He usado el Samsung Galaxy A53 5G durante casi dos semanas como móvil de cabecera. Desde donde mando mis WhatsApp, juego con Pokémon, comparto stories de mi perro Curro y deslizo a izquierda y a derecha sin mucha suerte en el amor. Tal y como lo haría en mi móvil normal. Y todo ello para contarte cómo se desenvuelve en las manos de un harduser este móvil. ¿Merece la pena? ¿Tiene buena cámara? ¿Qué sea un gama media hace mella en la autonomía? ¿Me sirve para el día a día? ¿Cuánto cuesta? Te contesto a todo esto y mucho más a lo largo de este análisis. Pero primero un poco de contexto: Se trata de un móvil de 450 euros que presume de carcasa con diseño moderno en la trasera, con un módulo de cámaras disimulado. Y con márgenes plateados casi planos. Pero lo interesante es su pantalla SúperAMOLED de 6,5 pulgadas y 120Hz de refresco, su cámara principal de 64 megapíxeles, sus 5.000 mAh de batería y todo el software firmado por Samsung. La propuesta es equilibrada, ¿pero cumple?
Si no conoces la familia Galaxy A de Samsung es, seguramente, porque hayas vivido en una cueva estos últimos años. Se trata de la familia de móviles de gama media o relativamente asequibles de la compañía. Y son un bombazo en ventas al recortar algunas prestaciones y, sobre todo, precio respecto a la familia Galaxy S de sus móviles estrella. Se parecen a los Galaxy S FE, pero con la salvedad de que no buscan imitar a sus hermanos mayores y más lujosos, sino cubrir estos mercados más asequibles. Y se nota en los acabados y en sus características.
La pantalla: el componente estrella de este móvil
Así, ya has visto el spoiler. El panel de este terminal es la característica que más he disfrutado durante estos días. Aunque hay un par de peros muy a tener en cuenta para que no te lleves una sorpresa al sacarlo de la caja. Pero vaya, que Samsung sigue haciendo los mejores paneles a nivel color, brillo y efecto wow.
Estas características son propias de la tecnología SuperAMOLED de estos paneles, que cuentan con un gran contraste y colores muy bien definidos. En este caso se disfruta en cualquier situación y momento. El brillo es más que correcto, se aplica rápido cuando he estado en exteriores para ver cualquier cosa sin problema. Y bueno, si quieres dejar los blancos realmente blancos y equilibrar tonos siempre puedes personalizarlo en los ajustes del terminal. Yo, desde luego, me quedo con el efecto wow de colores intensos.
Además el panel admite los 120 Hz de tasa de refresco. Pero no es progresivo. O nos quedamos con 60 o nos quedamos con 120 Hz. Y esto no es un pero, pero ya sabes que con más velocidad más agilidad para quedarte sin batería. Yo lo he estado usando a 60 Hz sin problema. De hecho mis peros vienen por otra parte:
Uno es algo que no veía hace mucho tiempo. Resulta que, a pleno sol, el panel se transparenta y muestra algunos elementos pegados a él. El más vistoso es el lector de huellas bajo el panel. Algo que se muestra como si la pantalla estuviera quemada o golpeada. Por suerte, en cuanto está encendida y mostrando algo que no sea con un fondo blanco esto se disimula. Pero es algo que no había visto en móviles bien construidos.
Otro pero es el de los marcos. Sí, estamos en un gama media y no en un Premium. Pero los marcos son generosos alrededor del panel y, sobre todo, diferentes casi en todos los lados en cuanto a grosor. No es algo que te vaya a crear un gran toc, pero el problema es que una vez que lo ves no lo puedes “desver”.
Aparte de esto, su resolución FullHD+ es más que suficiente para disfrutar de cualquier contenido gracias a su color y a su brillo. Pero los “peros” también están ahí.
Mueve apps y mueve juegos, pero no es el más rápido de su clase
No. Ya sabemos que con el procesador Exynos 1280 este Samsung Galaxy A53 5G no va a ser ni el primero ni el más listo de la clase. Pero hay cosas realmente buenas y alguna experiencia también bastante mala que te tengo que contar.
