Mi experiencia con el televisor TCL C835 tras 15 días de uso

En TCL están decididos a dar un golpe de efecto al mercado de los televisores en España. Si hasta ahora habían intentado hacerlo con propuestas modestas, desde finales de 2022 nos han dejado claro que van a competir con los principales agentes. Una de estas últimas propuestas es el televisor TCL C835 que promocionaron especialmente antes del mundial de fútbol de Qatar, durante el Black Friday. Ahora he podido probarlo durante más de dos semanas para ver series, películas, vídeos de YouTube, jugar a la consola o incluso jugar con aplicaciones. Y tengo muchas cosas que decir acerca de él.

Antes de ponernos manos a la obra tengo que resumirte brevemente al televisor que me he enfrentado. Se trata de un Android TV con un panel Mini LED y tecnología QLED de resolución 4K y 144Hz de actualización. Llega adaptado para las nuevas consolas y prácticamente todo lo que se le eche. Prueba de ello es el soporte para las diferentes tecnologías HDR del mercado. En mi caso he probado el modelo de 65 pulgadas con sonido Dolby Atmos en sus altavoces Onkyo. Como ves, de lo más completo. Eso sí, todo ello por un precio que ronda los 1.290 euros. ¿Merece la pena? ¿Cumple con las expectativas de su ficha técnica? Te lo cuento a continuación.

Montaje regulable y diseño minimalista

En TCL han seguido las líneas estéticas que han dominado el mercado de los televisores en 2022: minimalismo exacerbado, acabados metálicos y una peana que recuerda más a la de un monitor que a la de un televisor. Sobre todo en los modelos más grandes como este TCL C835, donde sorprende que una superficie relativamente pequeña soporte todo este panel.

Sin embargo, cuando uno instala el TCL C835 se da cuenta de que el volumen no va de la mano con el peso. Aunque he necesitado ayuda para mover las 65 pulgadas de este televisor, su peso de 19,20 Kg no es para nada exagerado o incómodo para mover. Lo cual permite este sistema de peana, que es metálica con acabado cepillado para casar con todo tipo de muebles en el salón. También son metálicos los bordes del panel. Son planos y apenas lucen en el contorno de la pantalla. Aquí es donde se nota más el minimalismo ya que el protagonista absoluto es el panel. Solo hay un lateral algo más grueso en la parte inferior con el logo de TCL y una pequeña luz LED que indica si pulsamos algún botón del mando.

Lo que más me ha gustado del diseño minimalista es que es el primer televisor que ofrece varias posiciones para colocar la peana. Tenemos dos alturas que lo acercan o lo alejan del pie. Algo especialmente práctico si cuentas con una barra de sonido o algún elemento que pueda interponerse delante del televisor. Si es el caso, como el mío, colocas la peana en los agujeros inferiores y le das unos cuantos centímetros de altura al conjunto. Muy práctico y muy bien implementado. Y es que solo hay que apretar cuatro tornillos para hacer esto.

Un punto extra que he disfrutado, aunque no esté a la vista, es el diseño de la carcasa trasera del televisor. Es plástico y llega con un diseño rallado bastante habitual. Pero integra los altavoces de Onkyo de forma estética. Un detalle curioso ya que este lado no se suele ver, pero posibilita usar este televisor en un lugar de paso gracias a ello y al sistema para ocultar cables que llega junto a la peana. Los de TCL han pensado en todo.

Mini LED y QLED, una suma ganadora

Tras echarles un primer vistazo en la feria IFA de tecnología de consumo de Berlín, la propuesta Mini LED de TCL ya sobresalía. Tanto por la calidad como por posibilitar un panel de 98 pulgadas, nada menos. Pero al probarlo en casa, me queda claro el paso adelante que es esta tecnología en cuanto a iluminación. Y lo bien que le sientan los puntos cuánticos o Quantum Dots de los paneles QLED. No solo desdibujan la línea con la tecnología OLED que lleva años sobre el trono de la calidad de imagen, sino que consigue unos niveles de brillo y color propios de la gama alta.

