Foodini, así es la impresora 3D española que imprime comida

La tecnología llega a todas partes y la comida no iba a ser una excepción. Foodini no te va a imprimir un chuletón, pero es una impresora 3D española capaz de imprimir comida y llevar las creaciones culinarias a un nuevo nivel. Desde pasta hasta puré de patatas, pasando por las -casi- infinitas aplicaciones que tiene este equipo en la repostería: chocolate, glaseados, masas para hornear… A través de un sistema sencillo pero preciso de cinco cápsulas de acero y varias boquillas diferentes para crear las formas que estás buscando. Y todo controlado desde una aplicación o por medio de la propia pantalla táctil de la impresora, con opción de que te crees tus propios diseños de comida o de usar las formas predefinidas que tiene Foodini.

Eso sí, si esto te suena bien quizás te asuste un poco más el precio: unos 3.450 euros (viene con el pack de accesorios que la hacen plenamente funcional). Y es que, de momento, esta versión de la impresora 3D está pensada para negocios como restaurantes o pastelerías. ¿Llegarán estas impresoras a las casa en un futuro? De momento, te contamos las principales características de esta propuesta futurista.

Alta cocina en tu impresora

La Foodini es una impresora que está pensada para hacer que tus creaciones cobren vida sin necesidad de un gran pulso ni mucha experiencia en montar un plato. El mecanismo es sencillo: tenemos una serie de cápsulas en las que introducimos el relleno (tiene que se un alimento que sea maleable) a las que se enrosca una boquilla y que se fijan en el interior de la Foodini. Estas cápsulas están hechas de acero inoxidable para evitar que los alimentos se degraden o queden rastros de olor o sabor. Una vez dentro de la impresora, se usa la presión para ir imprimiendo las formas que queramos, con la precisión de una impresora 3D. Esto permite hacer verdaderas virguerías (es evidente que el campo en el que más brilla la Foodini es la repostería).

Por ejemplo, podemos hacer postres con decoraciones intrincadas, figuras de chocolate o incluso platos de pasta. En el interior de la impresora se pueden llegar a introducir hasta cinco cápsulas distintas, cada uno con un ingrediente, y la impresora va imprimiendo según un diseño o patrón que hayamos cargado. Por cierto, en la parte inferior podemos colocar un plato o pizarra para que la comida salga ya preparada para servir. También se puede comprar aparte un plato y una cobertura de silicona para imprimir directamente sin necesidad de usar vajilla. Con esto, lo que podemos ganar es crear composiciones de plato de varias formas e ingredientes y luego montar la creación final.

Funciona desde el móvil o el ordenador

A la hora de exprimir todo el jugo de esta impresora, es conveniente que tengamos ciertos conocimientos de diseño gráfico para poder montarnos nuestras propias creaciones. La herramienta en sí es sencilla pero nos puede dar juego, con el uso de un patrón y luego la posibilidad de importar distintas imágenes individuales sobre las piezas que vamos a imprimir. Cada una de ellas con sus propios parámetros de altura o uso de determinada cápsula. Es decir, que la creación del propio boceto o idea se hará habitualmente en un programa externo. Lo que sí tiene la aplicación es una serie de patrones definidos que nos pueden dar mucho juego para todo tipo de platos.

La interfaz de esta impresora se basa en el sistema operativo Android, por lo que resulta muy sencillo hacerse a las opciones de la app si ya tienes un móvil con esta plataforma. Se conecta a la red WiFi de casa o del negocio, por lo que puedes asegurarte de tener la última versión del programa. ¿Y cuánto tarda? Al tratarse de una impresora que funciona a través de un sistema de presión (sin necesidad de calentar el material o usar otro tipo de tecnologías) y no tiene esa precisión milimétrica de otras impresoras 3D, el proceso es mucho más rápido que con una impresora 3D clásica. Montar un plato te puede llevar unos cinco minutos sin problemas, por lo que no habrá que esperar mucho. Y, de nuevo, puede ser una herramienta que libere mucho tiempo en la creación de formas complejas en entornos como la repostería que resultan muy sacrificados.

Diseño elegante con materiales que se pueden lavar en lavavajillas

El diseño de la impresora Foodini es muy elegante, con un formato cuadrado y el frontal que se divide entre una parte inferior donde se puede ver el trabajo de la impresora y la comida que se va imprimiendo en el plato y una parte superior con la pantalla táctil de diez pulgadas. La forma de trabajar con esta impresora es sencilla, ya que para introducir las cápsulas basta con abrir su puerta y no requiere de montaje ni quebraderos de cabeza a la hora de empezar a trabajar con ella.

Para que tengas en cuenta el espacio que va a ocupar en tu cocina, tiene unas dimensiones de 45,8 x 43 x 43 centímetros y un peso de 20 kilos. Dentro de los accesorios, cuentas con cinco cápsulas para aprovechar su potencial junto a las distintas boquillas y al plato rotatorio y la funda de silicona (para poder imprimir directamente piezas del plato más pequeñas). Este plato se puede usar en el horno, ya que aguanta temperaturas de hasta 220 grados. Por cierto, para hacer las cosas todavía más sencillas todos los componentes de esta impresora se pueden lavar en el lavavajillas, incluidas las cápsulas. Lo único que no se puede meter son los porta cápsulas, pero en este caso al no estar en contacto directo con la comida no deberían ensuciarse.

Precio y opiniones

La impresora Foodini tiene un precio de 3.450 euros (al cambio actual). Es un electrodoméstico que de alguna forma anticipa el futuro, ya que cada vez es más claro que muchos de los platos que comamos estarán impresos en tres dimensiones. Se trata de una herramienta que es fácil de usar sobre el papel y que puede simplificar mucho procesos que son realmente laboriosos, sobre todo en campos como la repostería. Claro que hay dos grandes barreras con las que tenemos que contar. La primera de ellas es el precio, que ya hemos desgranado y que hace que su uso doméstico se convierta en un lujo, además de suponer una importante inversión en restaurantes o negocios.