El Samsung Galaxy Watch5 es un reloj inteligente completo, bonito y potente. Un complemento para la muñeca que luce bien y que te ofrece una lista muy grande funcionalidades. Entre ellas encontrarás los sensores más habituales para estos dispositivos, como por ejemplo el medidor de pulso, el contador de pasos o el medidor de oxígeno en sangre. Y tampoco podía faltar el medidor de calidad de sueño, que te va a contar lo bien (o mal) que duermes por las noches. Pero, por encima de todo, lo que me parece más atractivo en este reloj es la gestión de las notificaciones, con vistas en pequeño de las fotos que te envían por WhatsApp o los emojis mostrados con mucho colorido.
Por el lado contrario, la autonomía sigue siendo una cuenta pendiente del Samsung Galaxy Watch5 (y de los relojes de Samsung en general). Apenas llega a dos días de uso si no lo exprimes mucho, y sigue resultándome incómodo tener que cargar cada poco tiempo estos dispositivos. Hablando de cargar, la decisión de la compañía coreana de poner un cable USB tipo C para la carga es bastante fastidiosa si no cuentas con un cargador de la marca, ya que tendrás que tirar por uno de los puertos de tu ordenador o comprarte un cargador extra.
El Samsung Galaxy Watch5 está disponible en dos formatos, uno con esfera de 40mm y otro con esfera de 44mm con un bonito color oro rosa. Y con opciones de tener este dispositivo solo con funcionalidad Bluetooth o también con 4G, aunque si lo usas como un sustituto temporal del móvil olvídate de tenerlo con batería mucho tiempo. Su precio oficial parte de los 200 euros. He tenido la oportunidad de probar en detalle este smartwatch a lo largo de un mes, estas son mis impresiones y opiniones.
Samsung Galaxy Watch5 y Watch5 Pro | |
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Pantalla | SuperAMOLED Gorilla Glass DX. Modelo de 40mm: 1,2 pulgadas (30,4 mm) 396 × 396 píxeles, Super AMOLED, Full Color Always On Display Modelo de 44mm: 1,4 pulgadas (34,6 mm) 450 × 450 píxeles, Super AMOLED, Full Color Always On Display |
Dimensiones y peso | Watch5 de 40 mm: 39,3 × 40,4 × 9,8 mm; 28,7 g Watch5 de 44 mm: 43,3 × 44,4 × 9,8 mm; 33,5 gramos |
Materiales | Watch5: Cuerpo de Armour Aluminium Correa de fluoroelastómero Esfera de acero inoxidable |
Colores | Watch5: Grafito, Plata, Zafiro (solo la versión de 40mm), Oro rosa (solo la versión de 44mm) |
Sistema operativo | WearOS by Samsung |
Procesador y memoria interna | Exynos W920 Dual-Core 1,18 GHz 1,5 GB de memoria RAM 16 GB de memoria interna |
Resistente al agua | 5 ATM IP68 MIL-STD-810G |
Sensores y funciones | BioActive Sensor (PPG) Electrocardiograma (ECG) Sensor de análisis de impendancia bioeléctrica (BIA) SPo2 Acelerómetro Barómetro Giroscopio Geomagnético Luz ambiente |
Batería | Watch5 44 mm: 410 mAh (medida típica) 40 mm: 284 mAh (medida típica) |
Conexiones | WiFi 2,4+5 GHz Bluetooth 5.0 NFC GPS 4G (opcional) |
Funciones Principales | Medición de pulso, pasos y calorías. Objetivos diarios. Electrocardiograma. Medición de oxígeno en sangre. Medición de calidad de sueño. Detección automática de caminata y carrera. Medición de hasta 100 deportes diferentes |
Funciones Extra de Watch5 Pro | Carga de rutas en formato .GPX Seguimiento con avisos de giro por vibración y voz Ruta de vuelta al punto de inicio |
Aplicaciones y modos de deporte | 100 deportes para medir. Incluyendo algunos acuáticos Compatible con Google Play Store |
Fecha de lanzamiento | Disponible |
Precio | Samsung Galaxy Watch5 de 40mm Bluetooth: 200 euros Samsung Galaxy Watch5 de 40mm Bluetooth + 4G: 230 euros Samsung Galaxy Watch5 de 44mm Bluetooth: 230 euros Samsung Galaxy Watch5 de 44mm Bluetooth + 4G: 280 euros |
Diseño muy cuidado
El diseño del Samsung Galaxy Watch5 es atractivo y muy cómodo. He podido probar la configuracón con esfera de 40mm, y lo cierto es que es un formato que me parece ideal para la muñeca. Y más teniendo en cuenta que tengo brazos y muñecas grandes. Eso sí, se pierde algo de espacio útil respecto a la esfera de 44mm, pero no he notado ningún problema a la hora de interactuar con mis dedos. La pantalla sobresale de forma realmente ligera por encima de los marcos, que tienen una forma redondeada para que los movimientos en el borde de la pantalla sean más cómodos.