Por un lado, el sistema Mini LED permite iluminar de forma mucho más concreta zonas del televisor. No alcanza el sistema OLED donde cada pixel se retroilumina, pero consigue eliminar problemas como el blooming. En el caso del TCL C835 he comprobado esto con vídeos a modo de demo donde se muestran elementos iluminados en medio de la pantalla sobre fondos completamente negros. Y el resultado es espectacular. No vas a poder identificar la fuente de la luz, y verás que los contornos de los objetos se ven bien definidos, sin blooming que los extienda o ghosting que los persiga si están en movimiento. Todo esto ayuda a potenciar la sensación de calidad de imagen con más definición y un contraste muy alto con gran brillo y zonas completamente negras. Lo dicho, los límites entre lo LED y lo OLED se desdibujan con una calidad de imagen propia de gama alta. Algo que se disfruta especialmente en escenas como los últimos capítulos de las series La Casa del Dragón u Obi Wan, donde las escenas nocturnas se viven con dramatismo sin perder detalle.

Y ojo, que junto al contraste también está el amplio color. Vibrante y saturado. Es la otra parte de esta suma ganadora: la tecnología QLED propia de Samsung que han adoptado en TCL. Se trata de los Quantum Dots o puntos cuánticos que hay en el panel y que se encargan de catar y filtrar los colores para potenciarlos. De nuevo, con demos que explotan todo tipo de gamas cromáticas y en todos sus rangos, es posible disfrutar de infinidad de colores más o menos cerca del blanco y del negro. Durante estos días de uso no he notado ninguna aberración cromática propia de no poder mostrar un tono determinado. De hecho, muchos de los contenidos que se retransmiten hoy en día en plataformas de streaming aún no aprovechan todas estas características. Ha sido con vídeos de YouTube centrados en la representación del color donde más he disfrutado de ello. De nuevo, colores brillantes y vivos que lucen especialmente bien con el brillo del televisor al máximo.

Por supuesto, contar con soporte para Dolby Vision y HDR10+ (además de otros HDR) ayuda a que todo ese contraste y rango de colores se muestre como debe en este panel del TCL C835. Así que está preparado para las principales plataformas y contenidos que usan estas tecnologías para mostrar en tu salón lo que los directores grabaron en los estudios.

Configuración de imagen al detalle

El televisor TCL C835 no ha llegado a mis manos configurado a mi gusto. Ni explotaba la capacidad de su brillo, ni contaba con todas sus tecnologías de mejora de la imagen activas. O configuradas en los estándares que yo disfruto. Sin embargo, lo bueno que he encontrado es la personalización al mínimo detalle de muchas de sus opciones. De hecho, su menú de imagen es como para perderse un rato en él dejando todos los niveles y configuraciones al gusto.

He podido establecer cuestiones como Micro Dimming, el nivel de negro y ajustar el contraste y el brillo tal y como yo quería. Todo ello acompañado de otras tecnologías como Motion Clarity y herramientas propias de la tecnología Mini LED para conseguir que la imagen se vea nítida, brillante y viva incluso en escenas con mucha rapidez de movimiento. Son cuestiones que solo los expertos en imagen sabrán aprovechar al máximo, pero que dotan a este televisor de un nivel de personalización realmente alto para conseguir la imagen que queremos.

Y, si no sabemos tanto de imagen, siempre puedes navegar por los modos generales. Desde un modo dinámico para adaptarse a lo que se muestra en pantalla, hasta un modo deporte, un modo cine y, por supuesto, un modo juego. Todo ello sin dejar de establecer cuáles son nuestros criterios de brillo, temperatura de color y tecnologías extra para pronunciar los negros, mejorar el contraste o conseguir que todo se adapte automáticamente a la escena o incluso al ambiente. De hecho esto último he tenido que desactivarlo al probar el televisor en las semanas navideñas, con luces de decoración que parpadeaban en casa y que hacían que los niveles de brillo del televisor variasen automáticamente. Como ves, todo es personalizable. O casi todo.

