Vuelve Aloy. La ungida, la paria de los Nora que empezó su aventura deseando conocer quién era su madre y terminó envuelta en una aventura en la que estaba en juego la supervivencia del mundo entero. Horizon Zero Dawn fue el juego del que me enamoré hasta el punto de comprarme la PS4 después de años apartado del mundo de los videojuegos, y Horizon Forbidden West ha vuelto a ser el motivo por el que he dado caza sin descanso a una PS5 antes de que saliera al mercado. Durante estos días lo he estado probando, echándole horas y acostumbrándome a las nuevas mecánicas. Y ojo, porque ser un fan confeso del universo Horizon provoca que los cambios de este nuevo título tengan que conquistarme de nuevo. ¿Lo consiguen? ¿Es Horizon Forbidden West el juego que va a marcar el comienzo de una nueva era de videojuegos? Acompáñame y te lo cuento.
Nombre: Horizon Forbidden West
Plataforma: PS5 / PS4
Tipo: Aventura
Público: Adulto
Multijugador en local: No
Juego online: No
Precio: 80 euros (PS5)
Un juego para empezar de «zero»
Horizon Forbidden West empieza apenas unos meses después de donde lo dejó la primera parte, con Aloy investigando una cura para una peligrosa plaga que amenaza con acabar la vida en la tierra (no es mucho spoiler, en la primera cinemática del juego ya te lo cuenta la propia protagonista). Justo venía de un revival de Zero Dawn así que lo tenía más que fresco, y esto es lo primero que tengo que advertirte cuando te enfrentes al juego nuevo: vas a tener la sensación de empezar de cero. La forma de moverse de Aloy, la sensibilidad a la hora de apuntar, incluso el modo en el que escala o interactua con los objetos. Hay cambios sutiles que si eres un enamorado de Horizon te van a costar. En los menús tienes multitud de opciones para adaptar los controles y acercar la sensibilidad a lo que venías viviendo, pero todo hay que decirlo. No es fácil venir de derribar Avempestades con la suficiencia de una cazadora mítica y venir a pegarte –y casi morir– con máquinas que parecen una mezcla entre surikatos y lagartijas. Horizon Forbidden West requiere paciencia para ir volviendo a sintonizar con su latido.
La primera misión te interna en busca de una copia de Gaia, la IA que se encarga de la terraformación del planeta, y aquí deja una puerta abierta que me parece más que interesante. La posibilidad de que los Antiguos hubieran colonizado otros planetas fuera de la tierra. Me parece una idea que podría traer muchas y buenas historias a lo largo de la historia, y aunque todavía no he terminado Forbidden West, da la impresión de que es una vía que de momento no van a explotar. Al principio, te interna en la historia con la aparición de los personajes que te acompañaron en el juego anterior, y eso lo cierto es que te ayuda a volver a conectar.
La historia: un mundo que te va conquistando poco a poco a través de los personajes
Sí, al principio no esperes que la historia te vaya a encandilar de golpe. Se pierde gran parte del efecto sorpresa de Horizon Zero Dawn, cuando vas descubriendo junto a Aloy los secretos del pasado y el fin de la civilización antigua. No obstante, al igual que en Zero Dawn la historia se va construyendo a través de los personajes, muchos de ellos con historias realmente interesantes y con una voz propia que hace que te vayas enamorando bocado a bocado del juego. A esto ayuda también el excepcional trabajo que han hecho los actores y actrices que dan vida a los personajes, empezando por la propia Michelle Jenner en el papel de Aloy. Da gusto descubrirlos y reir con ellos, empatizar con sus historias o incluso odiarlos. Para mí, esta es una de las claves por las que Horizon vuelve a ser un juegazo que merece la pena vivir.
La música acompaña a esta historia como un guante. De hecho, al principio puedes echar en falta más profundidad pero según va avanzando la historia la música crece y se va volviendo más amplia y compleja, con algunas piezas memorables.
