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Con las nuevas tarifas de la luz nadie está contento. El gobierno habla de tramos horarios para ayudar en el cambio climático. En cambio, los ciudadanos vemos como los grandes partidos políticos usan puertas giratorias para poner a sus dinosaurios en los consejos de las eléctricas. Unas empresas que aumentan sus beneficios a nuestra costa cada vez más. Y es que, la luz sube, sube y sigue subiendo. Y, los que pagamos, somos nosotros. Los ciudadanos de a pie.

Otra cuestión es que, de momento, las placas solares no nos permiten ser autosuficientes. Al final, la única alternativa para no gastarnos el sueldo en cada recibo, consiste en buscar el ahorro energético a toda costa y debajo de las piedras. Por ejemplo, cambiamos las bombillas antiguas por luces LED. Un cambio que hoy es barato y muy rentable. El otro tema candente son los electrodomésticos. Muchos pensamos que tendremos que poner la lavadora o el lavavajillas por la noche. O por ejemplo, que vamos a tener que planchar los fines de semana… Pero ¿qué pasa con el frigorífico? No podemos apagarlo de día y encenderlo de noche…

En este punto me surgen más preguntas. ¿Sabemos lo que nos cuesta, poner la lavadora o el lavavajillas a la hora de siempre? Otra pregunta ¿Gasta mucho un frigorífico antiguo? Es más. ¿Cuánto podríamos ahorrar en el recibo de la luz si ponemos placas solares o si cambiamos algunos electrodomésticos viejos por otros más eficientes?

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David, explícanos todo este lío bien. Con el cambio del recibo de la luz, ¿qué pasa exactamente? ¿En qué nos afecta?

Pues verás, desde el 1 de junio han cambiado la forma en la que se cobra la luz. Lo explico paso a paso. Por un lado, dentro de tu factura tienes un concepto fijo por la potencia que contratas y otro variable por la cantidad de energía que consumes. Y luego están los impuestos.

Hasta aquí bien.

Lo que pasa con esta nueva factura es que te van a cobrar menos de cantidad fija que pagas por la potencia contratada y al mismo tiempo te cobrarán más por la cantidad variable. En teoría, todo esto está pensado para fomentar prácticas de ahorro y consumo eficiente de la electricidad.

No sé por qué, pero no me lo creo.

El problema es que esta parte variable te va a dar muchos quebraderos de cabeza. Y es que se cobra de forma distinta, según los tramos horarios. Según el gobierno, para fomentar el uso de los electrodomésticos a las horas en las que la red no está tan sobrecargada.

Empiezo a ver por dónde vas… No me digas que vamos a tener que lavar la ropa, planchar o poner el lavavajillas por la noche. ¿Qué tramos horarios nos han puesto?

Pues no andas desencaminado. Por un lado, tenemos un tramo fuerte llamado “hora punta”, que va de lunes a viernes de diez de la mañana a dos de la tarde y de seis de la tarde a diez de la noche.

Justo a las horas que que hay actividad en casa. Siguiente tramo.

Se trata de un tramo intermedio llamado “hora llana” en el que la potencia tiene un precio medio. Las horas son, de lunes a viernes, de ocho de la mañana a diez de la mañana, de dos de la tarde a seis de la tarde y de diez de la noche a doce de la noche.

Me estoy empezando a marear con esto de los tramos… Voy a tener que apuntármelo en el calendario. ¿Y el último tramo?

Este incluye todo el fin de semana desde la madrugada del sábado hasta las doce de la noche del domingo, y los días laborables de doce de la noche a ocho de la mañana.

Vamos, que si queremos cocinar o poner una lavadora, la hora clave son las tres de la mañana.

Total, solo es cuestión de dormir durante el día y vivir por la noche. Y ojo. Porque la diferencia es brutal. Las horas valle tienen un precio un 95% inferior a las horas punta, y las horas llanas o intermedias un 69% menos.

Me han dicho que los vampiros nacieron así. Con un cambio de la factura eléctrica que hicieron en Rumania.

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Estamos con David Readman, hablando de cómo podemos ahorrar en el recibo de la luz. Sobre todo, después del cambio de tarifa que nos ha metido el gobierno en junio. Ya hemos visto en qué consiste más o menos. Nos van a cobrar a partir de ahora más, durante el día. Y menos, a partir de las doce de la noche y los fines de semana. Ahora vamos a lo práctico. ¿Qué opciones tenemos para ahorrar un poco en el recibo de la luz con estos cambios?

