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No sé a los demás, pero a mi me gustan grandes. ¿Por qué evitar tener la experiencia del cine en casa si cada vez los paneles más grandes son más económicos? Algo así deben de pensar en TCL que me han permitido probar una de sus últimas familias de televisores en el generoso formato de las 75 pulgadas. Y es que la industria empuja hacia ese camino: televisores cada vez más grandes en los salones. En este análisis te cuento las luces y las sombras de este enorme televisor con tecnología QLED, de sistema operativo Google TV y preparado para jugar a 120Hz por un precio de 1.100 euros en el tamaño de 75 pulgadas.

 TCL 75C645
Diagonal75 pulgadas (también disponible en 43, 55, 65, 75 y 85 pulgadas)
Resolución y tecnología4K de 3840 x 2160 píxeles
Dolby Vision, HDR10+, HDR10, HLG
Tipo de panelQLED
ProcesadorAiPQ 3.0 Processor
Sistema OperativoGoogle TV
ControlMando a distancia RC833
Sonido2X15W con una disposición 2.0CH, compatible con Dolby Atmos
Conexiones3 x HDMI 2.1 (uno de ellos con eARC para conectar una barra de sonido)
Entrada Ethernet
Conectividad inalámbricaWifi, Bluetooth
Diseño1112 / 700 / 265 mm, 12 kilos
Peanas laterales
Tecnologías para juegoALLM, Game Master 2.0
AsistentesAsistente de Google
Fecha de lanzamientoDisponible
Precio1.100 euros

Enorme, pero facilísimo de montar

Una de las virtudes que he podido comprobar últimamente en TCL es que, aun siguiendo las tendencias del mercado en cuanto a estilo y peanas, buscan la forma fácil de montar sus televisores. Y no solo eso, también incluyen opciones para acomodar el televisor en el mueble del salón. Da igual que sea en formato peana, ofreciendo diferentes alturas para colocar el televisor, que con las patas, como es en este caso. Aunque temía que el mueble de mi salón se quedase corto de anchura dadas las dimensiones del C645, este televisor cuenta con dos posiciones para las patas. Una más al extremo. Y, si no tienes tanto espacio en tu mueble, una segunda posición más centrada.

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Y todo ello solo usando un par de tornillos para cada pata. Sin encajar piezas extrañas. Sin sistemas complejos. Sin dificultad… más allá de la de manejar un televisor enorme, claro está. Algo para lo que es imperativo una segunda persona. Pero sin necesidad de conocimientos de mecánica o tecnología.

Una vez colocadas las patas, en una u otra posición, solo queda plantar el televisor en el mueble, y listo. Cuenta con un acabado minimalista con marcos finísimos negros en el frontal, y un remate metálico alrededor de todo él cuerpo, también en acabado oscuro. Lo cual hace que la atención se centre en la pantalla. Solo destaca el marco inferior, que tiene este acabado de metal cepillado. Y se extiende a las patas, que casan con este mismo acabado. Con lo cual, el diseño realmente sencillo, y le permite casar con cualquier tipo de decoración que haya en el salón. Queda especialmente bien con madera y plantas. Pero su color y acabado también pega con muebles de metal y con cualquier color.

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Respecto al mando, el acabado predominante es negro. Solo casa el aro de control para moverte por los menús, que es gris imitando el diseño del acabado en metal del televisor. No es especialmente pequeño pero tampoco resulta grande al tener un corte fino y ser muy estrecho. Sigue las líneas de lo visto en otros fabricantes con el menor número de botones posible y acceso a los principales servicios de streaming. Parece que el minimalismo es clave para TCL en cuanto al diseño. Y todo un punto a favor como usuarios al ponérnoslo realmente fácil en el montaje. Créeme cuando te digo, que pruebo varios televisores a lo largo del año, que los de TCL están siendo de lejos los más sencillos y cómodos para montar.

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Panel QLED: colores muy vivos y adaptados a todos los formatos HDR

Pero pasando a comentar la calidad de imagen hay que hablar de las características del panel del C645, que se basa en la tecnología LED y aprovecha los puntos cuánticos. Son esos Quantum Dots o QLED que se encargan de filtrar los colores en el panel antes de emitirla. Con ello regulan las ondas y ajustan los tonos para conseguir colores más vivos y definidos. Un filtro que mejora la percepción de calidad de la imagen al mostrar los tonos más vibrantes sin necesidad de cambiar la tecnología base del panel. Y es algo que te aseguro que se nota desde el primer momento.

