se debe a la Inteligencia Artificial. Y es que Samsung ha incluido un chip Neural Quantum Processor 4K o procesador 4K con tecnología neuronal capaz de aprender y mejorar fotograma a fotograma la imagen. Para ello se apoya en la IA que detecta elementos sobre el contraste, el color, la definición, el HDR necesario, el brillo y otros apartados de la imagen. Sin percibir ningún retraso ni cambio apreciable, esta IA potencia los elementos y característica para los que se le ha entrenado y muestra en el panel la mejor imagen posible. En milésimas de segundo.

Y aún hay más. Las tecnologías como Motion Xcelerator Turbo Pro para definir las imágenes en movimiento, el Real Depth Enhancer para potenciar el contraste y soportar los estándares HDR10+ y HLG para ecualizar la imagen a la mejor versión también se dejan notar. Son pequeños factores que quizá solo podría apreciar frente a un televisor que no contase con ellos. Pero, en mi experiencia, tras unos cuantos análisis, son los elementos que consiguen esa sensación “wow” al poner en YouTube un vídeo de prueba OLED. Ni grises, ni colores degradados con formas, ni contornos poco definidos se dejan ver en este Smart TV Samsung TV S95C OLED. Es ideal para ver películas del espacio con cielos completamente negros salvo diminutos destellos estelares. La sensación de profundidad y calidad de imagen es brutal.

Y ojo, que todo esto se aplica incluso a la televisión clásica que llega por la TDT. La Inteligencia Artificial se encarga de reescalar a 4K calidades de imagen que, en origen, son bastante pobres. Evidentemente no llega a la calidad de cualquier servicio de streaming, pero el resultado es bastante aceptable dadas las circunstancias. Así que todo, desde la TDT hasta los videojuegos, pasando por YouTube y Netflix, luce realmente bien.

El sonido no se queda atrás

La experiencia de cine de este televisor solo es posible al aunar la tecnología OLED mejorada de Samsung con los altavoces que incluye en la parte trasera. Además de todas las tecnologías extra. Así, he podido disfrutar de este Smart TV Samsung TV S95C OLED sin necesidad de una barra de sonido para conseguir esas sensaciones de cine en casa. Y es que no solo cuenta con 70 watios de potencia para llenar cualquier salón. También incluye 4.2.2 canales y certificación Dolby Atmos para conseguir que ese sonido me llegue desde todas partes. Sensación envolvente completa.

Aparte de esto, hay tecnologías muy interesantes que cambian y mejoran la experiencia del sonido en estos televisores de Samsung. Me refiero concretamente a Object Tracking Sound +, que es capaz de representar el movimiento de un elemento móvil en pantalla pero en el aspecto del audio. Son pequeños detalles como el vuelo de un avión o unas pisadas que van de izquierda a derecha en la pantalla, y que se han reproducido desde mi izquierda hasta mi derecha en el sofá para meterme de lleno en la acción. Además, hay otras tecnologías como Adaptative Sound+ para ecualizar y potenciar el sonido según el contenido que se está viendo. Algo que no se nota sin otro televisor al lado para saber qué partes potencia. Pero ya te digo que, con 70W de poder de sonido, hasta las conversaciones susurradas del cine español se escuchan nítidas y claras (también hay tecnología para potenciar diálogos sobre el resto de sonidos).

Por cierto, este Smart TV Samsung TV S95C OLED también cuenta con Q-Symphony, así que si tienes una barra de sonido de Samsung podrás usar toda su potencia y combinar los altavoces para crearte el verdadero cine en casa. ¿Necesitas la potencia de una barra? Para mi gusto y mi salón no. ¿Mola tener sonido por todas partes y sentir lo mismo que en un cine de calidad? Pues sí, la verdad.

Mucha personalización y funciones extra

Por supuesto, este Smart TV Samsung TV S95C OLED no falla en cuanto a software. Vuelve a incluir Tizen con todas las novedades vistas en el resto de televisores de gama alta. Es decir, las barras de apps y elementos que desde el año pasado son completamente personalizables (sin una app promocionada por delante del resto aunque no la usásemos), y podemos ordenarlas al gusto fácilmente.

Tampoco he echado en falta, aunque no soy muy fan ni usuario acérrimo, de elementos como el multiview o la vista múltiple para pinchar señal de televisión, un canal de YouTube y alguna app a la vez, o un HDMI. No tengo tanta atención. Aunque sí he usado alguna vez el PIP o picture in picture para no tener que atender a la publicidad de cierto canal de televisión mientras veía otras cosas en otros.

No me olvido tampoco del canal especial de Samsung que incluye en todos sus televisores actuales: Samsung TV Plus. Cada vez crece más en contenidos pero, siendo usuario de varias plataformas de streaming, no me ha resultado lo suficientemente atractivo como para prestarle demasiada atención. Aunque es un añadido interesante teniendo en cuenta que es completamente gratis.

También es interesante saber que el Smart TV Samsung TV S95C OLED puede ser el panel de control de la mayoría de aparatos conectados si tienes una casa inteligente. Gracia a SmartThings puedes ver cuánto tiempo le queda al programa de la lavadora. O controlar el aire acondicionado. Eso sí, siempre y cuando todos estos aparatos sean de Samsung y compatibles con SmartThings. Algo que no ha sucedido en mi caso.

Conclusiones tras más de un mes de uso del Smart TV Samsung TV S95C OLED

Queda claro que Samsung ha afinado muy bien el tiro con este Smart TV Samsung TV S95C OLED. Y lleva a cabo todo lo que le ha ido bien con sus televisores QLED a la tecnología OLED. Así, a un panel que se ve de muerte gracias a su propia naturaleza, le añade multitud de tecnologías, funciones extra y una experiencia de usuario ya madura, experimentada y apreciada. Por lo que es posiblemente su mejor televisor hasta la fecha, salvando los problemas de brillo de los paneles OLED gracias a esas pequeñas lentes o cúpulas y alcanzando niveles para ver detalles en casi cualquier circunstancia. Aunque siempre he procurado atenuar el salón para disfrutarlo al máximo.

El único pero que encuentro tras esta experiencia con el Smart TV Samsung TV S95C OLED tiene que ver más bien con algún tipo de fallo de software. Y es que hay veces que, al encender el televisor, este no se ha puesto en marcha correctamente. Se enciende pero no se inicia para mostrar contenido o iniciar alguna app. Algo que me obliga a desenchufarlo de la corriente e iniciarlo completamente desde cero. Aunque son situaciones puntuales que seguramente se solucionen mediante una actualización de software.

Salvo este detalle, la posibilidad de mejorar el mando para quienes no se hacen con tanto minimalismo, el único pero recae sobre el precio. Actualmente, el Smart TV Samsung TV S95C OLED se vende por 4.900 euros. Que no es caro dado su tamaño y la tecnología. Pero lo hace bastante exclusivos para aquellos que apuesten por la tecnología OLED de gran tamaño y tengan suficiente dinero para ello. Lo bueno es que, en el momento de publicar esta review hay una oferta que rebaja su precio a 3.200 euros en la web de Samsung. Lo cual lo hace de lo más atractivo y competitivo frente a opciones de otros fabricantes. Sin duda, toda una oportunidad si tienes este dinero y apuestas por la buena calidad de imagen en un televisor súper completo y con una experiencia muy madura.