Probamos la mesa portátil de mezclas Pioneer DDJ-200

Soy uno de esos que ha flirteado (¿o debería decir flipado?) en alguna ocasión con eso de jugar a DJ mezclando canciones con más o menos maña. Hasta ahora todos mis intentos habían sido con algún programa de ordenador tipo VirtualDJ o similar. Por eso, hace unos días me animé a probar la mesa portátil de mezclas Pioneer DDJ-200.

Para empezar, al ver las características y su precio pensé que yo reunía las cualidades de comprador o cliente potencial. Es decir, alguien aficionado a esto de pinchar música, sin grandes conocimientos pero que quiere probar cómo se siente con una mesa más parecida a las de verdad. Y no limitarse a un simple programa de ordenador.

Pioneer DDJ-200 es una mesa portátil de tamaño compacto y, sobre todo, un peso muy ligero de tan sólo 1,2 kilos. No tiene ni cable de alimentación. Todo se gestiona a través de una conexión USB que, eso sí, se puede conectar a un cargador con entrada USB, como los que usan los móviles actualmente. Después el manejo de la mesa se hace desde un móvil. O si se usa el ordenador, directamente conectado a un puerto USB de un ordenador Windows o Mac.

Para meter la música e incluso transmitirla, Pioneer DDJ-200 se puede usar con varios programas distintos. Es compatible con las aplicaciones de móviles WeDJ, djay y edjing Mix, tanto para iPhone o iPad como para Android. Si prefieres usar el ordenador, ya sea PC o Mac, en ese caso puedes utilizar el programa rekordbox. También he probado a usarlo con el VirtualDJ 2021 y lo ha reconocido al estar ya conectado por USB como dispositivo externo.

La ventaja principal de este dispositivo es que puedes hacer las mezclas y manejar los controles habituales directamente en una mesa con botones y mandos físicos. Una sensación táctil que no hay programa de ordenador o de móvil que pueda reemplazar. Y eso, la gente de Pioneer lo sabe bien.

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Si además estás empezando y quieres una ayudita con las mezclas, este Pioneer DDJ-200 incluye un mágico botón llamado Transition FX que sirve para hacer la mezcla automáticamente y quedar bien con la audiencia (o contigo mismo mientras lo escuchas).

También tiene botones para sincronizar los ritmos de las diferentes canciones y así ajustar mejor las transiciones entre un tema y otro. Y, por supuesto, las pequeñas ruedas que imitan a los antiguos platos giratorios de vinilos. Para hacer el clásico scratch, acelerar la canción o pausarla.

Otra de las funciones que se agradecen es la posibilidad de mandar una salida de audio a unos altavoces y otra salida diferente a unos auriculares. Para así hacer una pre-escucha de la siguiente canción o una búsqueda que sólo escuchas tú, mientras los demás oyen sólo la música de los platos. Para estos casos incluye un cable auxiliar de sonido con dos salidas de audio diferentes. Eso sí, este cable se tiene que conectar a la salida de audio del ordenador o de un móvil. Y en este último caso, cada vez es menos frecuente que los móviles tengan la clavija de salida de audio.

Principales características

Conclusiones

Para esta mesa de mezclas Pioneer DDJ-200 podemos encontrarnos con 3 posibles situaciones. Si eres un usuario avanzado o quieres dar el salto directamente a una mesa profesional con funciones más complejas y que te sirva para muchos años, este Pioneer DDJ-200 se te puede quedar pequeño pronto. En tu caso, quizás el Pioneer DDJ-FLX6 sea mejor opción.

Si simplemente quieres jugar un rato a ser DJ pero sin dejarte mucho dinero en el intento, quizás sus 140 euros te parezcan demasiado para el intento.

Pero si no eres ni lo uno ni lo otro, es decir, si quieres empezar poco a poco en esto de ser deejay (o intentarlo), si quieres probar cómo se hace con una mesa real con sus botones físicos y además te viene bien poder llevarla a cualquier parte para pinchar en una fiesta improvisada, pero sin pagar una suma grande, este Pioneer DDJ-200 puede ser una buena opción.

Ahora ya te toca a ti decidir dónde te sitúas. Y si la has probado, cuéntanos tu experiencia en los comentarios.