El entorno: mantiene la magia de ese mundo exhuberante y añade el agua
El entorno sigue siendo fantástico, un espectáculo para los sentidos que hace que de vez en cuando te pares solo para contemplar un atardecer en lo alto de una montaña. Además, a esto se le une un avance fundamental: el del agua. La forma en la que se ha tratado el agua en este juego es una delicia. Los reflejos, el juego con la transparencia y los colores de las algas, cada lago o riachuelo es distinto. Y para los amantes del buceo, ahora puedes descubrir todo un mundo bajo la superficie del agua que casi te invita a perderte durante minutos y horas en las profundidades, buceando entre peces.
La lanza y el combate cuerpo a cuerpo, la gran diferencia
El 90% de los que jugamos a Horizon Zero Dawn terminamos desechando el uso de la lanza en pos del arco y otras armas a distancia, excepto en los ataques sigilosos. Y era uno de los puntos más flojos del anterior juego. Los desarrolladores de Guerrilla tomaron nota y han convertido este arma en una de las novedades que más vas a notar a lo largo de la historia. Nuevas animaciones de los golpes, combos para derribar y romper la defensa de tus enemigos, ataques de energía… Lo cierto es que le aporta un punto extra que a mí me ha encantado y que me ha hecho redescubrir el atractivo de los combates cuerpo a cuerpo.
Las armas a distancia, cuesta y mucho adaptarse
Es la otra cara de la moneda. Por momentos me ha dado la impresión de que para hacer que el juego sea más variado en sus mecánicas y formas de combatir las máquinas los desarrolladores han hecho que el manejo de los arcos resulte más incómodo. Han pasado horas de juego hasta que he empezado a sentirme a gusto disparando con el arco, y todavía más tiempo para hacerme con la sensibilidad a la hora de apuntar (y eso que he estado trasteando con los controles de sensibilidad de los ajustes). Quizás era un modo de hacerte descubrir todo el universo de posibilidades y mecánicas de este juego, pero resulta algo pesado si vienes acostumbrado del anterior. Mención aparte lo del arco preciso. No sé vosotros, pero esta era mi arma predilecta en el anterior título. Lo de «arma de cadencia lenta» se ha llevado a un nuevo nivel, y ya no resulta tan potente ni ventajoso como en el pasado.
Lo que sí me gusta es que avanza todavía más en la dificultad para enfrentarte a las máquinas. Ahora es más necesario analizar y estudiar las máquinas con tu foco para ver sus puntos débiles y aprovecharlos en tu favor. Hay muchas en los que golpear su depósito elemental con el tipo de flechas adecuada supone la diferencia entre destrozarlas fácilmente o pasar un mal rato con los ataques.
Máquinas mucho más letales
Y es en este punto donde también este juego supone un mayor reto. Las máquinas tienen ataques más sofisticados y variados. Incluso los chatarreros, que en la anterior versión eran sencillos, ahora tienen un mayor número de ataques y su velocidad a la hora de cargar contra ti es realmente alta. Me gusta mucho este giro que te obliga a dedicar más interés y tiempo en conocer a tu enemigo.
El sistema de mejora se vuelve mucho más RPG
En Horizon Forbidden West hay un importante giro hacia el RPG en el sistema de mejora de habilidades, de armas y atuendos de «la Ungida». Me recuerda mucho al sistema de Skyrim en este punto, y aquí se ganan y se pierden cosas por el camino. Se gana coherencia y realismo, ya que por ejemplo para mejorar las armas, atuendos y capacidad de carga vas a tener que buscar un banco de trabajo en asentamientos humanos. Las armas ahora tienen niveles de daño, y tienes que mejorarlas hasta el tope para poder añadir bobinas de mejora. Lo mismo ocurre con los atuendos.
