El mercado de los smartwatch o relojes inteligentes sigue avanzando. Samsung apuesta por ellos con una nueva familia que ya he podido probar. El Samsung Galaxy Watch4 está en el mercado desde el pasado día 27 de agosto desde 270 euros en su versión más sencilla y deportiva. Destaca por su capacidad de escanear nuestro cuerpo y hacernos un estudio corporal capaz de indicarnos nuestro índice de grasa. Pero hay muchas más cosas dentro de este reloj que vuelve a dar la mano a WearOS, el sistema operativo de Android para relojes. ¿Cumple las expectativas? ¿Merece la pena dar el salto? ¿Qué es lo que aporta en el día a día? Te cuento todas mis experiencias durante algo más de una semana con él a continuación.
Un reloj que hace lo mismo que una báscula inteligente
Uno de los puntos clave de este Samsung Galaxy Watch4 que he probado viene de la mano de su nuevo sensor. Samsung lo llama BioActive, y cuenta con tres herramientas clave: PPG para medir nuestro pulso mediante luz, ECG para hacernos un electrocardiograma, y el nuevo BIA (sensor de bioimpedancia eléctrica), la verdadera novedad. Con esto último, el reloj manda una corriente eléctrica por todo nuestro cuerpo para detectar, según los tiempos a los que circula dicho impulso, todo tipo de datos físicos. De la misma manera en la que funcionan esos electrodos de tu báscula inteligente. Solo que ahora lo puedes hacer desde la muñeca.
De esta manera, y sintiéndome un Power Ranger, he podido comprobar mi sobrepeso de forma más o menos sencilla. Basta con ir al menú de medición y seguir los pasos que se indican en pantalla. Solo tengo que introducir el peso y la altura y colocar los dedos de forma estratégica en los botones físicos del Galaxy Watch4. Concretamente con la palma derecha (la que no tiene el reloj) hacia arriba con el dedo corazón en el botón superior y el anular en el inferior. En apenas unos segundos, y sin notar ningún tipo de calambre (tal y como sucede en las básculas inteligentes), el reloj recopila todos los datos.
Con ello produce un informe bastante elaborado con datos que hasta ahora no daba ningún smartwatch o reloj inteligente. Como datos principales indica el porcentaje de grasa corporal y el de masa muscular, mostrándolos en porcentaje y sobre barras con colores que ayudan a saber si, como yo, estamos por encima de lo saludable. Pero pulsando sobre la información podemos conocer detalles como el dato en kg de la masa grasa, el IMC, el agua corporal o incluso el metabolismo basal. Cuestiones con las que saber si perdemos o ganamos músculo o grasa, o la cantidad de calorías que debemos consumir para no engordar. Muy útil para las personas realmente volcadas en llevar un seguimiento detallado.
Y lo mejor de todo es que esta medición apenas lleva unos 15 segundos. Lo único “difícil” es mantener la postura y evitar el contacto de nuestras manos para que el análisis sea lo más eficaz posible.
Más social y más útil
Otros puntos clave que han hecho evolucionar a esta familia Galaxy Watch con el Watch4 son los desafíos. Samsung ha imitado de cierta manera a lo que Apple viene haciendo con su Apple Watch en esto de comparar datos de entrenamiento. Pero más privado y con un componente de reto interesante. Y es que desde la aplicación Samsung Health ahora se permite crear desafíos individuales o en grupo, para alcanzar antes que nadie una meta o ver quién consigue un número mayor de pasos. Eso sí, es una actividad proactiva, nunca mejor dicho. Son los usuarios quienes tienen que crear o sumarse a los desafíos. En lugar de ver automáticamente los datos de sus contactos. Por un lado está muy bien si atendemos al tema de la privacidad. Por otro, durante estos días de prueba, me he encontrado con que nadie ha querido participar en mi desafío. Y es que tienen que conocerlo, mediante un enlace que tengo que he compartido, y además querer sumarse a ello. Lo bueno es que también hay retos para toda la comunidad de usuarios. Un buen punto para motivarse, aunque más impersonal.
Junto a esto, Samsung también ha introducido la funcionalidad de la llamada de emergencia en caso de detectar una caída. Eso sí, tendrás que configurarlo manualmente si quieres aprovecharlo. Llega desactivado por defecto, por lo que tendrás que pasarte por el menú Auxilio dentro de Funciones Avanzadas. Un poco oculto para ser una novedad en este reloj.