¿Lo bueno? Pues que es suficientemente solvente para mover cualquier aplicación actual. No temas, los filtros de Instagram y estos elementos gráficos también se resuelven con cierta solvencia. Incluso vas a poder mover juegos casuales y algún multijugador online potente aunque sin alardes gráficos. Lo dicho, no vas a conseguir el funcionamiento más rápido, la multitarea más completa o los acabados y detalles gráficos más vistosos en pantalla. Pero cumple muy bien en general.
Sin embargo, no sé si ha sido el Exynos 1280, sus 6GB de RAM o la capa de personalización One UI 4.1. Pero el rendimiento durante los primeros días fue bastante reprochable. Y es que el tiempo que tarda en reaccionar el móvil desde que pulsas el panel era de unas cuantas décimas de segundo o algún segundo entero. Algo que me llevaba a equivocarme con las acciones al llevar retraso de funcionamiento, o que me hacía pulsar varias veces sobre algún botón aunque yo sabía que lo había pulsado correctamente. Por suerte, esta experiencia solo se alargó unos días. Y ahora que está todo actualizado el móvil funciona bien. No especialmente fluido, pero sí bien.
Samsung Galaxy A53 5G | |
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Pantalla | 6,5 pulgadas con tecnología Super AMOLED, protección Corning Gorilla Glass 5, formato 20:9, resolución Full HD+ y tasa de refresco de 120 Hz |
Cámara principal | – Sensor principal de 64 megapíxeles y apertura focal f/1.8 con estabilización óptica – Sensor secundario con lente gran angular de 12 megapíxeles y apertura focal f/2.2 – Sensor terciario con lente macro de 5 megapíxeles y apertura focal f/2.4 – Sensor cuaternario de profundidad de 5 megapíxeles y apertura focal f/2.4 |
Cámara pasa selfies | Sensor principal de 32 megapíxeles con apertura focal f/2.2 |
Memoria interna | 128 y 256 GB de tipo ¿UFS 2.2? |
Ampliación | A través de tarjetas micro SD hasta 1 TB |
Procesador y memoria RAM | Samsung Exynos 1280 6 u 8 GB de RAM |
Batería | 5.000 mAh con carga rápida de 25 W |
Sistema operativo | Android 12 bajo Samsung One UI 4 |
Conexiones | 4G LTE, 5G SA y NSA, WiFi 802.11 a/b/g/n/ac de doble banda, Bluetooth 5.1, GPS + GLONASS, NFC y USB tipo C |
SIM | Dual nano SIM |
Diseño | Acabado en policarbonato y metal Colores: negro, blanco azul y color carne |
Dimensiones | 159,6 x 74,8 x 8,1 milímetros y 189 gramos |
Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares bajo la pantalla, NFC para pagos móviles, carga rápida de 25 W, desbloqueo facial mediante software, protección al agua y al polvo IP67… |
Fecha de lanzamiento | A partir del 1 de abril |
Precio | Desde 449 euros |
Son detalles de una décima de segundo al abrir la multitarea, algo de tiempo de más al abrir una aplicación, y otros momentos que me han recordado día a día que no estoy ante un móvil de gama alta. Lo bueno es que luego, dentro de las aplicaciones y los juegos, el funcionamiento sí parece algo más fluido aunque no sea tan rápido como en un terminal Premium. Pero existen estos pequeños parones que empañan el funcionamiento general. Algo que espero que solucionen con una actualización.
Muchas funciones para no descargar aplicaciones
He criticado un poco ONE UI 4.1, la capa de personalización de Samsung, en este Samsung Galaxy A53 5G. Y es que es mi apuesta por la razón por la que este móvil sufre algún que otro parón o retraso momentáneo. Es posible que el motivo de estos momentos de poca fluidez quizá esté creado por una capa de personalización que tiene infinidad de ajustes, herramientas y soluciones a problemas del día a día. Y es que prácticamente no necesitamos descargar aplicaciones una vez que sacamos el Galaxy A53 5G de la caja.
Hay absolutamente de todo: desde herramientas para personalizar la armonía cromática del móvil según el fondo que elijas. Opciones para personalizarlo todo como los vídeos en la pantalla de bloqueo o todo el mundo del AR Emoji con el que puedes crear incluso stickers. Pero también con herramientas extra en la galería para editar fotos, recuperar originales o remasterizarlas sin ninguna app adicional. Y así podría seguir con cualidades como gestos para controlar el terminal, un Game launcher para mejorar la experiencia de juego, una barra de herramientas rápida con apps… Etc.
