Mi experiencia con el móvil vivo V29 Lite tras 15 días de uso

La compañía vivo sigue trabajando para abrirse un hueco en el mercado de los smartphones. Si todavía no has oído hablar de ella muy pronto lo harás, porque está creando teléfonos de lo más interesantes. Tanto en su gama alta con el vivo X90 Pro, donde apuesta todo a la fotografía y el vídeo de calidad desde el móvil, como en su gama media con modelos como el vivo V29 Lite. He estado probando este smartphone como móvil de cabecera durante dos semanas para contarte todo lo que puede hacer este terminal por un precio de 400 euros.

Para que vayas situándote, estamos ante un móvil con pantalla AMOLED de 6,7 pulgadas de tamaño, una cámara principal de 64 megapíxeles con estabilizador óptico de imagen, y un procesador Snapdragon 695 acompañado de 8GB. Todo ello en un diseño muy vistoso y brillante que resulta ligero para su batería de 5.000 mAh con carga rápida de 44W. Nada mal sobre el papel, ajustando los acabados y tecnologías a ese precio de 400 euros. Pero ¿debería elegir vivo y no otra marca? ¿Cumple con todos estos datos en el día a día?  Te doy respuesta a estas preguntas a lo largo del análisis de este terminal.

Diseño: oro parece, plata no es

Sacar este vivo V29 Lite de la caja es una grata sorpresa inicial. La gente de vivo ha diseñado un móvil que entra fácil por los ojos. Su acabado es brillante y, en el modelo que he podido probar durante estos días, parece que tiene highlighter. Es el diseño iridiscente, que muestra un arcoíris de colores según incide la luz en su trasera. Y resulta de lo más mesmerizante. Puede que hortera, pero estoy dentrísimo del barco de los móviles atrevidos. Ya sea porque es más fácil reconocerlo a distancia, o porque siempre puedes comprar una funda sobria o más colorida aún. Y, en definitiva, a la vista, este terminal cumple con creces.

Sin embargo, donde se nota que es un móvil de gama media, es a través del sentido del tacto. Los materiales no son tan nobles ni tan premium como otros dispositivos de este rango de precio. No hay cristal ni metal. El dorso es plástico y se nota. No mucho, pero se nota. Además, hay otros detalles de la construcción como las aristas, la forma en la que se integra el módulo de cámaras con el móvil o la unión de marcos y trasera en las esquinas que llama la atención ante los ojos y los dedos expertos. Vaya, que no deja de ser un móvil de gama media en el que se ha recortado en construcción y materiales.

¿Importa mucho esto? Pues creo que en el caso de este vivo V29 Lite no. Al final el móvil es muy vistoso y sus líneas lucen de gama superior. Además, durante estos 15 días lo he usado con la funda de silicona que incluye en el pack. Así que no he sentido ese deje de los materiales menos nobles ni los detalles de la construcción. Da perfectamente el pego. También se queda en la certificación IP54, suficiente para salvar el móvil de salpicaduras accidentales, pero no de inmersiones totales en agua. De nuevo, detalles que marcan por qué puede sacar pecho en otros aspectos de su ficha técnica a pesar de su precio comedido.

Pantalla AMOLED con muchos colores pero no demasiado brillo

Quizá porque es verano, pero la pantalla de este vivo V29 Lite 5G tiene un gran hándicap: su nivel de brillo. A pesar de alcanzar picos de 1.300 nits, este valor se me ha quedado corto en varias situaciones del día a día cuando he estado en la calle. Y no, este dato no quita valor al resto de características técnicas del panel, pero sí choca de lleno con el uso diario. Y es una auténtica pena, ya que es uno de los pilares de este terminal.

El panel de este móvil es AMOLED, y consigue un contraste y una reproducción del color (reproduce más de mil millones de tonos distintos) realmente buenos. Siempre y cuando no estés a plena luz del día. He disfrutado de vídeos en YouTube, series en HBO Max, fotografías y vídeos HDR. El rango dinámico y la exactitud de los tonos son de un panel superior al rango en el que se haya. Hasta aquí sin problema. Tan solo lo oscurece (nunca mejor dicho) intentar ver detalles y colores a plena luz del día. En esos casos me he visto buscando sombras o creándolas con la mano para ver con detalle una imagen incluso con el brillo al máximo.

