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No es la primera vez que me pongo ante la pantalla de un The One de Philips. Y por eso mis expectativas en esta familia de televisores de gama media eran altas. Este año le ha tocado el turno al The One 8807 y se cumple una de esas máximas tan válidas: si algo funciona, ¿para qué cambiarlo? Philips vuelve a repetir la fórmula de juntar sus mejoras, avances y puntos diferenciales en el mercado de los televisores en un solo dispositivo. Ideal para quienes buscan buena calidad de imagen, sonido potente, compatibilidad con nuevas videoconsolas y todos los colores y posibilidades de Ambilight. Y todo ello por debajo de los 1.000 euros si optas por un tamaño estándar de 55 pulgadas, o de 1.076 euros si subes el listón a las más que generosas 65 pulgadas.

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En mi caso he estado probando de primera mano este último modelo, el de 65 pulgadas. Es grande, muy grande. Pero me parece el tamaño ideal si el protagonista de tu salón es el televisor. Ya sea para ver series y películas o para jugar a videojuegos con una pantalla inmersiva y en la que se muestran todos los detalles. Eso sí, si te sobra salón The One 8807 se vende también en otros tamaños (y precios) desde las 43 hasta las 86 pulgadas. Un televisor que funciona sobre Android TV y al que casi no he podido sacarle peros tras mi experiencia de uso. Te cuento por qué a lo largo de este análisis.

 Philips The One 8807
Diagonal65 pulgadas
Resolución y tecnología4K UHD, Dolby Vision, HDR10+ con Micro Dimming Pro y gestión del color ISF
Tipo de panelLCD LED
ProcesadorP5 Perfect Picture Engine
Sistema OperativoAndroid TV
ControlMando a distancia con micrófono
Sonido2 altavoces de rango completo de 10 W
Dolby Atmos
Diálogo nítido
Sonido IA
Ecualizador IA
Mejora de graves
Modo nocturno
Nivelador automático Dolby
Personalización del sonido con Mimi
Conexiones4 x HDMI (HDCP 2.3 y HDMI + eARC), 2 x USB, Satélite, CI+, Salida óptica, Ethernet, Salida de auriculares,
Conectividad inalámbricaWiFi 802.11ac 2×2 de doble banda, Bluetooth 5
SoporteBase del arco central en plateado claro
OtrosAmbilight a 3 lados
Dimensiones (con peana)270,9 x 908,6 x 1450,5
Peso (con peana)27 kg
Fecha de lanzamientoDisponible
Precio oficial65 pulgadas: 1.075 euros

Primero lo primero: vas a necesitar a alguien que te ayude con el montaje

Al menos en mi caso ha sido así. Este Philips The One 8807 no es complejo de montar. Solo cuenta con un par de piezas que forman su peana metálica y que soportan todo el peso del televisor. Con ocho tornillos, un destornillador y un poco de maña lo tienes hecho. Pero es precisamente el peso lo que me ha obligado a pedir ayuda a otra persona a la hora de llevar a cabo todo este montaje. Más allá de sus 65 pulgadas, que es un tamaño bastante grande para una sola persona, sus 27 kg son difíciles de manejar si estás solo o sola. De hecho, con el embalaje, el bulto alcanza casi los 36 kg. Así que no está de más contar con alguien en este caso, ya que su peso está por encima de la media. Al menos de los televisores a los que me he enfrentado a lo largo de este año y que he sido capaz de montar yo solo (también porque la mayoría los pruebo en 55 pulgadas).

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Si lo haces acompañado, en prácticamente 15 o 20 minutos tendrás todo listo. Como te decía, solo tienes que usar unos tornillos para formar la peana y anclarla cómodamente al televisor. Se conectan los cables (en mi caso el de corriente y dos HDMI) y listo para empezar a usar el televisor.

Aparte del montaje, el proceso de configuración inicial es realmente sencillo para cualquier usuario novel en este mundillo. Y rápido y cómodo para los expertos. The One 8807 no deja de ser un Android TV, así que si vinculas tu cuenta de Google (y tienes en ella almacenados los datos de inicio de sesión de tus servicios como Netflix, Disney Plus o Prime Video, etc.) no perderás tiempo configurando uno por uno los servicios.

