Mi experiencia con el Realme 8 tras dos semanas de uso

Realme es una apuesta segura en la gama media. La compañía es capaz de ofrecer muy buenas especificaciones en una horquilla de precios realmente comedida. Su nueva apuesta en este campo, donde se libra una batalla cada vez más dura entre los fabricantes, es el Realme 8. Un dispositivo honesto, sin grandes pretensiones, pero con algunos detalles que lo hacen destacar, como su pantalla Super AMOLED de 6,4 pulgadas o su gran batería.

A lo largo de estas dos semanas el Realme 8 ha ido revelando sus luces y sus sombras. En este artículo, registro mi experiencia al usar este nuevo dispositivo de la firma china. Después del lanzamiento del Realme 8 Pro, toca comprobar hasta qué punto es recomendable este nuevo Realme 8.

Ficha técnica del Realme 8

La pantalla Super AMOLED es un gran aliciente

El Realme 8 tiene una pantalla de 6,4 pulgadas con tecnología Super AMOLED. Su brillo máximo alcanza los 1000 nits. La resolución es Full HD + y, en este caso, no encontramos una tasa de refresco superior a la habitual. Esta última cifra se mantiene en los 60 hercios. Sobre el papel, y en vista de estas especificaciones, el panel es uno de los puntos más positivos del terminal.

Obviando el hecho de que Realme no haya incluido un panel con una tasa de refresco superior, los 1000 nits permiten que el contenido de la pantalla sea completamente visible en cualquier situación, incluso con una incidencia de luz directa. La resolución que ofrece es más que suficiente para que sea imposible apreciar el efecto diente de sierra, incluso con un diagonal de 6,4 pulgadas. La calibración del panel se distingue por ofrecer colores muy vívidos. Con respecto al software, el dispositivo permite regular en tres niveles la calidez de la pantalla. Por supuesto, la tecnología AMOLED también propicia que el dispositivo pueda ofrecer el modo AOD (Always on display), gracias a su encendido selectivo de píxeles.

En resumidas cuentas, la pantalla del Realme 8 es uno de los puntos más fuertes del dispositivo, destacando por su brillo máximo y su buena calibración. Con ella, este terminal se acerca a todos aquellos usuarios que consumen contenido de forma intensiva, otorgándoles una experiencia muy satisfactoria.

La protección biométrica es sobresaliente

El Realme 8 cuenta con dos sistemas de identificación biométrica. Por un lado, tiene un lector de huellas ubicado bajo la pantalla, en la zona inferior. El funcionamiento de este es relativamente bueno, aunque obliga al usuario a ubicar con mucha precisión el dedo. De lo contrario, la lectura de la huella dactilar fallará. En este sentido, nos encontramos ante los mismos problemas que tienen otros terminales que usan una tecnología similar.

No obstante, el reconocimiento facial ya es otra historia. Es aquí donde el Realme 8 suple los problemas de precisión de los lectores de huellas ubicados bajo la pantalla. No, no cuenta con un sistema infrarrojo para leer rasgos faciales. Con todo, podemos calificar su funcionamiento como excelente, incluso en condiciones de luz muy bajas. Además, es rápido. Su velocidad y efectividad harán que te olvides rápidamente de que el Realme 8 tiene un lector de huellas. Simplemente, dejarás de utilizarlo. Claramente, el binomio formado por el lector de huellas en pantalla y el sobresaliente reconocimiento facial son uno de los aciertos de Realme con este nuevo dispositivo de gama media.

Rendimiento y batería: Mediatek y 5000 mAh

La apuesta que ha hecho Realme con el Mediatek Helio G95 ha sido un acierto. Si nos centramos en tareas poco pesadas y habituales, como la apertura de documentos, la captura de fotos y vídeos y la reproducción de contenido, el dispositivo cumple con creces. Solo en momentos muy puntuales hemos visto como la aparición de lag se hacía patente. El Realme 8, con su Mediatek, es un dispositivo solvente en la mayoría de las ocasiones. Cuando hemos querido sacarle más partido a su unidad de procesamiento, con algunos videojuegos exigentes, la respuesta ha sido más que correcta.

En el ámbito de la autonomía, el Realme 8 es una compra inteligente. Además de contar con una batería de 5000 mAh, dispone de carga rápida. En la caja, se incluye el transformador necesario para disfrutar de la máxima velocidad a la hora de cargar el terminal. Las cifras oficiales indican que es capaz de mantenerse encendido durante 23 horas de reproducción de vídeo continuada. En nuestro caso, haciendo un uso normal, enviando mensajes, jugando o escuchando música, hemos podido disfrutar de hasta dos días completos de batería. Es muy difícil quedarse tirado con este nuevo Realme. Al igual que sucede con la pantalla, este es uno de los puntos fuertes del dispositivo.