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Solo hay que buscar un vídeo en YouTube con contenidos de color en este C645, como he hecho yo, para percibir esa calidad. Los colores son vibrantes y se muestran en una gran variedad de tonos sin esas aberraciones cromáticas que suceden en otros paneles. Cada color y el espacio que ocupa en la imagen se ve especialmente bien definido y claro. No es para menos, al fin y al cabo es capaz de representar más de mil millones de colores.

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Eso sí, no hay que perder de vista que la iluminación es LED, y no Mini LED como el resto de familias de más alta gama de TCL de este 2023. Esto se nota en la ausencia de un Micro Dimming tan detallado y en cuestiones como el blooming. Aun así, TCL ha conseguido desarrollar esta tecnología y aplicar ajustes que ayudan a disimular estos problemas. De hecho, probando vídeos demostrativos para tecnologías OLED, donde los negros son profundos y sin problemas como el blooming, este televisor TCL C645 es capaz de disimular notablemente esas zonas oscuras para que no luzcan demasiado grises o brillantes. Es fácil verlo en imágenes con gran contraste como puede ser un cielo estrellado. Si no eres experto o no tienes el ojo entrenado, apenas notarás esta tecnología de iluminación LED gracias al brillo y calidad de imagen y color del resto de elementos que aparecen en cuadro.

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Además, es importante remarcar que TCL ha incluido soporte con una buena cantidad de estándares HDR para potenciar estos contrastes y calidades de imagen. Así, sin importar de dónde venga el contenido, ya sea Netflix, HBO Max, YouTube, Amazon Prime Video, etc. todo lo verás de la mejor manera posible o con una ecualización de imagen que imite lo que el creador del contenido grabó y montó. Concretamente, en este TCL C645 de 75 pulgadas se aplican los HDR: HDR10, HDR HLG, HDR10+ y HDR Dolby Vision. Así que las principales series y películas actuales de las plataformas que todo el mundo tenemos contratadas están cubiertos.

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Buen reescalado y tecnologías de mejora del movimiento

Otro de los puntos interesantes que hay que mirar a la hora de hacerse con un televisor de gran pulgada es el tema del reescalado. Es decir, cómo aumentan de calidad las imágenes que se emiten a una resolución nativa menor que la que es capaz de mostrar el televisor. En este caso 4K. Los fabricantes suelen hacer esta tarea ayudándose de algoritmos que detectan los cuadros o imágenes procedentes, por ejemplo, de la TDT, y aumentan hasta 4K esa resolución creando píxeles en la imagen inventados pero que casan o deberían casar correctamente.

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¿Funciona esto bien en la TCL C645? Pues la verdad es que sí. Siempre y cuando elijas los canales de la TDT HD. Ya que, en el caso de los SD, no hay forma alguna de conseguir sensación de definición y calidad de imagen al aumentarlas desde 720 píxeles hasta los 4K. En mi experiencia, los contenidos escalados desde el FullHD (1080 píxeles) se comportan realmente bien, notando incluso detalles de textura en rostro, pelo y ropa de personajes. Algo que ya empieza a perderse si la resolución nativa es algo peor. Con ello, los canales HD de la TDT, vídeos de YouTube que no cuenten con más resolución de 720 y pocos contenidos más limitados a tan poca resolución se salvan notablemente. No es el mejor televisor del mercado en cuanto a reescalado, pero podrás disfrutar de series clásicas de HBO Max como Sexo en Nueva York con cierto detalle.

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Para mejorar la nitidez también está la tecnología Motion Clarity, que también se inventa cuadros para conseguir fluidez. Esta tecnología se aprecia especialmente en partidos de tenis, carreras de coches y en contenidos donde hay elementos en movimiento. Lo que hace es crear más cuadros por segundo para dar esa sensación de fluidez a la imagen, pero también para mostrar esos elementos móviles de manera detallada. He podido ver que solventa notablemente las estelas de la pelota de tenis, aunque no evite del todo este efecto en según qué tipo de imágenes. Pero es todo un punto a favor contar con ello para disfrutar de contenidos con un extra en esa sensación de calidad y nitidez de imagen.

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Muy disfrutable para el ámbito gaming

Y sí, TCL sigue muy enfocada este 2023 para que los amantes de los videojuegos disfrutemos en sus televisores. No está de más decir que cuenta con puertos HDMI 2.1 para soportar las últimas consolas del mercado. Aquí lo interesante es cómo se nota y se sienten los juegos. Y a 75 pulgadas te puedo asegurar que se disfruta mucho. Durante estos días he probado juegos como Hogwarts Legacy y Resident Evil 4 Remake. Y es una fantasía poder disfrutar de los detalles a mayor tamaño de lo habitual, redescubriendo texturas y cuestiones que quizá en 55 o 65 pulgadas pasaban más desapercibidas.

