Nuestra experiencia de uso con los auriculares Bose Sport Earbuds

Los auriculares sin cables Bose Sport Earbuds son novedad de esta temporada y hemos tenido oportunidad de hablar de ellos. También los hemos podido probar a fondo unas semanas y este es el resultado de nuestra experiencia de uso. Son unos auriculares totalmente sin cables (Bluetooth) que se introducen en el oído, donde quedan bien sujetos, y cuestan unos 200 euros aunque ya sabemos que se pueden encontrar ofertas.

Nuestra experiencia de uso con los auriculares Bose Sport Earbuds

Sin cables y hasta 15 horas

Cuando ahora se habla de auriculares «sin cables» todavía conviene especificar el «totalmente» para aclarar que estamos hablando de un modelo de última generación. Hasta no hace mucho todavía muchos auriculares contaban con un cable y así podían, por ejemplo, llevar la electrónica en uno y la batería en otro. Así eran los Bose deportivos de hace dos generaciones, que probamos en su día, mientras estos Sport Earbuds son ya la segunda generación realmente «wireless» tras los Soundsport Free.

Estos auriculares, al ser independientes, necesitan albergar en cada unidad tanto electrónica como batería, y eso (además de un tamaño práctico) limita su autonomía lógicamente. Aún así Bose ha conseguido 5 horas en sus Sport Earbuds, y como la funda tiene su propia batería y da para dos cargas completas, en total podemos estar hasta 15 horas «desenchufados».

Ya te adelantamos que Bose no exagera y si no escuchas a muy alto volumen (ojo con eso que es perjudicial) es fácil que incluso superes esas cifras. Nosotros no llegamos a sentir nunca la ansiedad de quedarnos sin carga, y es verdad que el estuche permite jugar con un as en la manga (los guardas y se cargan). Solo en una ocasión (viaje) tuvimos que tirar más de lo normal del estuche, y tampoco nos llegamos a ver apurados… y unas cosas con otras superamos las 12-14 horas y todavía quedaba carga. Otra cosa interesante, positiva, es que si los dejas de usar un tiempo se quedan hibernando o desactivados, sin gastar batería: cuando los cojas estarán a tope o cerca, incluso si han pasado varias semanas.

Bose Sport: cómodos y seguros

Unos auriculares que debes introducirte(ligeramente) en el oído es «vital» que no resulten incómodos. Y, a la vez, deben quedar bien sujetos si no queremos perderlos: no practicamos ningún deporte extremo con ellos puestos y suponemos que boxeando saltarían… pero tampoco están pensados para eso. Para andar, correr, montar en bici, y hacer ejercicios de gimnasio (aunque sea en casa) no se nos cayeron ni una sola vez.

También son resistentes a la humedad, y aunque quizás hubiera sido mejor algo más que IPX4 (no ya para nadar, que también, pero para caso de lluvia o más sudor), tampoco presentaron problemas en este sentido (aunque tuvimos más cuidado precisamente por ello). Aunque son compactos (pesan menos de 7 gramos cada uno), una vez puestos sobresalen ligeramente: es el único «pero», que según qué gorro (con frío) se pueden llevar mal, y que no valen para llevarlos con casco (moto).

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Las tres medidas de las puntas StayHear Max, en orden de más pequeña a mayor

Pero destacaríamos lo cómodos que resultan: el primer día la aplicación nos guía para elegir los adaptadores (en goma tipo silicona suave). Bose los llama StayHear Max y es una pieza entera que incluye el adaptador para el canal auditivo y la «pestaña» que se queda por dentro del lóbulo de la oreja, fijándolo. Hay tres tallas, la intermedia viene montada, una más pequeña y otra mayor. Si alguien tiene una oreja grande pero un canal auditivo pequeño (o viceversa)… mala suerte. Pero para la mayoría (nos incluimos) se adapta bien: hay que conseguir un cierto sellado con el canal auditivo, importante para aislarse del ruido exterior (estos Bose no disponen de sistema de cancelación electrónico), y muy importante para la calidad del sonido.

