Los altavoces Bluetooth Bose Revolve (200 euros) y Revolve Plus (260 euros) sorprenden por su sonido pero no solo por eso. Son resistentes a salpicaduras y caídas, y eso junto con el sonido «360 grados» que se distribuye en todas direcciones los hacen perfectos para salir de casa ahora que llega el buen tiempo. Ambos han recibido pequeñas mejoras recientemente de Bose, lo que les ha dado algo más de duración de batería (hasta 17 horas el Revolve Plus y 13 horas el Revolve) y más resistencia frente a la humedad y el agua: perfectos para la terraza, la playa o la piscina.
Resistentes
Los dos Bose Revolve son de forma cilíndrica, ligeramente cónica con la base más grande. El Revolve mide 15 centímetros de alto y el Revolve Plus es un poco más grande, 18,4 centímetros. De diámetro el Revolve mide 8 centímetros y el Plus 10 cm: los pesos respectivos son de 660 y 900 gramos, se notan «densos» en la mano. Y es que están construidos en aluminio, sin uniones visibles (la carcasa exterior es de una pieza).
Están rematados por la parte superior por una sección de goma resistente (silicona), que es donde están los botones de control directo. Por debajo también lleva goma de protección (y una rosca por si queremos ponerlo en un trípode) y la distribución del peso lo hace muy estable en ambos casos. El Revolve Plus añade una práctica asa para llevarlo o colgarlo, y según Bose resisten caídas leves. Además son resistentes a salpicaduras de agua: perfectos para estar al lado de una piscina o en la playa (pero no son sumergibles).
Sonido 360 grados
Lo más notable de los Bose Revolve es cómo consiguen distribuir el sonido en todas direcciones. La configuración del altavoz y la “magia” electrónica de Bose a la hora de procesar y ecualizar las señales, convierten estos altavoces en algo que sorprende al escucharlo. Si los dejamos sobre una mesa y andamos alrededor mientras están sonando, no apreciaremos cambios en el sonido: eso es el “sonido 360 grados”.
Para conseguirlo Bose monta un altavoz circular de forma horizontal en la parte inferior, dirigido hacia abajo. En la base, frente a ese altavoz, está un deflector acústico circular que distribuye el sonido en todas direcciones. Para reforzar los graves, Bose ha colocado en la parte superior de los Revolve dos altavoces más, «pasivos». Eso significa que no están conectados a un amplificador sino que se mueven por el aire que mueve el altavoz principal, con el que comparten recinto hermético (no son bass-réflex). El sonido se distribuye de esta forma muy bien: agudos y medios por la parte inferior (hacia la mesa o suelo) y graves, menos direccionales, por arriba (más alejados de la superficie y evitando que sean demasiado retumbones).
Larga duración
El Bose Soundlink Revolve ofrece hasta 13 horas de autonomía, y el Revolve Plus alarga eso gracias a su batería más grande hasta las 17 horas. Han conseguido una hora más que sus respectivos modelos anteriores, que estas versiones «II» reemplazan. Se cargan a través de un puerto micro USB, pero existe una base (opcional) que hace más fácil simplemente dejarlo sobre ella (perfecto para tener música en casa y que estén siempre al 100%). Además de ese puerto (solo de carga) y Bluetooth (con conexión NFC), ambos disponen de la tradicional entrada auxiliar (jack estéreo 3,5 mm) para cualquier dispositivo móvil.
Hablando de móviles, uno de los botones de los Revolve sirve para responder llamadas, o despertar la atención del asistente (Siri o Google). Así, no necesitaremos tener el móvil a mano para casi nada. Por su calidad de sonido y sus micrófónos, los Revolve además de muy buenos con la música permiten un uso ideal como “manos libres” para llamadas telefónicas, personales o en grupo, gracias a ese sonido 360 grados. Además y usando la aplicación Bose Connect podemos, si tenemos dos unidades, hacer que suenen emparejadas cono dos altavoces estéreo (izquierdo y derecho) o a la vez (modo fiesta).