Lo que no me convence tanto es el sistema de habilidades. En Horizon Forbidden West hay más de 160 habilidades distintas que mejorar, divididas en seis grandes áreas: guerrera para mejorar los ataques cuerpo a cuerpo, trampera para las trampas, cazadora para las mejoras de combate a distancia, superviviente para mejorar la salud, infiltrada para el sigilo y maquinista para el control y uso de las máquinas. Esto te da mucha más variedad en tu juego y mejora del personaje, pero también lo complica hasta el punto que resulta muy difícil hacerse una estrategia más o menos clara. Y en este punto te estarás preguntando, ¿cómo llego a aumentar ciento y la madre de habilidades? ¿Tengo que subir 100 niveles? Aquí las misiones van al rescate, muchas te ofrecen varias habilidades por completarlas. Es decir, subir de nivel ya no es tan crucial para que Aloy sea una cazadora espectacular.
Uno de los añadidos que te vas a encontrar aquí es el uso de habilidades especiales, que solo se pueden usar cuando desbloqueas varias habilidades previas. Por ejemplo, tienes una habilidad para lanzar una ráfaga de flechas u otra para aumentar la posibilidad de crítico a la hora de disparar. Estas habilidades especiales se pueden usar cuando cargas una barra de valor, que se consigue derribando enemigos, acertando en los puntos débiles de las máquinas…
Salud y alijo
Se acabó lo de recoger las flores de escarcha para crear munición. Ahora la creación de munición depende de las piezas de máquinas, mientras que las flores quedan para tintar tu armadura (me ha recordado mucho al Ghost of Thushima en este punto) o para que te cocinen comida. Sí que sigue siendo vital la caza de animales para mejorar equipo y también para estos platos. Cada plato ofrece unas mejoras temporales a la salud o a la resistencia.
También hay cambios en Horizon Forbidden West a nivel visual en el aspecto de la salud. Sigues necesitando recolectar arbustos medicinales, pero ahora ya no tienes una barra que se va consumiendo según el ataque recibido. Tienes una bolsa con un tope de hierbas medicinales (empiezas con diez), que se gasta cuando recuperas salud. Es el mismo concepto, pero todo el exceso que recojas va directo al alijo. Este concepto tiene una ventaja clara: se acabó lo de alcanzar constantemente tu tope de recursos, lo que no puedas cargar se va a este alijo virtual al que puedes acceder en cualquier asentamiento. De hecho, basta con apretar un botón para recargar todos los recursos que has ido gastando por el camino. Hay que reconocerlo, es práctico pero echo de menos la estrategia de tener que economizar y decidir qué recursos llevas contigo.
Nuevas herramientas: el gancho y el Alaescudo
Además de nuevas armas, en Horizon Forbidden West se añaden nuevas herramientas para ampliar el número de dinámicas a las que te puedes enfrentar. Una de las principales es el gancho, que puedes usar tanto para arrancar zonas de paredes medio derruidas como a la hora de escalar, aprovechando distintos puntos. La escalada se ha vuelto más compleja y variada. Ya no te va a valer con empezar a darle al botón de saltar y al joystick para empezar a trepar como loca por una montaña o algún obstáculo similar. El uso del gancho le da bastante juego, ya que te permite acceder a puntos altos. Eso sí, a veces reconozco que echo en falta esa paz de espíritu que te daba darle a un botón repetidamente y que Aloy hiciera el trabajo duro. Vago que es uno.
Otra de las herramientas que me han encantado para este Horizon Forbidden West es el Alaescudo. Una especie de paragüas futurista (por no decir aladelta improvisado) que te permite planear cuando te tiras desde lo alto. Si eres, como yo, un amante del entorno y los parajes de Horizon, vas a disfrutar como un niño de estas caídas disfrutando de las vistas.
Este juego es para ti si…
Jugaste a Horizon Zero Dawn y quieres otro juego para echar horas y horas y deleitarte con su espectáculo visual y con la riqueza de sus personajes. Uno de los mejores juegos que encontrarás este año
No te lo recomiendo si…
Todavía no has jugado a Horizon Zero Dawn, la historia aunque se puede seguir pierde muchos enteros
PUNTUACIONES
Diversión 10
Gráficos 9.5
Vicio 9
Tiempo de juego 10
Sonido 9.5
Dificultad 8
NOTA GLOBAL: 9.5