Mi experiencia de uso con el aspirador Miele Triflex HX2 Pro

En los últimos años, los robots aspirador se han convertido en un compañero muy práctico en el hogar. Pero no nos engañemos. Estos electrodomésticos no llegan a todos los rincones; no se pueden elevar por los aires para aspirar la mesa o el techo. Y no son infalibles. Muchas veces se atascan y tienen enemigos mortales como los cables. Para esos casos y si quieres una limpieza completa, es recomendable contar con un aspirador de mano. El Miele Triflex HX2 Pro es una propuesta completa y de lujo, capaz de ofecer hasta 120 minutos de limpieza gracias al uso de sus baterías intercambiables. Además, incorpora un cepillo que cuenta con luz LED para que podamos ver en detalle los rincones más oscuros y no dejemos pasar ni la más mínima mota de polvo. Y todo ello con varias opciones de colocación, como por ejemplo poner la parte del motor y el depósito de polvo en la zona inferior para que la limpieza sea más cómoda. Eso sí, esta tecnología que integra el Triflex tiene un precio considerable. Su coste oficial es de 850 euros, por lo que necesitarás hacer una importante inversión para hacerte con este equipo. He tenido la oportunidad de trastear con este aspirador durante un mes, te cuento mi experiencia e impresiones.

Ficha técnica

Aspirador de diseño pero con un peso considerable

El Miele Triflex HX2 Pro es un aspirador que se hace notar. Es un equipo con ese toque diferencial que esperas de un equipo de gama alta. La construcción está cuidada, con detalles en oro en su diseño y con un aspecto general bastante atractivo. Lo que más me gusta es el detalle de tener una superficie con un dibujo de malla en la zona de agarre que hace que resulte más cómodo. También la facilidad con la que puedes intercambiar la batería con la que viene (por otra que está incluida en el mismo paquete, y de lo que hablaré en más profundidad más adelante). Ahora bien, le tengo que poner varios peros al diseño de este aspirador.

Por una parte, está el del propio peso del equipo. Sus 3,6 kilos me parecen un aumento considerable respecto a otros competidores, y es algo que realmente vas a notar si quieres usar este equipo como aspirador de mano con sus accesorios. Este extra en el peso hace que te canses más rápido cuando estás limpiando y le resta practicidad. Por otra parte, me parece que la conexión con los accesorios no tiene un acabado demasiado cuidado. Se enganchan bien, pero no dan impresión de estar bien integrados (se puede ver lo que indico en la galería). A nivel visual, genera la sensación de ser un añadido que no formara parte del mismo diseño que el aspirador. Otra cosa es cuando usas el aspirador de forma tradicional. Aquí puedes optar por el modo por defecto, con el motor, batería y depósito de polvo en la parte superior (como si al aspirador de mano le añades el accesorio del tubo y el cepillo). O bien hacer un poco de Lego y montar el aspirador para que la zona del motor quede justo por encima del cepillo, luego vaya el tubo y luego el mango. La enorme ventaja de esta disposición es que el centro de gravedad está más bajo y el manejo del aspirador resulta muy agradable y ligero.

Otro de los puntos interesantes del diseño del Miele Triflex HX2 es el sistema que han escogido para el apagago y el encendido del aspirador. En vez de usar un gatillo, tenemos el sistema de una pestaña que puede adoptar distintas posiciones según la potencia que queramos en cada momento. Estas posiciones incluyen el 0, para el modo apagado, un modo mínimo, uno Eco y otro a máxima potencia. No es un mal diseño, aunque algunos usuarios podrán echar de menos el uso de algún tipo de pantalla LED para visualizar el modo de potencia o la batería restante. En su lugar, contamos con una barra vertical con luces LED que encontrarás justo por debajo del nombre del modelo.

El hecho de tener un diseño más grande y pesado también tiene una ventaja que da juego. El hecho de poder integrar un depósito de polvo más grande de 0,8l. Esto es algo que he agradecido bastante, ya que puedes espaciar más las visitas al cubo de basura para vaciar el depósito (la parte más engorrosa de usar un aspirador tradicional sin bolsa). Ahora bien, también hay que reconocer que el sistema para vaciar la suciedad está bien trabajado. Eso sí, al principio hasta que te hagas con ello te puede costar, pero una vez que descubras como funciona el mecanismo vas a disfrutarlo. Se trata de un sistema de rosca que te permite abrir el depósito de suciedad o sacar el filtro según la dirección en que lo gires.

