Loewe Bild V55: nuestra experiencia de uso con el nuevo televisor OLED

Loewe ha inciado una serie de cambios importantes en su catálogo, que son reflejo de su nueva estructura interna. Algo que no ha cambiado sin embargo es que sus televisores de gama alta disponen de los mejores paneles actuales (OLED de origen LG) y les sacan el mejor provecho posible gracias a su propia electrónica. Precisamente esa electrónica es parte de la renovación, y los nuevos modelos «Bild v» (en 55 y 65 pulgadas) la lucen, junto con un retocado diseño y una nueva barra de sonido, en todo su esplendor. En su momento anunciamos su llegada, y posteriormente tuvimos ocasión de verlos en directo. Ahora hemos tenido la oportunidad de pasar varias semanas con una Loewe Bild v55 y ésta en nuestra experiencia de uso con este lujoso aparato (4000 euros).

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Llegada y desembalado

Aunque hemos probado otros televisores de considerables dimensiones o/y precio, y también otros aparatos (altavoces y componentes de alta fidelidad), confesamos que la llegada de la Loewe nos tenía algo emocionados e impacientes. Finalmente apareció, bien embalada en una caja con algunos «trucos» ingeniosos para poder ser enviada o transportada de forma segura. Caja bastante discreta por fuera, por cierto, algo de agradecer porque lo que quieres es tener esa joya en casa a buen recaudo y no hacer publicidad de puertas afuera, que nunca sabes quién lo ve o qué puede pensar…

El procedimiento de desembalado o «unboxing» no tiene muchos secretos y al abrir la caja encontramos un par de hojas de instrucciones que resuelven cualquier duda. Están en varios idiomas, incluido un perfecto español, algo que por cierto conviene destacar en Loewe: sus manuales, los menús del televisor, etcétera, reciben la atención debida a la hora de adaptarse a nuestro idioma (lo que por desgracia no es siempre el caso). Hay que hacerlo con ayuda, el televisor pesa y sobre todo es grande… y la pantalla tan tan fina que da miedo (de hecho los papeles dejan claro que no debe sujetarse por la parte más delgada). Una vez montado y sobre el pie de sobremesa, podemos empezar a disfrutar de su acabado y diseño sin todavía haberla conectado: elegante y discreta, decora cualquier salón o habitación. Por cierto que ese pie de sobremesa, además de un acabado exquisito, pesa más de 7 kg (algunos televisores competidores pesan eso enteros).

La probamos de entrada en un salón con mucha luz de día, y el resto de la prueba en una habitación menos iluminada. Como fuentes, además de las conexiones a la red y antena, un Fire TV 4K y un lector Blu-Ray. En la caja viene como gentileza un dispositivo «Xiaomi Mi Box S» que ayuda a conectarse a algún servicio que todavía no está en el menú del propio televisor (aunque su sistema operativo contempla muchos), pero teniendo nuestro Fire TV no lo usamos.

Conexiones y cubiertas

La parte trasera de la Loewe Bild v55 sigue la línea marcada desde hace varios modelos de la marca. Las conexiones están cubiertas por unos paneles articulados, sujetos con imanes, para poder conseguir una instalación muy discreta una vez pasados los cables y sobre todo si luego los sujetamos y usamos algún tubo por encima.

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Hay un gran panel inferior (que cubre casi todo el ancho del televisor) con el que se accede a las conexiones principales: entrada de alimentación, conexión Ethernet (aunque tiene Wifi siempre es mejor el cable), dos de antena de satélite (tiene dos sintonizadores independientes) y una de antena terrestre (también tiene dos pero usan la misma antena). También en ese acceso disponemos de los dos primeros conectores HDMI (el 1 con ARC) y por último un USB 3.0. Debajo de la tapa hay espacio para pasar cables y además tenemos dos sujeta-cables con pesatañas que ayudarán a dejar todo bien ordenado, y, visto por fuera, totalmente discreto.