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De nuevo, este año Philips vuelve a sorprenderme gratamente con la posibilidad de configurar inicialmente la calidad de imagen antes de empezar a usar su The One. Esto se traduce en la posibilidad de establecer detalles como el grado de retoque para marcar la definición de imagen, el color o tono y el brillo. Con esto he podido dejar a mi gusto un modo vivo para aprovechar al máximo el brillo y representar colores algo sobresaturados pero que hacen que cada imagen se vea más vistosa y atractiva. Y todo ello marcando la definición para simular que las imágenes tienen más detalle del que realmente se muestra. Así la percepción de calidad es superior, incluso con imágenes extraídas directamente de la señal de televisión (que supuestamente son HD pero siempre se ven poco definidas y detalladas). Eso sí, si te arrepientes de alguno de estos ajustes siempre lo puedes cambiar más adelante.

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Definición y calidad de imagen por encima de la media

Teniendo en cuenta que este Philips The One 8807 cuenta con un panel de tecnología LCD con resolución 4K, hay unos cuantos puntos a destacar que hacen de la experiencia de visionado algo superior a la media. Así que sí, pesa más que la media, pero también se ve mejor que la media de televisores con paneles de esta tecnología.

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Lo he notado en momentos clave muy comentados en redes sociales como cierto capítulo de la nueva serie del universo Juego de Tronos: La casa del dragón. Las escenas se producen en una playa en noche cerrada, jugando con el contorno de los personajes iluminados unidireccionalmente por la luz de la luna. Pues bien, sin ser un televisor OLED, capaz de apagar completamente los LEDs que forman la imagen, este The One 8807 ha cumplido con creces en esta situación concreta. En primer lugar porque muestra la imagen oscura tal y como se rodó para disfrutar de ese toque creativo del director de grabarlo todo en penumbra sin problemas como el blooming o colores negros que se ven grises o destellados por la luz residual de la iluminación del panel LCD. Aquí el Micro Dimming Pro, que ilumina las áreas que realmente necesitan iluminación de forma más detallada y concreta, hace su trabajo a la perfección. No es un panel OLED pero se acerca a su funcionamiento apagando aquellas zonas más oscuras. Tanto es así que también he notado que las franjas negras que dan formato panorámico a la imagen se ven así, completamente negras. No hay blooming, no hay grises, no hay proyección fuera de la imagen que se traslade a estas franjas. Elementos que potencian el contraste y elevan por encima de la media esa sensación de calidad de imagen. Pero la cosa no acaba ahí.

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El contraste no solo se mejora gracias al Micro Dimming Pro. Este televisor también soporta Dolby Vision y HDR10+, y te lo hace saber cada vez que reproduces un capítulo o película con esta tecnología con un pequeño cartel en la parte inferior derecha de la pantalla. Con ello se ajusta la configuración y se potencia el contraste para conseguir mostrar detalles e información en las partes más oscuras y también más brillantes de la pantalla. Es decir, que siempre hay información en pantalla para tener esa sensación de imagen rica y que muestra todo lo que el creador quería representar, sin que el brillo de una gran explosión o la casi completa penumbra oculten los elementos del encuadre.

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Eso sí, todas estas tecnologías a veces encuentran a su némesis. He encontrado que en algunas series que no tienen soporte para estos modos de representación o que muestran imágenes difíciles (con grandes cambios de brillo) pueden poner en un pequeño apuro a este televisor The One 8807. Durante estos 15 días de uso solo me ha sucedido en un par de ocasiones muy puntuales, pero he visto cómo el procesamiento de imagen se volvía un poco loco, creando pequeños destellos y parpadeos en situaciones y escenas oscuras que apenas duran unos segundos. Por suerte solo ha sido circunstancial y no se ha repetido durante estos días de prueba.

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Todo este procesamiento de imagen lo lleva a cabo el procesador P5 Perfect Picture, encargado de aplicar las tecnologías y también de reconocer cada elemento en cada cuadro para potenciarlo o transformarlo en su mejor versión posible. Y te aseguro que es un procesador potente y muy ágil. No solo por analizar la imagen y adaptarla a esos modos y ajustes que yo he querido aplicar desde el primer paso de configuración, o para conseguir representar el 90% de colores del espectro DCI-P3, sino también para mover aplicaciones rápidamente o hacer que este televisor sea rápido y cómodo de usar. Sin retardos ni apps que funcionan a pedales (por fin he podido disfrutar de la aplicación HBO Max en un televisor sin tiempos de carga eternos). Por cierto, también permite aplicar el modo Cineasta que elimina esos avances tecnológicos como el refresco a 120Hz para conseguir la sensación de cine que casa con las características técnicas y las sensaciones con las que el directo rodó la escena.

