Realme sigue apostando fuerte por conquistar a los usuarios exigentes en el mercado móvil fuera de la gama alta. La última propuesta es llamativa, potente y económica comparada con otros terminales en el mismo rango de características. Es el realme GT, con un procesador Qualcomm Snapdragon 888, hasta 12GB de memoria RAM y una pantalla SuperAMOLED de 120Hz de velocidad. Y todo ello por un precio que, durante su lanzamiento, ha partido de los 370 euros gracias a ofertas. Pero ¿merece la pena? ¿Es real toda esta potencia en un móvil que por características podría vale hasta 200 euros más? Pues para contestarte a estas preguntas está esta review y un servidor. Comenzamos.
Piel vegana al más puro estilo Kill Bill
Sí, ya sé que una carcasa amarilla y una franja negra tiene más que ver con el estilo deportivo de los coches que con el cine de Tarantino. Pero el efecto es realmente visual, atractivo y llamativo. El fabricante realme acostumbra a dotar las carcasas de sus móviles de un estilo joven, fresco y rompedor respecto al resto de marcas. Y en este realme GT ha optado por colores y texturas en lugar de acabados brillantes y su ya habitual eslogan “dare to leap”.
Lo curioso es que el tacto, aunque ofrezca una sensación plástica, se trata de cuero vegano. Es cómodo, suave y bastante agradable al tacto. Evita los resbalones del cristal y, sobre todo, llama mucho tu atención. O al menos la mía. Eso sí, el cristal está presente en esa franja negra que va desde el módulo de cámaras hasta la parte inferior del dorso. Y más vale que no pongas mucho los dedos en ella, puesto que se llenará de huellas.
Lo curioso es que realme ha incluido una funda de silicona transparente en el equipo. Muy útil para salvar ese pequeño salto del módulo de cámara que sobresale del terminal. Y que puede arañarse fácilmente. Sin embargo, esta funda mata el tono amarillo de la piel vegana. ¿Mi conclusión? Es el primer móvil tan bonito y vistoso que merece ser llevado sin funda. Eso sí, cuidado con arrastrarlo y con las huellas.
En cuanto a detalles de construcción, la verdad es que la calidad es alta. No hay aristas ni detalles que rompan el esquema. Juega con diferentes materiales y líneas, pero lo hace de forma vistosa y, para mí, gustosa. Y además hay detalles como la franja amarilla en el botón de apagado/encendido del lateral derecho. Los botones de volumen están separados en la parte izquierda, al lado de la bandeja de las tarjetas nanoSIM. Y es abajo donde encontramos el puerto de carga, los altavoces y el puerto de 3,5 mm minijack. Existe un segundo altavoz-auricular en la costura entre pantalla y marco, y una cámara perforada en la pantalla. Justo en la esquina superior izquierda.
Todo ello en un cuerpo de 158,5 x 73,3 x 9,1 mm y un peso de 186,5 gramos. Se hace ligero en la mano, pero con una compensación algo extraña al dar la sensación de que pesa más la pantalla que la carcasa trasera. Aun así es robusto y de calidad. Eso sí, no puedes mojarlo ni salpicarlo. No cuenta con certificado IP68 ni de otro rango para protegerlo de líquidos y polvo.
Pantalla para jugar casi como un profesional
Es uno de los puntos que más he disfrutado durante estos días de prueba del realme GT. Y no necesariamente por sus características técnicas visuales, que están muy bien, sino por las sensaciones. Parece que todo en este terminal va fluido como si fuera un móvil Premium. Y es en parte por la pantalla (y en parte por el procesador).
La culpa de estas sensaciones las tiene, primordialmente, los 120Hz de tasa de refresco que es capaz de alcanzar. En videojuegos compatibles y para navegar por menús y webs resulta de lo más atractivo. Todo va fluido y te ayuda a ver detalles como animaciones de aplicaciones y otros efectos que en otros móviles más lentos pueden pasar desapercibidos. Eso sí, lo mejor es mantener la velocidad en modo variable o inteligente en los ajustes de pantalla. Si no tendrás que cargar el móvil antes de lo que esperas.
Claro que es solo una de las claves. Hay otro punto interesante a la hora de jugar, sobre todo. Se trata del muestreo táctil, que en este realme GT es de 360Hz, un dato muy por encima de la media. Quizá solo lo noten los más expertos, pero la capacidad de reacción de la pantalla es realmente rápida. En juegos tipo shooter tienes, si eres hábil, algo más de margen de reacción. Pero es esa sensación de que todo va realmente rápido con lo que me quedo después de estos días de prueba. Ya sea para jugar o para navegar. La pantalla reacciona y muestra todo al instante. Y es una gozada.
Por lo demás, me he encontrado con un panel de 6,43 pulgadas muy cómodo, que casi puedo manejar con un dudo. Su tecnología es SuperAMOLED, capaz de representar el 100% del color en el estándar DCI-P3 y con hasta 1.000 nits de brillo. Y a una resolución que se queda en el FullHD+ de 2.400 x 1.080. Todo esto se traduce en colores vivos y un brillo realmente bueno. La definición es clara y los colores vistosos, con un ángulo de visión más que generoso. En definitiva, un panel que sería considerado de gama alta si tuviera más resolución. Pero que se ve y que, sobre todo, se siente rápido. Da gusto usarlo.