Buena potencia de succión y buen surtido de accesorios

Ya hemos adelantado que la Miele Triflex HX2 cuenta con tres modos distintos de potencia de succión. El mínimo, el Eco y el Máximo. Incluso en el modo más bajo la potencia es notable y permite limpiar sin problemas la mayor parte de la suciedad que te vayas a encontrar por casa. De hecho, durante los días que usé este aspirador en la oficina casi siempre me decanté por este modo mínimo, ya que combina una potencia suficiente con un funcionamiento un poco menos ruidoso. Y digo un poco porque en realidad la diferencia sonora entre los tres modos no es muy grande. Este aspirador de Miele se mantiene en un nivel de ruido que no resulta especialmente molesto, aunque también echo en falta que haya un modo más silencioso en aquellos momentos en los que no quiero molestar a mis compañeros de oficina.

El accesorio principal de este aspirador es su cepillo con luces LED incorporadas. Su funcionamiento es notable, con una buena flexibilidad para poder girar con facilidad el aspirador. Es bastante amplio, lo que tiene por ventaja que abarca más superficie y reduce el número de pasadas necesarias. Claro, también supone un poco más de dificultad cuando nos enfrentemos a esquinas o sitios menos accesibles. Mención aparte merecen sus luces LED, de color blanco y realmente potentes. Con este añadido que se ha convertido en un «must» en los últimos tiempos de los aspiradores de gama alta, no se te escapará ni una sola mota de polvo. Ojo, si eres de los usuarios que tienen algo de obsesión por la limpieza también te puedes volver un poco loco dando una pasada tras otra para dejar toda reluciente. Eso sí, podrás estar tranquilo de que efectivamente lo has dejado todo impoluto cuando deje de verse suciedad con estas luces.

Además de este accesorio, también contamos con varios accesorios extra para usar este equipo como aspirador de mano. Eso incluye un accesorio para superficies delicadas, que he usado para limpiar partes como mesas y muebles, alguna estantería e incluso el teclado de mi portátil. Tampoco podía faltar un accesorio alargado para poder llegar mejor a las esquinas y rincones más angostos. O un accesorio más parecido a un mini cepillo que puede ser muy útil, por ejemplo, a la hora de usar este equipo para limpiar los techos.

Doble batería, doble autonomía

Otra de las claves de este Miele Triflex HX2 Pro lo encontramos en su autonomía. Más en concreto, en la inclusión de dos baterías intercambiables que nos van a permitir hacer un cambio fácil si las tareas de limpieza se alargan y necesitamos seguir limpiando. En total, el aspirador de Miele es capaz de aspirar un máximo de 120 minutos (60 horas de autonomía con cada una de las baterías). Según los datos que ha compartido la compañía, esto se traduce en una limpieza de casas de hasta 250 metros cuadrados. Como siempre, se trata de tiempos ideales. En caso de que estés usando constamente el modo máximo, el tiempo que vas a poder usar este aspirador se queda en los 28 minutos (14 minutos con cada batería). Pero ya comenté antes que incluso con el modo mínimo tenemos una potencia de succión considerable que debe servir para la limpieza del día a día.

Precio y opiniones

Y llegamos al final de esta experiencia de uso del Miele Triflex HX2 Pro. Este aspirador está disponible en tiendas por un precio de 850 euros. Un coste que lo coloca directamente entre los modelos de gama más alta de este segmento y que lo aleja de la mayoría de los bolsillos. En cuanto a mis opiniones, este equipo de Miele me ha dejado una sensación agridulce, con puntos muy atractivos y otros que no lo son tanto. Por el lado más positivo destacaría la calidad general de construcción, el sistema de vaciado de polvo y para sacar el filtro y la versatilidad que te da el uso de dos baterías intercambiables. Además de esa opción de poner la parte del motor pegada al cepillo principal para tener una experiencia más cómoda. Por el lado contrario, ese peso considerable se nota mucho cuando lo usamos como aspirador de mano.