Me gusta el toque metálico de los laterales y la parte trasera en cristal de zafiro, con un brillo precioso que le da un aire premium. Cuenta con dos botones físicos, uno de ellos para volver atrás un movimiento y el otro para volver directamente a la esfera principal desde cualquier menú o aplicación. La correa es de goma. Es cierto que no es el material considerado más estiloso, pero mi experiencia ha sido muy buena, sin resultar calurosa o hacerme sudar en ningún momento.
Ahora bien, el mejor detalle del diseño a mi entender es la forma en la que se realiza el cierre. La correa pasa por la primera ranura como en cualquier cierre tradicional, pero luego pasa por una segunda cierra que esconde el resto de la correa pegada a la piel. ¿Y por qué tanto espectáculo por esto? Porque eso va a hacer que no se nos suelte la correa en caso de un golpe o de rozar cualquier superficie como una pared. Os podría sorprender la de veces que casi se me calló (o se me llegó a caer) otros relojes o pulseras por este tipo de rozamientos en la zona de cierre. Probablemente sea bastante torpe de lo habitual, pero he agradecido mucho esta idea. De hecho, hasta a nivel visual es un cierre más limpio.
El Samsung Galaxy Watch 5 está disponible en cuatro tonalidades distintas y en dos tamaños diferentes. Ya hemos mencionado los tamaños mientras que las tonalidades se reparten en grafito, zafiro y plata (próximamente) en el tamaño de 40mm y en oro rosa para la configuración de 44mm. Por cierto, el Samsung Galaxy Watch5 tiene resistencia IP68 tanto al polvo como al agua, lo que te permite llevarlo sin problemas para nadar y hacer deporte.
Pantalla brillante y con muy buena respuesta
En la pantalla no hay grandes sorpresas. Samsung sabe hacer muy bien su trabajo con pantallas OLED, y se nota su experiencia en este campo. Para la configuración de 40mm, el panel tiene un tamaño de 1,2 pulgadas y una resolución de 396 x 396 píxeles, mientras que si quieres el formato más grande la pantalla sube a las 1,4 pulgadas y la resolución a 450 x 450 píxeles. En los dos casos, se utiliza la tecnología Super AMOLED de la marca.
Habiendo probado la pantalla más pequeña, tengo que decir que me ha parecido suficiente para aprovechar sus menús y aplicaciones, que están muy bien adaptadas. Por cierto, tenemos la función Always Display On, que viene a ser la pantalla siempre encendida. En este panel puedes ver en todo momento la hora y el estado de batería, pero también la puedes personalizar para mostrar otros datos o incluso poner un fondo personalizado. Claro que no es algo que recomendaría usar demasiado, ya que disminuye el tiempo de batería (de una forma bastante ligera, pero teniendo en cuenta que su autonomía no es muy alta todo lo que resta se nota).
Todas las funcionalidades que imaginas en un reloj
Hay que decirlo. La plataforma inteligente de Samsung para sus relojes inteligentes es muy muy buena. La compañía ha adaptado un número muy grande de apps que lucen muy vistosas y prácticas, tanto de sus propias aplicaciones como de terceros con los que ha trabajado. El movimiento entre los menús resulta muy cómodo, sobre todo a través de las llamadas tarjetas. Lo que hacen estas tarjetas es ocupar todo el espacio de la esfera con la pantalla de inicio de una determinada app, para que interactues con ella de forma directa. Luego si es cierto que el acceso a menú de apps es algo más lioso, con iconos pequeños que al principio pueden resultar confusos y que en el modelo de 40mm son quizás demasiado pequeños.
Pero desde el Samsung Galaxy Watch5 puedes hacer de todo. Están los básicos, como el medidor de pulso, el de oxígeno en sangre y la herramienta de análisis del sueño. También tienes un medidor de estrés para saber si necesitas tomarte un respiro para relajarte, y hasta un medidor de composición corporal para analizar tu estado de forma. Ojo, que la medición es algo compleja por la posición que debes adoptar (subir un poco el reloj en la muñeca, poner el dedo índice y corazón de la otra mano en los botones, separar los brazos…) y al final de tanto tener que repetir el proceso lo que ha subido es mi nivel de estrés.