Android TV pero con añadidos

El sistema operativo del TCL C835 es Android TV. Y personalmente pienso que es toda una ventaja para aprovecharlo al máximo. Por un lado tenemos todos los menús y ajustes que ofrece el sistema operativo como te enseñaba en el párrafo anterior. Por otro lado tenemos todas las aplicaciones, servicios y herramientas de Google a nuestra disposición, lo que multiplica las posibilidades de uso y de contenidos para ver en el panel. Pero aún hay otro punto que está por explotar en este aspecto y que TCL por ahora solo está tanteando: las capas de personalización y añadidos extra que se pueden incluir.

En el caso del TCL C835 cuenta con una pantalla inicial propia de Android TV, con carruseles de aplicaciones, servicios y contenidos. Tarjetas para acceder rápidamente a una serie, ver sugerencias de películas o saltar a otras pestañas con más contenidos. Sin embargo, toqueteando los botones de uno de sus dos mandos (sí, llegan dos mandos en este televisor: uno más compacto y minimalista, y otro con más botones y mayor tamaño) he descubierto que también imitan la experiencia de Samsung con un menú a modo de carrusel en la parte inferior de la pantalla. De esta manera podemos saltar entre las diferentes apps y servicios sin dejar de ver lo que hay en pantalla. De hecho, la configuración es idéntica a lo visto en los televisores inteligentes de Samsung, con un apartado de apps que hemos instalado, apps propias del fabricante y luego acceso directo a los ajustes y diferentes fuentes. Aunque he usado principalmente la pantalla general de Android TV, tener las dos opciones es lo que me parece todo un punto a favor de este sistema operativo.

Claro que también hay un punto en contra: el bloatware o las herramientas “innecesarias” que los fabricantes preinstalan. Y que en este caso puedes mover u obviar, pero estará ahí. Es, por ejemplo, la aplicación TCL Channel. Una herramienta que nos lleva a contenidos antiguos gratuitos pero con sugerencias actuales como gancho. El problema es que, una vez que entras, las películas buenas son de pago a través de Rakuten TV. Una especie de engaño que al final solo te lleva a perder tiempo tanto cuando entras inicialmente como cuando tocas su botón de forma involuntaria.

A favor de los extras de TCL, en el TCL C835, está el menú lateral con acceso rápido a ajustes de imagen, de cuenta o notificaciones del televisor. Lo que lo hace más completo y cómodo, sin dejar de ver el contenido en la pantalla. Por tanto, hay un camino abierto e interesante a la hora de recorrer la experiencia de Android TV que espero que los fabricantes aprovechen en un futuro cercano.

Por supuesto, al contar con Android TV contamos con el Asistente de Google. Gracias a un botón en el mando podemos invocarlo y pedirle a viva voz que nos cambie de canal, nos suba el volumen o nos reproduzca alguno de los vídeos de tuexperto.com en YouTube, por ejemplo. Además, es compatible con Alexa, por si contamos con algún aparato de Amazon conectado en casa. Más virtudes de apostar por Android TV en vez de sistemas propietarios más cerrados y menos compatibles.

Sonido envolvente y más que potente

En esta ocasión TCL ha dado la mano a Onkyo para dotar de sonido potente al televisor TCL C835. Y la verdad es que no hay ninguna queja al respecto. Principalmente porque integra los altavoces estéreo en la parte trasera para conseguir sonido envolvente certificado como Dolby Atmos. Además, he comprobado durante estos días que la potencia es más que suficiente para un salón medio o incluso grande. Me ha sido imposible pasar del nivel 20 de volumen sin sentirme incómodo gracias a la rotundidad de estos altavoces. Y es que, por cierto, hay un altavoz destinado a los graves de forma exclusiva en la parte trasera. Así que el sonido es potente y rotundo, sin importar de donde llega: televisión, servicios de streaming, videojuegos o aparatos conectados por Bluetooth.