Un diseño mejorable en algunos aspectos

En referencia al diseño, el Realme 8 viene con una construcción en policarbonato y cristal. Está disponible en dos acabados, negro y plata. La trasera destaca por dos zonas diferenciadas, una en color mate y otra con efecto brillante y holográfico. En esta última, se puede leer el lema de la compañía, un detalle que, quizá, podrían haberse ahorrado.

Sin meternos en el jardín de si es un dispositivo bonito o no, sí que podemos decir que es un verdadero imán para las huellas. Después de limpiarlo exhaustivamente, las marcas de los dedos aparecen casi de forma instantánea. Por lo tanto, es recomendable usar una funda con otro acabado que no atraiga de forma tan acusada la suciedad. En términos generales, la construcción del dispositivo es buena y nos transmite la sensación de estar ante un terminal robusto.

La experiencia fotográfica aprueba con dificultades

El Realme 8 incorpora un conjunto de 4 sensores fotográficos. La configuración es la siguiente:

• Sensor de 64 megapíxeles y apertura focal f/1.79
• Sensor con lente gran angular de 8 megapíxeles y apertura focal f/2.25
• Sensor con lente macro de 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4
• Sensor con sensor monocromo de 2 megapíxeles y apertura focal f/2.4

¿Qué experiencia otorgan estas cuatro lentes? Hablando del sensor principal, lo cierto es que los resultados obtenidos son mejorables, sobre todo por su bajo nivel de detalle. Es cierto que este aspecto mejora en el momento en el que usamos la opción de disparo en 64 megapíxeles, que por defecto viene desactivada. Sin embargo, no soluciona el problema, pues las capturas siguen viéndose algo borrosas en cuanto se amplían mínimamente. De igual manera, sucede algo parecido con el sensor de gran angular. Este último es un añadido interesante, otorgando más versatilidad al conjunto. Lamentablemente, se desenvuelve algo peor que el principal.

Si nos centramos en los dos sensores adicionales, ninguno supera los 2 megapíxeles. Tienen funciones muy específicas a las cuales no hemos logrado sacar demasiad partido. Es cierto que permiten explotar la creatividad del usuario, pero las capturas obtenidas tienen una baja definición y son de poca calidad. Por último, los resultados con la cámara frontal son aceptables. Su sensor de 16 megapíxeles hace un buen trabajo a la hora de capturar retratos en solitario y en grupo.

¿Y qué hay del software? La interfaz de la cámara es sencilla y organiza todos los modos de manera muy simple. De cara al usuario, esta aplicación no añade dificultad a la hora de usar la cámara. Dispone, además, de un modo de mejora fotográfica mediante inteligencia artificial. En realidad, los resultados con este modo activado se traducen en capturas muy saturadas, con colores muy alejados de la realidad. Por el contrario, el HDR hace un buen trabajo, logrando aunar diversas exposiciones y ofreciendo resultados muy interesantes.

La experiencia fotográfica con este Realme 8 podría ser mejor. Es cierto que nos encontramos ante un dispositivo de un precio comedido, pero otros modelos de la competencia ofrecen mejores resultados en un rango de precio similar.

Interfaz minimalista sobre un software repleto de opciones

Encaramos el final de este análisis centrándonos en el ámbito del software. De fábrica, el Realme 8 viene con Android 11. Sobre él corre la versión 2.0 de Realme UI. Su interfaz es minimalista y altamente personalizable. Cuenta con su propia tienda de temas, la posibilidad de personalizar la barra de estado, opciones de privacidad y seguridad e, incluso, un gestor de procesos. Claramente, Realme UI 2.0 le sienta como un guante a Android 11. Pese a la personalización, se mantienen elementos exitosos introducidos por Google, como el feed lateral en la pantalla de inicio.

Sin embargo, no todo es positivo. Al iniciar el Realme 8 por primera vez, en seguida nos percatamos de la gran cantidad de aplicaciones preinstaladas que incluye. TikTok, Facebook, WPS Office, Lazada y muchas más. Eso sí, la gran mayoría se pueden desinstalar sin mayores complicaciones. A todas estas aplicaciones, se suman las de Google que, en este caso, incorporan algunos servicios como YouTube y YouTube Music de forma predeterminada. Por último, el sistema ofrece recomendaciones de aplicaciones disponibles en una tienda paralela a Google Play, una característica algo molesta e innecesaria.

Conclusiones y disponibilidad

¿Es recomendable el Realme 8? En nuestra opinión, sí lo es. Su brillante pantalla, su magnífico reconocimiento facial, un rendimiento a la altura y una autonomía excelente son las principales virtudes de este terminal. Debes tener en cuenta que, por el contrario, deberás sacrificar en diseño, principalmente por la atracción que siente por las huellas. También hay que hacer concesiones en el aspecto fotográfico y convivir con una serie de servicios añadidos integrados en el sistema operativo. El Realme 8 estará disponible el 12 de mayo de forma oficial en nuestro país por un precio de unos 200 euros.