En el lateral derecho del televisor hay un segundo panel, también con tapa articulada e imanes, con más conexiones. Aquí tenemos la salida de audio analógica/digital (un conector jack estéreo de 3,5 mm que necesita adaptador a RCA o cable de fibra óptica), otra salida de jack en este caso para auriculares, otros dos HDMI (números 3 y 4) y una ranura para tarjetas CI2, además de otros dos USB (uno 2.0 y otro 3.0). Todos los USB soportan hasta 2 a de corriente, es decir, pueden cargar rápido un móvil y sobre todo alimentar un disco duro, aunque el Bild v55 ya lleva de serie uno interno (Loewe DR+) de 1TB. En la parte superior izquierda hay un interruptor que corta del todo la corriente si no queremos dejarlo en Standby (práctico: otros requieren desenchufar al salir de viaje por ejemplo).

Por delante solo tenemos el ya famoso «ojo» Loewe, que solo se ilumina en su segmento central y, por lo que vimos durante la prueba, de un color según la función: blanco atenuado en standby, verde en marcha, rojo grabando, azul actualizándose. .. Y por último destacar el mando a distancia, de acabado metálico y excelente presencia, con botones algo pequeños pero a los que enseguida nos acostumbramos porque están inteligentemente dispuestos, y además el televisor siempre ayuda según qué pulsemos (aparecen menús de ayuda). Loewe tiene una aplicación para móvil muy versátil pero el mando nos pareció más inmediato siempre, una vez entendidos algunos curiosos trucos: muchos botones cambian de función con dos pulsaciones o una larga. Por ejemplo, pulsar «INFO» prolongadamente precisamente abre el menú de ayuda de las funciones de cada botón del mando.

Primeras sensaciones y menús

Una vez instalado y conectado, llega el momento de sentarse a empezar a disfrutar de esa pantalla OLED y de paso empezar a descubrir menús y opciones. El «sistema operativo» Loewe, que sigue evolucionando y va por la os6.3, sigue manteniendo una apariencia y funcionamiento familiares para quien haya manejado o tenido una Loewe antes. Para quien no, da igual, porque la buena noticia es que todo es bastante fácil e intuitivo, y cuando buscamos algo enseguida aparece alguna «ayuda» en pantalla, siempre en perfecto español que nos quita dudas. Lo cierto es que forma parte de la (buena) experiencia de uso con los televisores de la marca alemana: es un placer por la claridad, también la rapidez con la que podemos cambiar de canal haciendo zaping (el doble sintonizador supongo que tiene que ver en eso), o la agilidad de movimiento entre menús.

Nosotros tuvimos que configurar desde «cero» el televisor en este caso, pero no hubo mayor problema. No llegamos a poder probar alguna de sus características más avanzadas, como por ejemplo activar su sintonizador de satélite (no tenemos antena) y que distribuya los canales a través de la red doméstica a otros televisores. Pero es bueno saber que es posible y, a la vista de los menús para configurarlo, parece bien sencillo (y una gran ventaja como sabrás si tienes satélite y un solo receptor). Por lo demás, conectado a la red con cable no necesita hacer nada más (buscar canales) porque enseguida aparecerá en la red a través de los ordenadores, tabletas y móviles que tengamos (y otros televisores o aparatos que compartan audiovídeo). Por Wifi, igual, previa introducción de la contraseña claro.

Imagenes de oscuridad deslumbrante

No, no es contradictorio: la pantalla OLED de la Loewe Bild v55 tiene unos negros tan profundos que ¡deslumbra! De serie nuestra unidad venía con unos ajustes que tras las primeras horas no nos convencieron del todo y retocamos ligeramente. Recalibramos niveles básicos con un disco de pruebas (algo imprescindible siempre y que dependerá del ambiente donde esté el televisor), algo fácil y donde tomamos conciencia de las posibilidades del televisor y su panel. Por otro lado modificamos el procesado de imágenes (escalado) a un modo más suave para evitar el «efecto telenovela» que un procesado más agresivo puede dar a las imágenes, demasiado hiper-realistas (aunque reconocemos que esto puede ser subjetivo).