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Todo ello, por supuesto, con una latencia baja y a 120Hz de velocidad de refresco, gracias a la tecnología Dual Line Gate. He disfrutado de fluidez y agilidad sin cortes en imagen, sin aberraciones gráficas, y sin problemas.

La única queja a este respecto viene de la propia tecnología LED del panel. Y es que en partidas donde la escena es oscura, el contraste resulta poco marcado, empeorando la visión de detalles, contornos o elementos en la partida de manera puntual. Algo que con contenidos como series y películas no es tan acuciante, pero sí se deja notar en este punto gaming.

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A favor están las herramientas extras que ofrece TCL en su barra gaming. Al pulsar un botón del mando durante unos segundos puedes aplicar el estándar HGiG, que es una especie de HDR que mejora el contraste, establecer la potencia para conseguir unos cuantos cuadros más por segundo o, incluso, activar la mirilla de ayuda al apuntado. Muy útil para juegos shooter donde ya no se destila aquello de marcar la mirilla en la pantalla. Pequeñas ayudas que no está de más tener si las necesitas, y que puedes personalizar si quieres. Aunque se quedan algo cortas si eres un usuario experto.

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Sonido potente y envolvente

Por mi bien, teniendo un salón de poco más de 30 metros cuadrados, y por el bien de mis vecinos, no he necesitado subir el volumen del nivel 20 en este televisor TCL C645. Y te aseguro que tiene unos cuantos más. La potencia de sonido de 2X15 watios llena de sobra cualquier salón mediano e incluso grande. Y los códecs Dolby Atmos y DTS: Virtual-X se encargan de conseguir esa sensación de sonido envolvente. Sin tirar cables ni más altavoces.

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No he tenido que configurar absolutamente nada en cuanto al sonido. Pero sí he bicheado por los ajustes para activar, en un apartado un tanto oculto, el códec DTS. Algo que sería ideal si llegase a la vista en los ajustes rápidos que aparecen en la parte derecha de la ventana. Aunque depende más de Google TV que de TCL.

Google TV ¿paso adelante o atrás?

Resulta algo controvertido esto de Android TV y su versión más actualizado Google TV. Resulta que hay herramientas y aplicaciones que quedan ocultas en Google TV, a pesar de que la experiencia de uso es prácticamente la misma. Yo me he encontrado con problemas para acceder a Google Play Juegos, que sí está instalada en los televisores con Google TV, pero a la que hay que acceder desde los ajustes.

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Ha sido la manera de poder instalar juegos de Google Play Store que no son los únicos que aparecen de serie para jugar. Es decir, Google TV cuenta con alguna limitación más para el usuario experto. Aunque es cómodo y seguro para el usuario inexperto. Y no se echa en falta el asistente de Google o la compatibilidad con todos los servicios de streaming del momento.

Por tanto, es muy relativo esto de si es un paso adelante o hacia atrás lo de incluir Google TV en lugar de Android TV. Seguro que la intención de TCL es ir a la última, pero puede ir en contra de algunos usuarios.

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Conclusiones tras casi un mes de uso del televisor TCL C645 de 75 pulgadas

Entre todas las conclusiones que puedo sacar tras todo este tiempo de uso del televisor TCL C645 me quedo con la más notable: a mí me gustan grandes. Es un hecho. Y el problema es que una vez que pruebas las 75 pulgadas, como ha venido sucediendo en generaciones pasadas, empiezas a ver pequeñas al resto. Para alguien miope como yo, tener la experiencia de cine en casa ha sido todo un acierto. Más tamaño, más visibilidad de los detalles. Algo que he disfrutado especialmente en el ámbito gaming.

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Pero ¿tiene buena calidad de imagen? Pues sí. Siendo la gama media de este año, estos C645 cumplen con creces gracias a la tecnología QLED. Se quedan fuera del sistema MiniLED que realmente marca la diferencia, y que en el uso supone que esos niveles oscuros mientras juegas se vean algo peor que el resto. Pero está realmente bien equilibrada para el usuario medio: buenos colores, gran brillo, sensación de calidad de imagen gracias a la fluidez y claridad… Cumple con notable en todos los aspectos. Incluido sonido y gaming.

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Y lo hace con un precio ajustado teniendo en cuenta todas estas tecnologías y el tamaño de panel. Y es que pocas opciones más de 75 pulgadas vas a poder ver por ese precio que ronda los 1.000 euros. Y el precio se reduce si optas por otros odelos más pequeños de esta familia.

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