De hecho, son tantas cosas que por fin he descubierto que el apartado de consejos y manual de usuario dentro de los Ajustes es realmente útil. Y es que aquí se explican muchas funciones como Private Share, WiFi segura y otras herramientas que se incluyen de serie.
¿Prefiero tener rendimiento a herramientas que no siempre voy a usar? Pues sí, prefiero rendimiento. Pero todo está llevado realmente bien, incluido en el móvil sin sensación de bloatware. Ahora solo falta ajustar las tuercas para que jugando a Pokémon GO o saltando entre aplicaciones no se den esos pequeños parones en el Galaxy A53 5G, ¿eh, Samsung? Guiño, guiño. Codazo, codazo.
Las cámaras: el otro pilar del Samsung Galaxy A53 5G
Samsung ha demostrado este 2022 que ha corregido uno de los principales problemas de la compañía. Y es que, aun usando los mejores sensores, su procesado de imágenes seguía dejando la calidad fotográfica varios escalones por debajo de la media en sus diferentes gamas. Lo ha corregido en la familia Galaxy S y parece que también lo aplica a la Galaxy A. Con peros, claro.
El sensor principal de 64 megapíxeles con estabilizador cumple muy bien. Me ha sorprendido que en su gama perfile de forma detallada elementos y también colores. Siempre con ese toque sobresaturado de Samsung al que ya estoy acostumbrado y que hace más vistosas las fotos. Pero la clave que más me ha sorprendido y que no he visto en muchos gamas altas es la capacidad de mostrar el contraste. El rango dinámico me ha parecido especialmente bueno. Consigue detalles muy claros y muy oscuros en la misma imagen sin usar un filtro HDR torticero. Y, si tienes un poco de maña con esto de la fotografía y pillas un día de nubes y claros vas a conseguir resultados bastante sorprendentes. Por supuesto, cuando la luz empieza a escasear las costuras de las fotos empiezan a aparecer. Aquí el contraste sigue luciendo, pero se pierde definición. Lo bueno es que el procesado respeta bastante bien colores y resultados en un móvil que es de gama media.
Lo que no cumple también son el resto de objetivos. Especialmente el gran angular. Este sensor pierde definición notablemente en comparación con el principal incluso con luz. Así que he evitado usarlo en la mayoría de veces. Lo mismo que el macro, que salvo situaciones puntuales con resultados poco llamativos, ha pasado completamente desapercibido para mi.
Lo bueno es que la aplicación de cámara ahora cuenta con mejor procesado. Y se nota en las fotos normales pero también a la hora de hacer un retrato a mi perro (<3) aunque se invente completamente el verde del césped. El resultado es llamativo, pero también definido y contrastado. Con un toque bokeh exagerado pero que podemos cambiar. Y, aparte, están el modo Diversión con las lentes de Snapchat sin tener que descargar esta red social. O los ajustes de la app de Galería para retocar, borrar objetos y un montón de herramientas más.
Los selfies, por su parte, también me han resultado positivos. Siempre mejor cuanto más luz haya. Pero incluso el recorte del modo retrato acierta la mayoría de las veces. No siempre, quedándose un poco atrás respecto a otros móviles del mercado con estos rangos de precio como los Xiaomi, pero cumpliendo bien.
El vídeo parece haberse beneficiado también de las mejoras de procesamiento de imágenes. Y, gracias a la estabilización óptica, podemos conseguir resultados bastante buenos a pulso. Lo peor en este aspecto es el enfoque de noche. Aunque consigue reflejar buenos colores con poca luz, parece que el enfoque sufre bastante hasta encontrar el objeto cuando no hay luz que le ayude a detectarlo.
Diseño joven pero elegante
Lo primero por lo que se identifica a este Samsung Galaxy A53 5G es el aspecto. Sin duda. Y sobre todo por su carcasa trasera. Aquí copia lo que OPPO empezó a hacer con su Find X3 Pro a la hora de “disimular” el módulo de cámaras. Éste se eleva sobre la carcasa trasera pero sin saltos ni aristas. Como cuando cubres un mueble con una sábana. Y resulta bastante icónico en un mercado donde las marcas siguen llamando la atención sobre este elemento.