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Así que, lo dicho. La sensación de calidad de imagen está por encima de la media en todo lo que he probado en este Philips The One 8807. Puede saturar y mostrar colores definidos y brillantes, y potenciar el contraste a niveles que otros LCD no llegan. Todo ello evitando los problemas de estas tecnologías gracias a un Micro Dimming Pro realmente bien aplicado. Y es que el procesador hace maravillas potenciando cada elemento. O incluso reescalando contenidos a la resolución 4K del panel. Veas lo que veas en este televisor, venga de la señal de la televisión, de una app de Streaming, de un PC conectado o de una consola, lo vas a ver con todo lujo de detalles. Y siempre vas a poder personalizar la experiencia directamente en los ajustes o escogiendo los diferentes modos de reproducción.

Sonido potente sin necesidad de barra

En los 27 Kg de peso de este The One 8807 de Philips se incluyen sus potentes altavoces. Ha sido comprobando la calidad de la imagen y del sonido cuando ha dejado de importarme eso de necesitar a otra persona para montar todo el equipo. Y es que son solo 2 altavoces de 10 watios de potencia cada uno, 20 watios en total, pero es más que suficiente para darle potencia de sonido a este televisor y llenar cualquier espacio y tipo de salón. De hecho solo he subido el volumen hasta los 15-17 puntos, disfrutando de potencia sin ninguna sensación de sonido enlatado o saturado. Y, además, es un sonido que consigue sensaciones envolventes gracias a la certificación Dolby Atmos. Algo que he comprobado de primera mano jugando al juego Death Stranding y pausando el juego al pensar que había un ruido de goteo viniendo de la cocina. En realidad era la lluvia del título reproduciéndose virtualmente detrás de mí. Adiós al cine en casa físico si no tienes espacio para más altavoces.

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Eso sí, Philips ofrece tecnología DTS Play-Fi para vincular otros altavoces y conseguir ese efecto envolvente real y con más potencia de sonido. O incluso para llevarte el sonido a altavoces que están en otras estancias de la casa.

Pero he descubierto que no necesitas nada de esto. Simplemente puedes configurar la mejor calidad de sonido usando la app Mimi para analizar el espacio de tu salón. El proceso solo lleva unos minutos aunque es algo elaborado para un usuario básico en este aspecto. Pero completamente recomendado si quieres disfrutar de la mejor experiencia de The One 8807 sin usar una barra de sonido.

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Por cierto, el procesador P5 de Philips también tiene mucho que ver en este aspecto. Gracias a él y a la Inteligencia Artificial entrenada que integra es capaz de analizar y mejorar cada sonido que emiten sus altavoces. También es capaz de aplicar varios modos de sonido como el nocturno para evitar despertar al resto de la familia o la herramienta que potencia los diálogos para que no se te escape nada por culpa de la música o efectos ambientales.

Modo y conexiones para los más jugones

Si estás preocupado por si The One 8807 también te permite disfrutar de tu PlayStation 5 o tu Xbox Serie X, no lo estés. No le falta nada en el ámbito de la conectividad videojueguil de última generación. Me refiero a puertos HDMI 2.1 con soporte para VRR+ eARC que no solo llevan el mejor sonido, sino que permiten tasa de refresco variable para conseguir que todo se muestre de forma fluida en pantalla. Ofrece resoluciones 4K con un ancho de banda de 48 Gbps para llevar toda la información rápidamente entre la consola y el panel. Por supuesto, también está acompañado de FreeSync Premium para eliminar esos problemas de cortes de imágenes al mostrar desfasadas la frecuencia de la imagen de la consola respecto al panel. Es muy ágil, con un modo de baja latencia y un retardo de entrada de solo 9ms. Vaya, que vas a ver tus títulos de última generación con todo lujo de detalles y una fluidez de movimiento propia de la etapa que estamos viviendo. Y, si no has dado el salto a la última generación, te aseguro que también vas a disfrutar de muchos de estos avances en 4K con imágenes realmente fluidas y sin cortes ni deformaciones.

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Lo interesante es que, además, Philips ha incluido una Game Bar o una barra con información sobre la señal de vídeo que llega. Algo que gustará a los gamers para conocer detalles como la resolución máxima de la imagen y la tasa de refresco en tiempo real. Pero también con acceso rápido a los ajustes y configuración del modo juego con el que adaptar la experiencia a lo que necesitemos en cada título o momento de la partida.

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Muchas luces de colores

No. No me olvido del Ambilight en este The One 8807 de Philips. Y es que es una de esas claves que no pueden faltar en un televisor de esta compañía. Sobre todo si presume de tener lo mejor de cada casa. En este caso, Philips incluye un Ambilight de tres lados (laterales y parte superior) con todo lo visto hasta la fecha. Es decir, colores que se proyectan más allá del marco del televisor, sobre la pared, para dar la sensación de que la imagen trasciende el panel. Y lo consigue notablemente. No solo por la agilidad a la hora de mostrar estos colores de forma fidedigna respecto a lo que se ven en pantalla, sino por ese ambiente que crea ideal para disfrutar del contenido audiovisual. No necesitas llenar el salón de luces de colores, aunque es compatible con las Philips Hue, para crear ambiente: el propio televisor lo trae consigo.