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Y poco más… al final anduvimos cambiando entre dos modos según el contenido a visualizar, porque no es lo mismo la emisión TDT aunque sea HD (que el televisor escala a 4K) que algunas series y películas que pudimos disfrutar en 4K nativo gracias a los servicios en línea (Amazon Prime la mayor parte). Los contenidos en HDR (BluRay UltraHD) gozan de una dinámica espectacular, ahí aunque hay tecnologías de pantalla que pueden disparar más el brillo que la OLED, con el negro de partida tan profundo de este televisor no echamos de menos eso en ningún momento. Usamos sobre todo el modo cinema con el nivel de detalle al mínimo.

Durante el uso y a medida que pasaban las películas o series, se percibe la calidad del procesado de imágenes en escenas rápidas por ejemplo. Y siempre tuvimos la sensación de que la pantalla sacaba más partido del origen de las imágenes de lo normal: como dijimos más arriba en algunos momentos ese extra de hiper-realismo cansaba a algunos y gustaba a otros… pero cuando dejamos de ver este televisor y volvimos a un ya algo viejo LED, estaba claro cuánto nos perdíamos. Es como escuchar una canción en un equipo de sonido capaz de extraer el último detalle, de hacernos sentir que tenemos delante los músicos y hasta podemos tocarlos, y luego volver a poner un «velo» que nos aparte de esa ilusión.

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Un sonido potente y claro

Hablando de sonido, no es algo que en las pruebas de televisores se comente demasiado pero en este caso es obligado un capítulo aparte. La barra que abraza la pantalla por debajo es una de las mayores novedades de esta nueva línea Bild v, cubierta con una tela en color basalto que combina con el fino chasis del televisor. De frente o en las fotos de catálogo no se ve tan diferente pero es bastante más profunda que la anterior (más volumen), y ahora lleva seis altavoces internos y tiene tres salidas bass-réflex. La amplificación interna que los alimenta suma en total una potencia sonora de 80 vatios.

Como ya comprobamos en nuestra anterior toma de contacto, el sonido ha ganado algo de cuerpo (medio grave) cosa que se agradece con las voces en programas o noticiarios, y con música o acción en pantalla la ganancia en pegada es más notable. En el ámbito doméstico de hecho y según dónde pongamos el televisor, tendremos que ajustar a la baja los graves porque pueden llegar a ser excesivos: la Bild v55 es capaz de sonorizar con energía un salón grande estando incluso alejada de las paredes, así que si la ponemos cerca de una pared o (peor) en una esquina, habrá que moderarlos.

Entrando en los menús de sonido vemos cosas interesantes: podemos controlar por separado el volumen del televisor y el de unos auriculares Bluetooth, desde el mismo mando a distancia. No es nada frecuente y sí muy práctico. Y por supuesto está el sistema Mimi Defined que Loewe incorpora desde hace ya algún tiempo. Como hemos explicado otras veces, al activarlo ajusta la respuesta de los altavoces según el nivel auditivo de quien lo escucha: esto se puede ajustar por edad (usa curvas de pérdida de audición estándar) o con un ajuste a medida. A medida que pasan los años perdemos percepción en las frecuencias más altas y eso es lo que corrige (entre otras cosas, pues es un sistema activo) el Mimi Defined.

No llegamos a usar su aplicación con un móvil para hacernos una audiometría y pasar esa curva al televisor, otra vez será. Pero es que con el ajuste que ofrece por defecto Loewe ya el cambio era muy notorio: basta poner la década de nacimiento de los oyentes (que queda bajo secreto de sumario) y de repente entendemos mucho mejor las voces. Basta desactivarlo para apreciar la notable diferencia, y además al no tocar de forma radical la ecualización (como sería subir agudos en otro aparato) a otras personas con mejor oído no les resulta incómodo, no «chirría».