Lo primero que te voy a decir es evidente. Trata de usar los electrodomésticos de noche en lugar de por la tarde o por la mañana. Al menos, aquellos en los que tenga sentido. Por ejemplo, procura cocinar los platos que necesiten más tiempo en fin de semana, para luego solo tener que calentarlos el día que se vayan a comer. No te voy a decir que cocines a las doce de la noche porque eso ya me parece demasiado.

Es verdad que en España cenamos tarde, pero… No tanto.

Si sueles cenar tarde, retrasa un poco la cena y empieza a cocinar a partir de las diez de la noche para que pilles el horario con precio intermedio.

¿Qué electrodomésticos puedo aprovechar para poner de noche o en fin de semana?

Pues hay algunos que si te dan margen, y otros que no. Por ejemplo, tiene sentido que te organices para poner el fin de semana tanto la lavadora, la secadora y el lavavajillas. Te diría que el lavavajillas sí tiene sentido ponerlo de noche porque además no pasa nada si lo dejas cerrado. Lo que no termino de ver es lo de la lavadora a última hora, primero porque luego hay que colgar la ropa y segundo porque haces bastante ruido a deshoras, sobre todo si es una de esas lavadoras viejas.

También puedes aprovechar el fin de semana para cocinar con el horno o recetas más completas para el resto de la semana.

¿Y los electrodomésticos que no tiene sentido tratar de adaptar a estas nuevas horas?

El frigorífico tiene que funcionar a todas horas, es evidente. Y el aire acondicionado ahora en verano, o trabajas fuera de casa o vas a tener que echar mano de él sí o sí. Siempre puedes usar algún ventilador pequeño que apunte directamente al sofá o a tu mesa de trabajo para ahorrar algo de dinero, pero no te equivoques. No tiene nada que ver.

¿Cuáles son los electrodomésticos que más consumen y cuáles los que menos?

El frigorífico es el electrodoméstico que más gasta con mucha diferencia con el resto. Fíjate, según varios estudios se lleva cerca de un tercio de la energía que consumes en casa. Casi tres veces más que la energía que se lleva la lavadora o el televisor.

¿En cuánto está el porcentaje de la lavadora y la tele?

Los dos rondan el 12% de la energía total que consumes.

No es poco, pero están lejos del frigorífico. ¿Y qué me dices del horno, que siempre se habla de este electrodoméstico como uno de los que más consumen?

Es verdad que el horno gasta mucha energía cuando lo pones en marcha, pero no es de los que más nos deben preocupare en la factura. Su consumo ronda el 9% del total.

Y a nosotros, que nos toca muy de cerca, ¿cuál es el gasto real de los ordenadores en electricidad?

Los ordenadores se pueden llevar como media algo menos del 8% de gasto en consumo eléctrico.

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Estamos con David Readman, hablando de cómo ahorrar dinero en el recibo de la luz. Ya hemos visto como va a cambiar el recibo y los electrodomésticos que gastan más en casa. Aquí el frigorífico se lleva la palma. Con todo esto en la cabeza, me pregunto ¿qué más alternativas y trucos nos pueden ayudar a bajar el gasto, además de usar algunos electrodomésticos por la noche o el fin de semana?

Primero vamos a lo pequeño y luego a lo grande. Vamos a ver si nos cuentas, David algunos consejos para ahorrar un poco con los electrodomésticos que tenemos ahora.

Empezamos con el frigorífico, que es el que más gasta.

Hay consejos sencillos que nos pueden ayudar. Por ejemplo, algo en lo que caemos muchas veces. Abrir la puerta del frigo una y otra vez para elegir que comer o coger los productos que vamos a necesitar por fascículos. Si reducimos el número de veces que se abre la puerta, mejor, porque gasta mucha energía si se rompe la cadena de frío. Otro consejo es no meter nunca alimentos que sigan calientes, porque la cantidad de energía que tendrá que usar el frigo es mayor. Por último, regula la temperatura de la nevera para que no esté siempre al máximo.

¿Y cómo puedo ahorrar electricidad con una lavadora?

Usa programas que gasten menos electricidad. En general, los que tienen temperaturas más bajas. También te va a ayudar evitar el centrifugado en los casos que tenga sentido, por ejemplo, ahora en verano que la ropa se seca rápido cuando la tiendes. Y claro, trata de poner la lavadora menos veces, pero más llena.