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Pero ojo, que no solo imita los colores y formas que se están viendo en pantalla  en riguroso directo, también tiene otros modos más allá. Puedes elegir el modo bandera para seleccionar los colores de tu país de manera continua. O decidir seguir el ritmo y melodías de la música en lugar de las imágenes. Y aún más.

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También hay modos extra como el Lounge Light o el Aurora para crear flujos de color mientras el propio televisor está en reposo. Una forma de aprovechar este Ambilight más allá del televisor para crear un salón con ambiente, estés viendo algo o no. Es verdad que, durante mi tiempo de uso, solo he pasado por el menú Ambilight para cotillear los modos y fondos de pantalla, sin que lo haya usado proactivamente en más ocasiones. Sin embargo, ya no quiero un televisor que no cuente con esta tecnología, ya que evito tener que activar otras luces del salón y disfruto de los colores y la experiencia jugando o viendo series. Todo ello incluso cuando mi pared del salón es azul. Pero puedes configurarlo para que la representación de tonos sea fidedigna aunque la pared tenga colores diferentes al blanco. Los de Philips lo tienen todo pensado con esto de Ambilight.

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Diseño minimalista y plateado para casar con cualquier estilo

Pocos aspectos puedo comentar del diseño de este Philips The One 8807 debido a su minimalismo. Lo único que vas a ver cuando lo tengas en frente es panel y unos marcos plateados bastante delgados. No casan las líneas de los televisores de gama alta de otros fabricantes que prácticamente han acabado con los marcos, pero tampoco resultan exagerados. Eso sí, verás falta de simetría al contar con tres laterales finos (0,5 cm) y un marco inferior algo más grueso (1,3 cm).

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Estos marcos se apoyan sobre una peana única. Para mi, el punto más discordante del diseño de este equipo de Philips. Aunque para gustos los colores. Y es que tengo que decir que me recuerda al soporte de un monitor en lugar de un televisor de buenas prestaciones. Echo en falta unas patas metálicas sencillas que siempre me parece que estilizan algo más el conjunto. Pero, aun así, esta peana resulta limpia y sencilla gracias a sus líneas rectas y acabado plateado. Lo dicho, toda una oda al minimalismo metálico que casa con muebles de madera claros u oscuros, o con muebles metálicos. Aunque también puedes colgar el televisor de la pared. Por cierto, la peana es sustituida por patas en los modelos de 77 y 86 pulgadas.

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Respecto al mando, con un tono plateado que casa los bordes metálicos del televisor, solo tengo que criticar sus formas demasiado rectas y su tamaño. Le da la importancia que tiene y espacio para todos los botones que se necesitan. Pero quizá se antoja un poco grande, de nuevo, para mi gusto. Después de haber visto lo que ha conseguido Samsung con sus gamas altas, para mi cada vez tiene menos sentido los mandos de gran tamaño. Aunque son más aptos y mejoran la usabilidad para todo tipo de usuarios.

Lo bueno es que en el mando se incorpora un micrófono para usar el Asistente de Google. O para darle órdenes a Alexa, con la que también es compatible este televisor. Incluye botones rápidos para el menú Ambilight, el Asistente de Google, Netflix, Rakuten TV, Prime Video y el menú principal de herramientas de Philips. Mucho espacio que quizá debería aprovecharse de otra manera. Al menos nunca perderás de vista el mando entre los cojines del sofá.

Conclusiones tras 15 días de uso

En definitiva, un televisor con todo lo que debería buscar un usuario medio preocupado por una calidad de imagen superior a la media, un buen sonido sin usar barra de sonido y unos extra de lo más interesantes. Sobre todo en el tema gaming, donde están las mejoras y avances de este modelo con su Game Bar y conexiones de última generación. Todo ello con precios bastante equilibrados para lo que ofrece, siendo la mejor opción los modelos de 55 o incluso 65 pulgadas si se tiene un salón grande.

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Por supuesto hay televisores con mejor calidad de sonido. U otros que tienen un mejor diseño. Pero ninguno en el mercado es tan equilibrado en cuanto a precio, calidad y prestaciones todo en uno. Y ahí es donde reside el verdadero potencial del único e inigualable The One 8807.

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