Nada realmente nuevo y con algunos peros en su experiencia de uso, pero que nunca está de más para motivar y asistir al usuario. Ojalá un poco más forzado para quienes necesitamos un extra de motivación.
¡Que dice que ronco!
Sí, el Samsung Galaxy Watch, junto al móvil, son capaces de espiarte durante la noche. Todo ello, según Samsung, en pos de tener más nociones y detalles sobre tu salud. Y es que es importante que, además de los tiempos de sueño, conozcas la calidad de los mismos. Y los ronquidos y el nivel de oxígeno en sangre durante el descanso tienen mucho que ver. Eso sí, he tenido que activar todo esto en los ajustes de Samsung Health proactivamente, además de tener por las noches el móvil cargando en la mesita y el reloj operativo en la muñeca. Las risas al día siguiente están aseguradas.
Cuando el reloj detecta que te has dormido los micrófonos del móvil se activan para grabar cualquier ruido. Si detecta ronquidos quedan guardados durante 31 días como pistas de audio que he podido consultar en la app Samsung Health. ¡Y vaya si ronco! Ahora, además, sé en qué momentos de la noche lo he hecho. Y puedo repasar esa suerte de psicofonías desde el móvil. En mi caso he podido reírme, pero entiendo que esto puede ser un punto a favor para quienes tienen problemas respiratorios. Aunque lo más probable es que ya lo sepan y tengan tratamiento adecuado.
Como añadido está genial, sobre todo si quieres hacer una evolución de tu sueño y tus ronquidos. Útil y curioso para quienes no tenemos un verdadero problema, supongo.
Un gran compañero pasivo
Por supuesto el Samsung Galaxy Watch4 está diseñado para medir toda clase de actividades. En mi caso, en una época en la que no practico deporte asiduamente, ha sido un gran compañero pasivo. Detecta realmente bien actividades como los paseos, sin descontar esos 10 minutos de marcha iniciales hasta que decide que realmente has emprendido el camino. Además siempre te pregunta si quieres cambiar a la medición manual si hay dudas sobre qué actividad estás midiendo. Eso sí, no ha detectado mis paseos en bici. Quizá por ser eléctrica y no suponer un verdadero esfuerzo.
Respecto a esto de la bici también he descubierto algo que he disfrutado especialmente. El reloj se transforma en un mapa en mis desplazamientos mediante esta vía. Google Maps funciona realmente bien entre el móvil y el reloj de forma simultánea. Así que, mientras pedaleo y pienso hacia donde tengo que girar en el siguiente cruce, puedo consultar el reloj para ver un mapa en la dirección en la que voy avanzando para ubicarme o saber dónde girar. Ha sido una gran ayuda para no tener que memorizar calles y evitar perderme o dar vueltas de más.
Mejor en compañía del Galaxy Z Flip3 5G
Relacionado con lo anterior, he descubierto que la mejor forma de disfrutar el Samsung Galaxy Watch4 es con un móvil Samsung. En mi caso lo he podido hacer con el plegable Galaxy Z Flip3 5G, y todo va fluido, conectado y sincronizado. Toda una comodidad para no repetir acciones en cada uno de los dispositivos. Sino sentir una experiencia única entre los dos. Algo que quizá no sea igual con otros dispositivos de diferentes fabricantes.
Por ejemplo, he podido activar el modo no molestar en el móvil cuando ya estaba cargando por la noche desde el reloj. Lo haces en uno de los dos dispositivos y se aplica en ambos. También está todo lo bueno de usar WearOS, que permite tener acceso a más apps y funcionalidades conectadas. Y todo funciona al instante. Desde la reproducción de música, hasta los mapas que mencionaba antes, pasando por la descarga e instalación automática de apps en el reloj si las bajas primero en el móvil. Es todo un punto a favor en este ecosistema. Aunque te obliga a ir de la mano con Samsung. Por cierto, tal es la unión entre estos dos dispositivos, que fueron presentados a la vez, que incluso comparten diseños de fondo de pantalla para ir a la par en estilo tanto en el móvil como en la muñeca.