¿Algún truco más?

Sí, apaga los electrodomésticos que se quedan por defecto en standby cuando no los estás usando. Con esto, puedes llegar a ahorrar un 10% del consumo eléctrico.

¿Qué me dices de los electrodomésticos antiguos? ¿Se nota mucho la diferencia de gasto respecto a uno nuevo?

Pues ojo, que la diferencia puede ser abismal. Por ejemplo, si tienes un frigo de más de 15 años, con etiqueta energética F, con uno de los nuevos te puedes ahorrar la friolera de 200 euros al año en los recibos.

Explícanos esto de las etiquetas energéticas

Es una etiqueta que tienen los electrodomésticos y que te permiten saber lo eficiente que es un equipo, siendo A el más eficiente y cuanto más alta la letra más consumo. El problema que nos encontramos con el tiempo es que las etiquetas que se habían adoptado hace unos años ya no servían para los nuevos equipos. Por eso empezaron a aparecer las etiquetas de A+, A++ y A+++.

Un poco lío la verdad.

Por eso desde marzo de este año se han vuelto a cambiar las etiquetas y ahora tenemos desde la A a la G.

Pero ojo, ahora lo calculan de otra forma y un electrodoméstico de los antiguos con la etiqueta más alta, la A+++ ahora puede ser una C o una D.

Ya empiezan a volvernos locos. Vamos a lo práctico. ¿Cuánto me puedo ahorrar si por ejemplo renuevo mi lavadora antigua?

De nuevo, bastante dinero. Hasta 200 euros de ahorro al año. Y un nuevo lavavajillas te permitiría ahorrar 75 euros.

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Estamos con David Readman, hablando de cómo ahorrar en el recibo de la luz. Si tienes electrodomésticos muy antiguos el gasto extra en electricidad puede superar los 200 euros con el frigo y otro tanto con la lavadora. Para terminar, ¿qué me dices de las placas solares?

Pues que son una alternativa interesante para ahorrar en electricidad, pero tienen varios peros. Primero, hay que diferenciar entre dos instalaciones básicas. Una cuando conectas las placas solares a la red eléctrica, y otra cuando lo separas.

¿Y qué diferencia hay?

Cuando conectas las placas solares a la red eléctrica sigues enganchado a la red. Al final, no eres independiente y sigues pagando el recibo. Te descuentan algo, pero nunca es lo que esperabas. Estas empresas no destacan por su transparencia y su labor social.

Si quieres ser independiente, el problema es que necesitas una instalación muy grande y complicada con acumuladores de energíay quizás aerogeneradores. La cuestión es que necesitas vivir en una casa independiente o como poco en un chalet adosado y, además, esta tecnología todavía no está en su momento óptimo para ofrecerte desconexión total con sencillez y autonomía de verdad.

¿De cuánto dinero estamos hablando en inversión?

Tenemos desde los kits más baratos de unos 1.300 euros para casas muy pequeñas. Vamos para una habitación y poco más. Pero si quieres montar algo para una vivienda, necesitas tener mucho tejado tuyo y gastarte entre 5.000 y 10.000 euros. Depende mucho del tipo de casa que tengas. En principio, se trata de una inversión de la que puedes empezar a ver el ahorro real a partir de unos 10 años. Y la vida útil de una de estas placas es de unos 25-30 años.

También hay otro inconveniente… El espacio.

Exacto, como he dicho, para instalarte placas solares necesitas tener un chalet o una casa en el campo. En un apartamento en la ciudad es muy complicado, aunque también puedes llegar a un acuerdo con los vecinos y tratar de meter una buena instalación de placas solares en la azotea… pero eso es todavía más complicado.

Tengo la impresión de que el uso de placas solares, todavía no termina de ser rentable.

En efecto. Un poco, porque todavía no han llegado al nivel de eficiencia y simplicidad para que podamos ser autosuficientes. Otro poco, porque la legislación te pone en manos de las grandes empresas eléctricas. Y, creo que ha quedado claro que estamos hablando de grandes empresas con políticos retirados en sus consejos de administración. Unas empresas que están en entredicho por falta de transparencia y tarifas abusivas. Y es que no parece que ni los políticos ni las eléctricas estén dispuestos a ofrecer ese servicio público a precios populares. Y, no olvidemos que el sentido común nos dice que la electricidad debería ser un bien de primera necesidad para todos los ciudadanos.

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