Y me da rabia especialmente esto porque el resto de aspectos son realmente buenos. Incluso cuenta con tasas de refresco de 120Hz para mostrar elementos de forma fluida. O una tasa de muestreo táctil de 300Hz para responder prácticamente al instante ante cualquier pulsación. Así que es ágil, fluida y confiable. Pero no es el panel perfecto en este móvil.

Cámaras para el disfrute

En vivo apuestan fuerte por la fotografía. Y es que puede ser la clave de un móvil. ¿Lo es en el vivo V29 Lite? Pues tengo que decir que sí, bastante. Durante estos días he comprobado cómo la cámara principal de 64 megapíxeles con OIS o estabilizador óptico resuelve francamente bien la mayoría de situaciones donde la luz está presente. Una foto rápida suele salir enfocada, definida, con un buen rango dinámico, gran cantidad de detalle y colores saturados y vívidos si es el caso. E incluso en situaciones complicadas como contraluces. Todo funciona sorprendentemente bien, lo que ha potenciado que durante estos días me haya sentido fotógrafo y haya aprovechado sus virtudes en viajes o en situaciones cotidianas como sacar al perro.

Evidentemente hay un pero: cuanto menos luz, más complicada se hace su fotografía. Nada realmente nuevo en el ámbito de la fotografía móvil, por otra parte. Durante mis fotos nocturnas me he percatado que el problema no viene tanto de la calidad del resultado, sino del proceso. Y es que el procesado de las fotos nocturnos es bastante correcto, eliminando con Inteligencia Artificial mucho ruido y tratando de reproducir correctamente los colores. No siempre consigue esto último, pero no se queda lejos. Evidentemente la definición de las fotos se reduce notablemente, pero también se pueden conseguir buenos resultados. El problema es que el enfoque a veces baila. Es como que, de noche, el móvil se comporta de otra manera, y el proceso de aprendizaje de las cámaras del vivo V29 Lite va radicalmente por otro camino por la noche que por el día. Nada que unos cuantos días de uso no solucione. Estos días me he encontrado con fotografías que pretendían ser artísticas, y a las que le he dedicado algo de tiempo durante el posado y enfoque, y que acaban completamente emborronadas o enfocando el punto contrario al que quería. Ea, cuando he acertado, el resultado ha sido más que aceptable.

El modo retrato en este móvil cumple sin llegar al notable. Precisamente por el mismo problema que la fotografía nocturna. Con luz, y si no se le pone en un aprieto a contraluz, el resultado es bastante bueno. Definición, color y un recorte bastante marcado pero aceptable son las tónicas habituales. Pero me he topado con que, aunque en pantalla se veía enfocada la cara, el resultado ha enfocado al fondo y no al sujeto. Algo que da mucha rabia porque no solo no has podido retratar ese momento de forma correcta, sino que te sientes engañado por lo visto en pantalla.

A favor del modo retrato está toda la parafernalia propia del mercado asiático en cuanto a filtros, retoques y, ojo cuidado, poses. En este vivo V29 Lite me he encontrado con filtros de colores, pero también herramientas para hacer más grandes mis ojos, más pequeña mi nariz, y modificar otros cuantos detalles de manera más o menos realista (si no conoces mis facciones reales). Pero lo que me ha fascinado ha sido la guía de poses. ¿No sabes posar para un selfie? ¿Quieres hacerte una foto de pareja y no sabes cómo ponerte ante la cámara? Pues despliegas estas guías y tratas de imitarlas. Es de lo más bizarro que he visto en un móvil, pero tampoco está de más como punto extra. Seguro que acabas interiorizando alguna de las poses para usarla en tus próximas fotos.

En cuanto al vídeo, la promoción de este vivo V29 Lite hacía hincapié en la estabilización. Y bueno, no es una locura. Sobre todo porque la calidad del vídeo está limitada a 1080 píxeles o FullHD a 30 cuadros por segundo. Y, si aplicamos la herramienta de estabilización, la imagen se recorta para ayudarse no solo con la OIS o estabilización óptica, sino también por software. ¿Dónde quiero ir a llegar con todo esto? Pues que la calidad del vídeo es bastante normalilla. Sin poder presumir ni de definición, ni de estabilidad, ni de resultados profesionales. Pero es lo esperado en cuanto a un móvil con este precio.

