Con el precio de los combustibles en niveles muy altos y una ola de frío encima, ahorrar en la factura del gas siempre es algo que debe ser tenido en cuenta. Encontrar el equilibrio entre el confort y un coste no demasiado elevado. Es el objetivo de cualquiera. Estas son algunas de las soluciones más ingeniosas para que puedas ahorrar en tu factura del gas.
Cómo ahorrar en tu factura del gas
Vigila por dónde te mueves
Una de las primeras propuestas puede ser la de no tener toda la calefacción de tu vivienda encendida. Si haces vida solamente en un par de habitaciones. No tiene mucho sentido destinar tanto esfuerzo a calentar toda una casa si solamente vas del salón al dormitorio. Por tanto, puedes regular la temperatura de los radiadores en aquellos sitios en los que no estás, o, directamente, cerrarlos. Si cuentas con un sistema avanzado de calefacción, este te permitirá controlar la temperatura de manera individual de cada habitación. Ya sabes, toca desempolvar el manual de instrucciones y ponerse manos a la obra.
La batamanta, tu aliada
Este invento puede parecer algo que céntrico, pero no cabe duda de que cumple perfectamente con su cometido. Siempre habrás escuchado que el calor de una manta es inigualable, y es así. Por tanto, comprarte una batamanta para estos días tan fríos puede ser la mejor de las ideas. Tu calor corporal se encargará de mantenerte en buena temperatura, sin que la calefacción te suponga una sangría económica.
¿Has probado la estufa de los pobres?
Todo surgió en el año 2012, cuando un usuario de YouTube rescató una vieja idea de la Segunda Guerra Mundial en Inglaterra.
Solo necesitarás un soporte, por ejemplo, el recipiente de una maceta de barro , una maceta y cuatro velas de las que puedes comprar en cualquier establecimiento, del tipo de las que se ponen en las iglesias.
Coloca el soporte, que puede ser la base de un macetero, cuatro vela, encendidas y coloca la maceta de barro invertida justo encima. Se generará una corriente de calor que escapará por el agujero inferior de la maceta y caldeará una habitación. Podemos utilizar otras cuatro velas por la tarde, si bien no es recomendable utilizar este sistema cuando estamos durmiendo, ya que puede entrañar peligro. Pero no cuesta nada probarlo, seguro que tienes una vieja maceta de barro en casa, y las velas puedes comprarlas al por mayor de cualquier tienda a un precio irrisorio. ¿Te animas a probarlo?
El Sol es tu aliado
Quién es la fortuna de que a tu vivienda le del sol durante algunas horas, aprovecha esta energía que de momento es gratuita. Sube las persianas y descorre las cortinas para que las habitaciones se caldeen y tu factura del gas no sea un problema. Si estás tiempo en casa, prueba a hacer más vida en aquellos lugares en los que el sol está pegando a ciertas horas.
No desaproveches el horno
Si por cualquier causa, has cocinado algo en el horno, vas a tener una forma muy sencilla de aprovechar ese calor y que no se pierda. Cuando acabes de cocinar, apaga el horno, pero deja su puerta encendida. El calor se expandirá por toda la cocina, también el de los macarrones al queso, pero puede merecer la pena. De otra manera, sería un calor totalmente desaprovechado y es una verdadera lástima. También puedes aprovechar mientras las tostadas están calentándose para poner tus frías manos encima, no ahorrar en calefacción, pero va a proporcionarte mucho alivio.
La puesta a punto
Sí, con la ola de frío encima es muy fácil hablar a posteriori. Pero, es evidente que en septiembre u octubre a lo más tardar es cuando debes realizar la puesta a punto de tu calefacción. El técnico te la va a dejar como nueva y conseguirás que el gasto energético sea probablemente menor. Ten en cuenta que se trata de un dispositivo que está funcionando durante muchas horas, por lo cual su mantenimiento debe ser más exhaustivo.
No te pases ventilando
Quizás tu factura del gas te esté mandando señales que no sepas interpretar. Siempre hay que ventilar las habitaciones, pero no tiene ningún sentido que dejen las ventanas abiertas durante dos horas. Así que, antes de hacer la cama abre la ventana de la habitación, cierra la puerta, aséate o desayuna y vuelve a cerrar la ventana. Es más que suficiente para que la ventilación haya tenido efecto y la factura del gas no te mande severos recordatorios cada final de mes.
Estas ideas más o menos ingeniosas para ahorrar en tu factura del gas puede ser un estímulo más que interesante para que puedas ponerlas en práctica. No pierdes nada y quizás ahorras unos euros que te van a venir muy bien en cualquier momento.