La ficha técnica de las estrellas
Que realme haya elegido el hashtag #flagshipkiller no es casual. Este realme GT planta cara a algunos de los móviles Premium o de gama alta (también llamados flagships) de otras compañías si atendemos a sus tripas. Dentro encontramos el procesador Snapdragon 888 de Qualcomm. El que han llevado los grandes móviles presentados este 2021. Un procesador construido en 5 nanómetros con ocho núcleos realmente eficiente y con potencia de sobra para moverlo absolutamente todo en Android.
Este procesador está acompañado por el chip gráfico Adreno 660. Y se ha dejado notar con títulos como Tomb Raider Reloaded, Genshin Impact o Call of Duty Mobile. Lo puede mover todo con soltura y sin parones, a menos que se deba a temas de conexión a Internet. Gráficamente está preparado para todo lo que le echen en cuanto a juegos o filtros de Instagram y efectos de TikTok. Y junto a la pantalla ágil, la experiencia no deja de ser fluida y gustosa.
En mi caso he probado el modelo del realme GT con 8GB de memoria RAM. Como lees, no he sufrido parones de ningún tipo ni en los juegos ni en el terminal. Pero si crees que vas a andar corto de soltura (que ya te puedo asegurar que no), tienes la opción de optar por un modelo aún más capaz con su 12GB de RAM. Lo dicho, la ficha técnica de un flagship o gama alta.
Todo esto está gestionado por Android 11 de fábrica, que a su vez está personalizado por la capa realme v2.0. Puede que el estilo sea algo chino con iconos llenos de color y circulares. Pero la verdad es que las opciones de personalización son abrumadoras. Prácticamente es como tener Android puro, pero con aplicaciones de temas y ajustes para personalizar cada uno de los detalles del equipo. Todo tiene opciones para dejarlo a tu gusto. Otra cosa distinta es que te guste todo esto de la customización y las opciones que llegan. Pero para gustos los colores.
Lo que me queda claro tras unos días echándole leña al fuego con todo tipo de apps corriendo en segundo plano y jugando a los títulos más exigentes en lo visual, es que este realme GT es capaz de gestionar lo que le echen.
Por cierto. El Snapdragon 888 es 5G, por si no lo sabías. Así que este realme GT también permite conectividad 5G para aprovechar los estándares y conexiones actuales de máxima velocidad de Internet. Y lo mejor, lo permite en sus dos tarjetas SIM de manera simultánea.
realme GT | |
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Pantalla | 6,43 pulgadas con tecnología Super AMOLED, resolución Full HD+ y 120 Hz de frecuencia con tasa de refresco táctil de 360 Hz |
Cámara principal | – Sensor principal de 64 megapíxeles y apertura focal f/1.8 – Sensor secundario con lente gran angular de 8 megapíxeles y apertura focal f/2.3 – Sensor terciario con lente macro de 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4 |
Cámara para selfies | Sensor principal de 16 megapíxeles y apertura focal f/2.5 |
Memoria interna | 128 y 256 GB de tipo UFS 3.1 |
Ampliación | A través de tarjetas micro SD |
Procesador y memoria RAM | Qualcomm Snapdragon 888 8 y 12 GB de RAM |
Batería | 4-500 mAh con carga rápida de 65 W (cargador incluido) |
Sistema operativo | Android 11 bajo realme 2.0 |
Conexiones | 4G LTE, 5G SA y NSA, WiFi 6, Bluetooth 5.2, GPS + GLONASS, NFC para pagos móviles y USB tipo C |
SIM | Dual nano SIM 5G |
Diseño | Acabado en metal y cristal Colores: amarillo |
Dimensiones | 158,5 x 73,3 x 9,1 y 186 gramos |
Funciones destacadas | Sensor de huellas dactilares en pantalla, desbloqueo facial mediante software, carga rápida de 65 W… |
Fecha de lanzamiento | Disponible |
Precio | Desde 369 euros (oferta de lanzamiento) |
Cámaras desiguales pero con resultados más que aceptables
Está claro que el realme GT no puede ser perfecto, y uno de sus talones de Aquiles es el aspecto fotográfico. Durante estos días he tenido sensaciones encontradas. Momentos buenos que he experimentado sobre todo con la cámara principal. Y algunas decepciones que me han dejado los dos objetivos que acompañan al principal. Me explico.
En realme han apostado por sensores de Sony para las cámaras de este realme GT. Y es una buena decisión en el caso del objetivo principal, con un sensor Sony IMX 682 de 64 megapíxeles con tecnología capaz de simular los 108 megapíxeles. La definición y color, sobre todo en el modo de disparo de 64MP que aprovecha todo el sensor, son realmente buenos. Especialmente si la luz baña la escena. Fotografías a contraluz, o con grandes contrastes, enseñan el rango dinámico de colores que puede recopilar este sensor, que cumple más que de sobra para su rango de precio. Como es habitual, de noche o en situaciones con poca luz, las costuras de las fotografías se dejan ver. Una especie de acuarelado puede dominar la fotografía. Aunque los colores se respetan con bastante realismo.
