Desde el principio de la pandemia por COVID ha habido debate acerca de sus formas de contagio y cómo combatirlo. Pero ahora mismo están todos de acuerdo en que la principal vía de transmisión del virus es el aire: a través de los «aerosoles» que expulsa una persona contagiada cuando habla, grita o tose, incluso solo respirando. Como no existe un instrumento que sea capaz de detectar virus en el aire, hay otra forma de saber si un local o estancia tiene demasiada «concentración» de personas respirando: midiendo el nivel de CO2 (dióxido de carbono, el que exhalamos al respirar) presente en ese ambiente. Si antes habíamos visto cómo un smartwatch puede ayudarnos a controlar nuestra salud ahora este otro aparato puede ser útil.
Límite: 800 partes por millón (ppm) de CO2
Aún portando mascarillas (con más motivo si no fuera así), a partir de cierto nivel el riesgo de contagio de COVID se dispara. Es algo fácil e intuitivo: con excesiva densidad de personas por metro cuadrado, y escasa ventilación, el «ambiente cargado» entre otras cosas puede contener virus si hay alguien contagiado (quien como sabemos puede no tener síntomas). ¿Dónde está el límite? No está legislado pero se considera que a partir de 800 ppm de CO2 un local no es seguro y hay que vaciarlo de personas o ventilarlo: esto puede ser muy útil en centros de formación, oficinas, incluso casas, pero es fundamental en hostelería, al punto que en algunas Comunidades Autónomas (Galicia y Baleares han sido las primeras) cambian las exigencias si un local dispone de medidores.
Se considera que una concentración de CO2 de hasta 800 ppm (partes por millón) es aceptable desde el punto de vista sanitario. Recordemos: es dióxido de carbono expirado por las personas que están respirando (además de posibles calefacciones u otras llamas), y ese nivel indica que «hay demasiada gente» o demasiado poca ventilación… y ambas cosas favorecerían contagios de virus. Lo ideal es que esté por debajo de unas 600 ppm.
Medidores de CO2 contra el COVID:
¿Cómo sabemos qué nivel hay en una habitación o sala? Pues con un medidor: existen hace años pero el COVID les ha dado una segunda juventud, ya que se usaban raramente y en ambientes donde podía haber problemas (laboratorios o talleres). Desde hace algún tiempo algunos profesores (los primeros fueron los de Química, claro) los tienen en sus aulas para tener, ellos y sus alumnos, a la vista la «calidad del aire» en el que están.
Atención, hay que fijarse que el medidor que compremos no sea solo de «calidad del aire» sino que específicamente disponga de sensores que midan el CO2. Tampoco valen, cuidado, los medidores de monóxido de carbono (CO), aunque eso sirve en invierno para saber si nuestra estufa nos quiere provocar una «muerte dulce» (ese gas adormila pero envenena). De los primeros (que solo nos dicen temperatura y humedad relativa) los hay desde 15 euros, pero los segundos arrancan en unos 40-45 euros, de ahí hacia arriba hasta unos 70 a 90 euros los modelos con batería y pantalla a color más grande (visible de lejos), conexión al móvil o indicadores de colores. Verde es que el nivel está por debajo de 400 ppm, que es precisamente la media de la atmósfera en la actualidad (ha subido en el último siglo desde unos 280 y de ahí el efecto invernadero). Hasta unos 700 se acepta como nivel normal, porque todavía no se producirían efectos negativos en la salud (eso ocurre más allá de 1000) pero desde el punto de vista COVID es donde se ha situado la frontera de lo razonable.
¿Dónde lo compro?
Visto su accesible precio, pensamos que cualquier espacio cerrado puede sacar provecho de un medidor, más ahora que vuelve a estar permitido recibir visitas: recomendamos comprar uno. Aparte de en casa, en clase, un taller, la oficina… muchos son los ambientes cerrados (aunque deban ventilarse) en los que será útil para saber cómo «estamos» y si es necesario ventilar. Desde Amazon (en las franjas de precios indicadas más arriba) hasta Aliexpress (en torno a la mitad de esos precios) tienes modelos entre los que elegir: recuerda buscar «medidor CO2», pero si quieres uno no tardes porque los hemos visto desaparecer bastante rápido (y si los hacen obligatorios en más sitios, desaparecerán aún más rápido).
cotización de medidor de co2 con certificado de calibración .