Le pasa un poco lo mismo en el resto de modos que he probado dentro de la aplicación de cámara. Están ahí porque no podrían no estarlo. Pero ni el modo panorámico, ni la vista dual, ni la doble exposición te van a volar la cabeza. Los resultados no son demasiado definidos. Y hacer algo artístico te llevará bastante esfuerzo. Pero tampoco son de las funciones más usadas en un móvil.

Así que en lo básico cumple muy bien. Mejor cuando hay luz. Y añade funciones curiosas. Pero el resto pasarán desapercibidas al no lograr resultados especialmente destacables.

Buen rendimiento para apps, no tanto para juegos

Bajo el capó de este vivo V29 Lite me he encontrado con un procesador de gama media un tanto desactualizado. El Snapdragon 695 se dio a conocer en 2021 y está pensado para móviles de gama media que buscan conectividad 5G, buena calidad de audio y la posibilidad de mover pantallas a resolución FullHD hasta a 120Hz. Y justamente eso es lo que hace. Resuelve muy bien en el ámbito de las aplicaciones. No me he encontrado con problemas ni incompatibilidades. Las apps se inician con buena agilidad gracias a los 8GB de memoria RAM que pueden ampliarse con incluso 8GB más extraídos de la ROM. Vaya, que este móvil se mueve con soltura entre apps, y permite la multiventana sin problemas.

El pero llega a la hora de jugar. Con los juegos casuales va como la seda. Sin embargo, cuando he probado Tomb Raider Reloaded, me he encontrado con serios recortes. Adiós a las partículas, adiós a los reflejos, adiós a la ambientación, y adiós a detalles como el movimiento de la trenza. No deja de ser un móvil de gama media que no está precisamente pensado para estos trotes relativamente gamers. Sin embargo, lo peor ha sido descubrir que, además de mutilar la parte gráfica del juego, tampoco se movía con total soltura. Una pena, porque seguramente perderá parte del público joven que quizá podría sentirse tentado por este móvil y su precio. Pero cumple con las necesidades de entretenimiento del público general sin problemas ni recalentamientos.

Lo mejor: la autonomía

Si hay algo que me ha sorprendido especialmente para bien en este vivo V29 Lite es la autonomía. Además lo ha hecho desde los primeros días. Cuando me he querido dar cuenta, a las 21 o 22h de la noche, la batería seguía rondando el 50% de su carga. A pesar de haber consultado redes sociales y haber publicado una buena cantidad de stories. O tras pasarme el día turisteando y fotografiándolo todo. Sin dejar de lado aspectos como la mensajería, las apps que consumen más recursos como Google Maps o Tinder, y haber echado alguna partidita. Vaya, que es de lo mejorcito en autonomía que he probado en la gama media. Y sin sacrificar funcionalidades o aplicaciones cuando la pantalla se apaga. Muy bien, vivo.

Además, si en algún momento me he pasado de intensidad con su uso, su carga rápida de 44W ha cumplido de sobra. Sobre todo porque jamás, en estos 15 días de uso, he necesitado más que unos minutos para aumentar unos cuantos puntos porcentuales la autonomía y sentirme seguro a la hora de salir de casa con el móvil. Así que no es necesario una potencia superior de carga rápida en este caso. Para mi, sin duda, es el aspecto más potente de este terminal.

Conclusiones tras 15 días de uso

Está claro que vivo ha querido llevar algunos de sus puntos fuertes al público mayoritario con este vivo V29 Lite. Y la verdad es que no lo ha hecho del todo mal. La cámara sorprende para bien. La pantalla tampoco se queda atrás mientras no le de el sol directo. Pero la batería es la auténtica reina de este equipo.

En la parte negativa está que, aunque tiene un gran diseño, los materiales no casan con su aspecto. El rendimiento también se queda algo desfasado si buscas echarte alguna que otra partidilla a un título exigente o si usas muchos filtros y herramientas gráficas en redes sociales. Pero es que el equipo se vende por 400 euros.

No es lo más equilibrado en calidad/precio de este rango. Sobre todo con marcas como Xiaomi, Realme y Honor apretando por ahí. Pero es una buena opción si los puntos clave casan con tus necesidades como usuario.