Modo 64MP Macro en interior Zoom luz natural interior Gran angular con luz natural interior Sensor principal con luz natural en interior Contraste y rango dinámico de gran angular Contraste y rango dinámico de sensor principal Contraste y rango dinámico de zoom Zoom al máximo en contraste Sensor principal de noche Ultra gran angular de noche Foto nocturna Noche con sensor principal Noche con gran angular Zoom de noche Zoom máximo de noche Modo noche Modo retrato de noche Foto de noche Macro de noche Modo retrato de día Foto de día Selfie de día Modo retrato de día con cámara selfie Macro de día Sensor principal de día Gran angular de día Gran angular de día Zoom de día Selfie a contraluz de día Modo retrato a contraluz de día con cámara selfie Modo retrato de día con objetos Modo retrato de día con objetos y Curro
Sin embargo, es el gran angular de 8 megapíxeles y ángulo de 119 grados el objetivo que rompe con este esquema de trabajo. También es de Sony, pero aunque tiene 5 lentes muestra resultados más pobres. Están en la media respecto a otros fabricantes, y aunque no distorsiona con su gran angular, sí inventa un poco más la definición y los colores de las imágenes. Sobre todo cuando la luz empieza a escasear.
El tercer sensor, también firmado por Sony, es un macro de 2 megapíxeles que he podido aprovechar para diferentes instantáneas de detalles a unos 4 cm del objeto en cuestión. De nuevo, la luz es clave para conseguir definición y que las líneas no estén difusas y los colores inventados.
Me quedo, en esta experiencia, con el modo de 64MP y la cámara principal. Con el que he conseguido instantáneas de mayor calidad, aunque la situación sea compleja como un contraluz. El modo nocturno también resuelve muchos problemas y ahorra bastante ruido. Aunque no puedes exigir la máxima calidad.
Y, ¿qué pasa con los selfies? Pues que la cámara de 16 megapíxeles frontal es capaz de reflejar hasta mis puntos negros. Los detalles y las texturas son correctos si hay buena luz en el ambiente. El color es bastante fidedigno incluso en ambientes oscuros. Y los modos retrato suelen estar bien aplicados, aunque a veces no ha reconocido detalles como cabellos sueltos en cabeza y barba, detalles como monturas de fotos o alguna que otra oreja. Pero es bastante natural, y con un montón de herramientas para modificar tu rostro y quedarte como un muñeco sin una línea de expresión.
En cuanto a la grabación de vídeo, este realme GT permite hasta calidad 4K y 60 cuadros por segundos con la cámara principal. Y ofrece un buen estabilizador de movimiento, pudiendo potenciarlo si bajamos la resolución al FullHD de 1080 píxeles. En cuanto a la calidad del resultado es adecuada a su rango de precio y características. Bien de colores. Bien de rango. Y una definición bastante adecuada. Eso sí, mejor cuando hay buena iluminación. Aquí también me he topado con un montón de herramientas extras interesantes para ponerse creativo: desde potenciar ciertos colores y dejar el resto en blanco y negro, hasta marcarte un bokeh o modo retrato en vivo y directo.
Batería justa pero gran carga rápida
Hay otro talón de Aquiles dentro de este realme GT. Y es su batería. Son 4.500 mAh que no están mal para un usuario poco activo. Suficiente si no le das mucho “tute” a los juegos y apps que tiren de GPS como Tinder o Pokémon GO. Ahora bien, si te pasas de uso no lograrás acabar el día con batería. Pero es ahí donde está otra de las fortalezas de esta compañía: la tecnología SuperDart de carga rápida. Es una locura.
Gracias al cargador, que no supera en proporciones al resto de fabricantes, puedes cargar el realme GT a 65 watios. ¡65 watios! Lo conectas, te despistas unos minutos en la ducha, y tienes el móvil con autonomía más que de sobra para más de medio día. Resulta difícil saber cuánto tiempo ha tardado en cargar con tanta rapidez. Y esto resulta muy útil tanto para los que jugamos de más con el móvil como para los que no quieren salir de casa con poca carga.
Opiniones tras una semana de uso
Está claro que una semana de uso solo sirve para rascar las principales virtudes y defectos de un terminal. Pero me queda claro que realme ha echado los restos con el realme GT para competir tanto con la gama alta como con la gama media. Ofrece el rendimiento de un móvil Premium a un precio de gama media. Y esto va hacer mucho daño a algunos fabricantes. Pero va a contentar a muchos usuarios.
Lo que más me ha gustado: su pantalla, su potencia y su acabado. También su carga rápida. De verdad que es alucinante lo que han conseguido en tiempos de carga.
Lo que menos me ha gustado: la autonomía general y las cámaras. Ojalá un realme GT con una cámara de móvil tope de gama. Es lo que le falta para ser un móvil más que redondo. Pero no hay que olvidar que todo esto se ofrece por menos de 700 euros.