Aplicaciones

El renovado sistema operativo de Loewe sigue mejorando pero sí se echan de menos en el menú de aplicaciones, como televisor inteligente (un ordenador dedicado a fin de cuentas), algunas importantes. En España Loewe lo arregla de un plumazo incluyendo una Xiami Mi Box S gratis en la caja del televisor, que está bien pero no cabe oculta en la tapa trasera. Sí cabe un Fire TV 4K, que es lo que usamos nosotros, y por cierto a través del mando de la Loewe porque lo reconoció automáticamente (excelente).

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Con los contenidos del disco duro probamos a hacer streaming hacia otros dispositivos y funcionó siempre bien: es más fácil de lo que imaginábamos. Quizás haya que tener cierta disciplina con un televisor así porque es fácil grabar muchas cosas (más con el doble sintonizador) y aunque el disco sea de 1 TB… no es infinito. De vez en cuando habrá que borrar, o exportar, algo creemos que nuevo y ahora muy sencillo, hacia un USB conectado.

Conclusiones

No vamos a engañarnos: disponer de un televisor de esta categoría durante varias semanas en nuestro hogar es garantía de enamoramiento… y de echarlo mucho de menos a partir del día que la marca lo recupera. Incluso ese día, volver a embalarlo resultó sencillo gracias a la calidad y lo bien pensado que venía todo en el embalaje original. Entre los recuerdos más persistentes, nos quedamos con la calidad de la imagen y esos negros tan fantásticos que la pantalla OLED ofrece, junto al buen tratamiento de las señales por parte de la electrónica Loewe. También con su sonido: no lo hemos comentado pero mientras tuvimos la Bild v55 pasaron dos barras de sonido por nuestras manos, para pruebas, y ninguna «barría» al sonido de la propia barra original del Loewe. El efecto del procesado Mimi Defined se resume en una palabra: imprescindible. Cada vez que probamos a quitarlo o reducir mucho su efecto, nos dábamos cuenta que nos costaba más entender a los locutores o actores.

Por otra parte un televisor con tantas prestaciones (grabación, doble sintonizador, contenidos compartidos desde su disco duro interno…) puede impresionar de entrada. Pero usar esas funciones no es difícil y no fuimos los únicos en usarlo: dejando el mando a alguien menos acostumbrado a tanta tecnología no fue ningún trauma (recuperar el mando, sí). Programar grabaciones es sencillo (y seguro) gracias a la excelente guía de programación, y cuando dudamos con algún botón del mando basta acudir al «Info» para resolverlo (seguro que ése es el botón más pulsado en los mandos Loewe).

No es un televisor barato, pero sí bueno y bonito, que enriquecerá cualquier sala donde vaya y lucirá magnífico en un salón moderno o de diseño a la última. Las horas que pasemos ante él amortizarán la inversión, seguro.

Ficha técnica

Loewe Bild v55
Diagonal55 pulgadas
Resolución y tecnología4K, HDR10, HLG, Dolby Vision
Tipo de panelOLED UHD 2160p (3.840 x 2.160 píxeles)
ProcesadorQuad Core SX8
Sistema OperativoLoewe Image Active+
ControlMando a distancia
Sonido80 vatios, barra con 6 altavoces
Conexiones4 HDMI 2.0, 3 USB (dos 3.0), Óptica, RJ-45, Salida de auriculares, 2 CI+
Conectividad inalámbricaWiFi 802.11ac 2×2 doble banda, Bluetooth 4.2
SoporteDe sobremesa (incluido), ajuste manual +-20º
OtrosMimi Defined (sonido a medida), Disco Loewe DR+ 1Tb (de serie)
Dimensiones 123 x 68 x 9 cm (ancho x alto x fondo), 123 x 79 x 30 (con peana)
Peso (con peana)29,3 kg
Fecha de lanzamientoPrimavera 2021
Precio4.000 euros

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