Buena construcción y mejor software
El diseño del Samsung Galaxy Watch4 se enfoca en retomar la familia “Active”. Por eso no he encontrado un bisel que rota para navegar por menús. Pero tampoco lo he echado en falta. La gente de Samsung ha sabido implementar que, al deslizar el dedo por el borde de la pantalla con el mismo gesto de girar el bisel, puedas moverte de forma similar. Tanto para leer entera una conversación de WhatsApp sin ir al móvil, como para navegar por las diferentes funciones o apps. Aunque también puedes usar el dedo en su pantalla. Un panel más que generoso en el modelo de 44mm de diámetro que he podido probar, ya que son 1,36 pulgadas AMOLED. Vistoso, brillante, ágil y cómodo.
Este modelo base, en lugar del classic, llega con correas de silicona. Son estándar (20 mm en este caso) y se pueden intercambiar como las de cualquier reloj al uso. Sin embargo, servidor, que tiene algo de sensibilidad de más en la piel, ha tenido problemas eventuales tras sudar o ducharse. Algunas rojeces y picazón han aparecido de vez en cuando, obligándome a quitarme el reloj durante alguna jornada más allá de los momentos de carga. Un detalle sobre todo personal pero que se puede subsanar con un sencillo cambio de correas.
Aunque lo interesante de la construcción de este Galaxy Watch4, en esta edición, llega en el interior. Ya no tiene sistema operativo Tizen, sino una versión de WearOS acomodada por Samsung. Así puedes disponer de herramientas como Samsung Pay para pagar, pero también otras apps que puedes descargar y usar en el reloj. Además de servicios como los mapas de Google Maps, la posibilidad de contestar a mensajes de WhatsApp desde el reloj o poder usar varios asistentes si es el caso. Un giro que le sienta muy bien a este reloj.
Lo peor: su batería
Pero hay un punto muy decepcionante en todo este equipo tan trabajado y desarrollado. La batería del Samsung Galaxy Watch4 se queda corta. Hagas lo que hagas. Si lo usas como reloj inteligente sin apurar con entrenamientos ni mediciones de todos tus ritmos biométricos constantemente a lo sumo conseguirás dos días de carga. Si además haces algo de ejercicio y activas cuestiones como la medición del ritmo cardiaco de manera constante entonces tendrás un día y medio de carga. Y esto, cuando hay fabricantes que ofrecen estas mismas funciones con hasta 2 semanas de autonomía es un punto muy a tener en cuenta.
La carga es cómoda aunque no demasiado rápida. En hora y media tendrás el Galaxy Watch4 cargado al 100% con solo usar su base magnética (con un imán poco potente, por cierto). El problema es que cargar el reloj es parte de la experiencia de uso. No de algo que te tienes que acordar cada cierto tiempo.
Por alguna razón Samsung se ha quedado estancada en el ámbito de las cargas lentas y poco eficientes. Y es un problema en un mercado que ya está mucho más avanzado en este aspecto. De poco sirve tener un reloj tan capaz si tienes que capar muchas de sus funcionalidades para no quedarte a medias. Aquí el punto negativo es fuerte.
Conclusiones tras más de una semana de uso
Tras más de una semana de uso tengo claras varias conclusiones. Es un smartwatch completo, maduro, bien construido, bonito y ligero. Muy capaz y con muchas funcionalidades nuevas que le dan valor para los usuarios que quieran tener un registro de multitud de detalles sobre su cuerpo, salud y actividad.
Sin embargo, el dato de la batería haría que, en mi caso, me replantease su compra. Actualmente hay relojes más baratos con funciones similares (con peor construcción y acabado pero igual de funcionales) por un precio similar o inferior en los que la autonomía dura dos semanas. Que el móvil se descargue sienta mal pero es algo a lo que nos hemos acostumbrado. Hemos aprendido a vivir con un ritmo de carga diario de un dispositivo. Pero no de dos. Y si cada día y medio tienes que cargar el reloj, y en ciclos que no son de días naturales (para cargarlo por la noche y despreocuparte), lo más probable es que dejes de usarlo para no llevar un reloj apagado en la muñeca. Sobre todo si no eres un usuario muy deportivo.
Pero de tu mano queda valorar si todos los añadidos y novedades superan con creces la labor de cargar este Galaxy Watch4 cada dos días. Todo ello por un precio algo superior a la media de smartwatches del mercado. Tú qué preferirías, ¿autonomía o funciones?
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