Eso sí, en mi afán de personalizarlo todo, gracias a las posibilidades que ofrece el televisor, me he tenido que pelear con diferentes tecnologías de sonido que se integran. Por ejemplo, una función inteligente para adaptar el sonido de cualquier fuente y que ha conseguido que no tenga que cambiar el volumen cuando salto de Netflix a jugar con la consola. Y es que, en algunos casos el tratamiento del sonido aislaba prácticamente la voz de los personajes del audio del entorno o la banda sonora. Lo bueno es que, de nuevo, con algo de maña puedes personalizar la experiencia de uso del sonido a tu gusto o necesidades. 

Jugar a la última y jugar a lo retro es posible

Por supuesto, el TCL C835 llega preparado para las consolas de la generación actual: PlayStation 5 y Xbox Series X. Lo hace con puertos USB 2.1 para poder transmitir imagen 4K hasta a 120Hz de velocidad de refresco. Y todo ello con ALLM para reducir la latencia automáticamente o activar la VRR o frecuencia de refresco variable. Vaya, las exigencias para jugar como se debe en esta generación. Así que no vas a encontrarte ningún problema en este aspecto.

Además, como también es tendencia en el mercado de los televisores inteligentes de últimas generaciones, TCL ha incluido extras para los apasionados del gaming. Por un lado está la barra gaming con la que ver si todas las configuraciones necesarias para la mejor experiencia están activas. O incluso para activar una ayuda al apuntado en los shooters. Siendo gamer toda mi vida jamás le veré del todo la utilidad a esto más allá de comprobar que todo funciona como debería. Por otro lado están los ajustes del modo Maestro de juego, con añadidos como ver los FPS en pantalla o activar el modo de baja latencia. Otra de las características que puedes automatizar desde los ajustes de este televisor.

No he tenido ningún problema para disfrutar con juegos en la generación anterior. De hecho, el escalado y calidad de imagen hacen que veas las costuras de algunos videojuegos en el aspecto gráfico. Pero todo movido con fluidez y calidad. Y no solo con videoconsolas. Gracias a ser un televisor con Android TV he podido instalar juegos de Google Play Store como los remaster de Tomb Raider 1 y Tomb Raider 2. Tras vincular el mando de una PlayStation 4 mediante Bluetooth he podido jugar sin necesidad de una consola gracias a la potencia y solvencia del procesador del TCL C835. Así que está preparada para todo tipo de juegos y experiencias. Ahora solo falta que siga los pasos de Samsung y consiga que servicios como Xbox Game Pass también aterricen en sus televisores de última generación.

Conclusiones tras 15 días de uso

TCL ha dado un golpe sobre la mesa con este TCL C835. Tras probarlo ya no me queda ninguna duda de por qué es un fabricante líder en el mercado asiático. Ha tenido que apostar fuerte y traer a España por fin televisores con una calidad de imagen Premium con la que enfrentarse de tú a tú con los grandes del mercado como Samsung.

La calidad de imagen gracias a la tecnología Mini LED es un punto diferenciador. Y el toque QLED pone la guinda para que la imagen no solo tenga un gran contraste y definición, sino que sea viva y colorida. Con un gran brillo y dejando atrás las aberraciones o problemas técnicos de la iluminación LED.

Además es un televisor preparado para el momento actual y lo que venga en el mundo del smartTV y del gaming. Sin embargo, hay margen de mejora en los contenidos y servicios propios. Una experiencia de usuario o capa de personalización nueva, como ya hizo Xiaomi, y aplicaciones y servicios realmente útiles y de calidad, pueden empezar a ser marca diferenciadora en este mercado de Android TV. Algo en lo que TCL aún puede mejorar.

Sin duda, si buscas un televisor actual de calidad este TCL C835 cumple con creces. Eso sí, la calidad se paga. Concretamente por 1.290 euros. Un precio que, sin ofertas de por medio, rivaliza también frente a sus competidores. Pero que puede parecer elevado frente a las constantes ofertas y descuentos de la competencia.