Por supuesto, otra de las herramientas que tiene mucho peso es la de hacer ejercicio. Como suele ocurrir en estos casos, tenemos decenas de ejercicios disponibles para ponernos en forma, que utilizan los sensores del reloj. Paseo, carreras, ciclismo, natación, máquinas del gimnasio… Hasta cuentas con un apartado para conectar con tus amigos y retaros mutuamente, algo que me parece muy interesante para ponerle un punto divertida a hacer vida sana.
Además de todo esto, el reloj de Samsung cuenta con una memoria interna de 7 GB. Puedes usar este espacio tanto para cargar fotos de la galería de tu móvil y verlas directamente en el reloj como para subir archivos de música en formatos habituales como MP3 y WAV. Esto segundo me parece más práctico, ya que puedes sincronizar el reloj con unos auriculares sin cables y escuchar tu música cuando te vayas a ejercitar sin necesidad de llevar el móvil encima.
Y claro, hay que terminar este repaso con las notificaciones del móvil. En mi uso de este reloj, esta función ha ido como la seda, sin ningún tipo de error u omisión durante el tiempo que he trasteado con el Samsung GalaxyWatch5. Las notificaciones, por ejemplo de WhatsApp, te muestran una imagen del contacto del que has recibido el mensaje antes de mostrarte el propio mensaje. Y aquí verás los iconos en buen tamaño y, sobre todo, la vista previa de las imágenes, algo que en la mayoría de los smartwatch no puedes visualizar. Además, puedes responder desde el smartwatch a los mensajes con respuestas predefinidas o incluso tecleando en el reloj. Tengo que decir que a pesar de lo que pueda parecer, la operación de tecleo es mucho más cómoda de lo que cabría esperar y he podido hasta mantener conversaciones cortas desde el reloj. Todo un acierto por parte de la compañía coreana.
Autonomía demasiado justa pero buena carga
Y llegamos a uno de los principales peros (a mí entender). El tema de la autonomía. La batería del Samsung Galaxy Watch5 da para poco menos de dos días de uso, siempre y cuando no lo exprimamos demasiado. Y este tiempo bajaría de manera radical en caso de usar la función de 4G. Para mí, muy poco para un gadget de este estilo. Al menos, no me he acostumbrado todavía a esta necesidad. El dispositivo de carga es una pequeña base magnética a la que le acoplas el smartwatch y que termina en un puerto USB tipo C. Si tienes un cargador de los nuevos móviles de la marca, no tendrás problema. Si no, te tocará buscar el puerto libre de un portátil o algún adaptador a USB de tamaño completo. Es probable que si llegara de serie con una base más atractiva, quizás este problema de la batería sería menor, aunque también hay que tener en cuenta que si te gusta analizar la calidad del sueño tendrás que buscar momentos libres durante el día para dejar el smartwatch cargando.
Eso sí, he de decir que su sistema de carga rápida es bastante aceptable, y lo tendrás completo en poco más de una hora.
Precio y opiniones
El Samsung Galaxy Watch5 ya se puede comprar en tiendas y a través de la página web de Samsung. Su precio oficial varía según la configuración que compremos. En tamaño de 40mm, el precio con la versión que solo tiene Bluetooth es de 200 euros, mientras que la que incluye 4G sube hasta los 230 euros. Si apuestas por el formato más grande de 44mm, el precio sube hasta los 230 euros en la versión con Bluetooth, y salta hasta los 280 euros si quieres también la conexión 4G para usar todas las funciones sin tener el móvil a mano.
En definitiva, estamos ante un smartwatch que cumple con sobresaliente en cuanto a funciones y diseño. La plataforma de Samsung de apps es muy extensa, y con mucha calidad. Se aprovecha muy bien el espacio disponible en la pantalla (incluso en el formato más compacto) y el número de opciones es realmente amplio. Hablando de pantalla, su brillo y calidad está a la altura de lo que se espera con esta firma. Ahora bien, el gran pero que todavía le veo a este reloj es el campo de la autonomía, ya que a duras penas consigue acercarse a los dos días de uso. Si esto no es un impedimento para ti, se trata de una compra que no te defraudará.