Igual de “inspirados” son sus laterales plateados. Recuerdan ligeramente a iPhone. Pero, en conjunto, este Samsung Galaxy A53 5G es un móvil sencillo, joven pero elegante. Nada de esas gamas medias estridentes y horteras. Además Samsung ha escogido colores pastel que, personalmente, me resultan muy atractivos. He probado la versión en azul sin funda, recogiendo todas las huellas de mis grasientos dedos. Pero puedes elegir también un atractivo color melocotón, en blanco o en negro. Y sí, aunque su acabado es plástico y no cristal, no se libra de las huellas. Aunque aguanta muy bien el tipo en cuestiones de resistencia. Al fin y al cabo cuenta con protección IP67 que lo hace resistente al polvo y a las inmersiones en agua dulce hasta un metro de profundidad y por no más de 30 minutos. Por delante, además, lleva pantalla Gorilla Glass 5. Vaya, que resistente es (no aseguraré que se me ha caído un par de veces sin funda y no le ha ocurrido nada a menos que sea en presencia de mi abogado).
Donde hay cambios respecto a la edición anterior es en las conexiones. En estos laterales plateados encontramos solo el botón de inicio y los de volumen. Y abajo el puerto USB tipo C y la bandeja para la doble SIM. Ve jubilando tus antiguos auriculares con puerto mini jack de 3,5 mm porque ya no podrás usarlos en este móvil a menos que tengas un adaptador. Por cierto, Samsung está regalando unos Galaxy Buds 2 por la compra de este móvil. Así que te hace esa jubilación más fácil.
En mi experiencia, las sensaciones sobre la mano con este Samsung Galaxy A53 5G van más allá de la gama media. Sí, los materiales no son “nobles”, pero Samsung sabe muy bien cómo construir un terminal. Es compacto, es ligero, es resistente y además es vistoso. Bebe de aquí y de allá en cuanto a diseño, pero es un móvil bastante icónico gracias a los colores elegidos. Se siente de calidad en la mano. Quizá por sus 189 gramos de peso. No es ligero pero sí ayuda a darle esa importancia a pesar de los materiales.
Buena autonomía, pero sin pasarse
Samsung nos dice que la autonomía del Samsung Galaxy A53 5G dura hasta dos días. Pero no es mi caso. Yo, como harduser o usuario intensivo he contado con tiempos que van desde las 4 hasta las 8 horas de pantalla encendida. Buena autonomía, por tanto, para un usuario medio. Pero es ese intervalo lo que me ha despistado al necesitar cargar el móvil antes de que acabe el día en algún caso, mientras que otros han aguantado sin problema. Supongo que aquí los algoritmos que estudian los usos que le damos al móvil para gestionar la energía en cada caso tiene bastante que ver.
La carga rápida es de 25 watios, que está muy por debajo del estándar del mercado en estos rangos de precio. Pero al menos no necesitamos más de dos horas para cargar sus 5.000 mAh. Eso sí, recuerda que Samsung sigue sin incluir el cargador en el paquete. Cable sí, pero adaptador de corriente no. Cosas de ser respetuosos con el medio ambiente, o eso dicen ellos.
Conclusiones tras una semana de uso
No es una locura que Samsung siga vendiendo Galaxy A como este Galaxy A53 5G como churros. Es un dispositivo muy equilibrado en todos sus puntos, consiguiendo buena media de calidad/precio. Buen acabado, buena cámara principal, buena autonomía, un rendimiento suficientemente potente… Todo ello por 450 euros.
Tiene sus peros, claro está. Esas costuras que demuestran que es un gama media y no un miembro de la Galaxy S. Sin embargo, si estás pensando en hacerte con él más allá del empuje de estar firmado por Samsung (para los fans de la marca) hay detalles que no se terminan de entender. Sobre todo en un mercado tan competitivo como la gama media con la presencia de Xiaomi o Realme. Por ejemplo, el detalle del panel que parece marcado o quemado a plena luz del día y que es una mera transparencia. No incluir el cargador. Unas cámaras auxiliares que sirven de poco o nada. O un rendimiento que a veces parece pausarse por una décima de segundo y que empaña la experiencia de uso general. Algo que por 450 euros tiene competencia directa con mejores procesadores o cargas rápidas más potentes. Pero que quizá no son tan equilibrados como este Samsung Galaxy A53 5G.
Antes tenia un Xiaomi Redmi 9, la batería me duraba dos días. Con este Samsung lo he de cargar cada noche……………