Ya llevamos varios meses en plena guerra de Ucrania, que parece que está durando más de lo que algunos hubieran pensado en un principio. Pero aunque las imágenes de ciudades destruidas y refugiados huyendo son lógicamente las que más llaman nuestra atención, el enfrentamiento entre ambos países va mucho más allá. Y se está llevando a cabo una ciberguerra entre Rusia y Ucrania que también está marcando sobremanera el conflicto no solo de estos dos países, sino también de los aliados de unos y otros. Con la ayuda de un informe de Microsoft, vamos a intentar explicar algunos de los puntos más importantes de esta guerra cibernética.
La defensa tiene que ser también cibernética
Una de las conclusiones a las que ha llegado este informe es que la defensa contra una invasión militar ahora requiere que la mayoría de los países tengan la capacidad de desembolsar y distribuir operaciones digitales y activos de datos a través de las fronteras y hacia otros países. De hecho, una de las primeras operaciones de Rusia fue contra el centro de datos del gobierno de Ucrania.
Sin embargo, el gobierno de Ucrania ha conseguido alojar sus datos en centros en la nube de toda Europa, de manera que no se ha terminado perdiendo toda la información.
Los avances en ciberseguridad ayudan a Ucrania
Los avances recientes en la inteligencia contra amenazas cibernéticas y la protección de puntos finales han ayudado a Ucrania a resistir un alto porcentaje de los destructivos ataques cibernéticos rusos. Y es que hoy en día rastrear las actividades en la red es mucho más complicado que hace unos años.
El ejército ruso ha lanzado operativas contra 48 agencias y empresas ucranianas diferentes. La idea era propagar malware y hacer que los datos del gobierno ucraniano se fueran borrando de manera progresiva. Pero gran parte de esos intentos de ataque han sido impedidos y se han quedado en nada.
Rusia también ha intentado atacar a los aliados de Ucrania
No es secreto para nadie que muchos países se han unido para intentar ayudar a Ucrania en su conflicto con Rusia. Pero no les ha salido gratis. Puede que Rusia no se haya puesto a lanzar misiles contra otros países, pero sí que ha realizado ataques cibernéticos fuera de sus fronteras.
Así, se han detectado más de 128 organizaciones en 42 países fuera de Ucrania, siendo Estados Unidos el principal objetivo de dichos ataques.
Rusia también recurre a la influencia cibernética
En un intento de buscar apoyos para su posible victoria en el conflicto, Rusia está recurriendo también a operaciones de influencia cibernética. Así, a las tácticas utilizadas por la KGB durante décadas se han unido también nuevas estrategias digitales con la intención de captar influencia extranjera con un espectro geográfico más amplio. Y a su vez también están intentando influir en su propia población para que se muestre a favor del conflicto y en la población ucraniana para minar su moral y la confianza en la posibilidad de ganar el conflicto.
La estrategia debe ser coordinada e integral
Si algo estamos aprendiendo en este conflicto entre Rusia y Ucrania es que no basta con realizar una sola estrategia para vencer una guerra. Tanto las acciones que se realizan en el ciberespacio como las que encontramos en el campo de batalla deben estar perfectamente coordinadas para cualquier país que quiera tener posibilidades de ganar un conflicto. Aunque puedan parecer dos tipos de amenazas muy diferentes, hay que tener en cuenta que forman parte de una misma estrategia, y esto es algo que hay que considerar a la hora de planear la defensa.