Cualquier «intrauricular» (los que se insertan como un tapón en el oído) exige un buen sellado, o los graves no nos sonarán con potencia ni extensión. De hecho se venden «puntas» de otros fabricantes que se han especializado en eso, pero para auriculares (con cables) que los usan de formas más estándar que estos Bose. Ese mercado ha surgido porque algunos pueden resultar incómodos, o no cerrar bien, o no gustarnos el sonido final… sobre todo llevándolos un buen rato o muchas horas. No fue el caso de estos Bose: su buen sellado con nuestra medida no nos resultó incómodo (está bien pensado cómo es el lóbulo). Y se desmontan fácilmente para lavarlos (con agua y jabón).

Aplicación Bose Music

Como es costumbre hoy en día, cualquier dispositivo necesita de que usemos su aplicación dedicada para configurar todas sus posibilidades correctamente. Y es que, tal cual, es muy sencillo conectar los auriculares a cualquier móvil por Bluetooth (por cierto son 5.1 y permiten usar el modo Low Energy). Pero si queremos configurar cómo usar algunas características, o actualizar su firmware, tendremos que usar la aplicación Bose Music (la misma que se usa para sus gafas Frames y otros productos).

La aplicación es ideal usarla de entrada, porque nos ayuda en la conexión y la configuración de las puntas, como comentamos más arriba. Luego podemos activar la «detección»: el auricular derecho es el «maestro» (de hecho se puede usar él solo sin ponerse el izquierdo si queremos tener un oído destapado). Si activamos esta función, el auricular detecta cuándo lo llevamos puesto y cuándo no: en función de eso, parará la música o incluso si entra una llamada al móvil y nos lo ponemos, la respondería (entiende que vamos a hablar con él).

Otra opción de la aplicación es el «acceso directo»: la superficie de ambos auriculares es táctil, y mientras el derecho tiene funciones fijas (volumen, parar música, activar el asistente o responder llamadas) en el izquierdo podemos elegir, en esta versión escuchar el nivel de carga o pasar canciones por ejemplo. Las indicaciones y la aplicación están en un correcto español, salvo que prefiramos poner todo en inglés.

En la configuración de la conexión podremos ajustar algo importante, el tipo de conexión. La mala noticia aquí es que Bose no soporta (por ahora, podría cambiar en una actualización) aptX ni tampoco algo como LHDC, la buena es que si es compatible con AAC (por defecto con móviles iOS o sea Apple). La cuestión es que con estos auriculares tenemos suficiente calidad de sonido como para darnos cuenta de que la transmisión «corriente» Bluetooth (SBC) deja algo que desear en cuanto a calidad, si escuchamos temas que no tengan mucha compresión, pero no hay alternativa.

Sonido de la casa: Bose

A lo largo de los años Bose ha refinado una «curva de respuesta» acústica propia. Está basada en el perfil del oído humano, que como sabemos a bajo volumen «pierde» un poco los graves y agudos para centrarse en las frecuencias medias (donde está la voz, que a priori es lo importante para comunicarse). Así, en función del volumen de escucha, Bose ecualiza sus auriculares (de todo tipo, y también altavoces) siguiendo unas curvas que tienen registradas y aplican a todos sus productos.

Algo que nos gustaría ver en un futuro es que la aplicación permitiera hacer algún ajuste sobre estas curvas: sin «enseñarla» en una ecualización (está patentada) pero sí poderla personalizar. Según la música o la persona, podemos preferir unos graves algo más presentes, o al contrario, o unos agudos más claros, por ejemplo. Bastaría añadir esa posibilidad a Bose Music con unas pocas opciones… Ahora, podemos tirar de ecualizador en otra aplicación, pero hay que tener presente que sumaremos lo que hagamos a la propia de Bose (para evitar un batiburrillo al final)… Toda esta reflexión es porque tenemos la costumbre de escuchar de forma crítica diferentes auriculares (y altavoces) sin ninguna ecualización, y con los Bose eso no es posible.

Bose Sport EarBuds (3)

Música de calidad y equilibrada

La buena noticia es que ese «sonido Bose» está muy bien resuelto. Cuando un fabricante habla de «su sonido» en altavoces o auriculares el resultado no suele ser muy halagador si somos críticos: típicamente nos enfrentaremos a un sonido llamativo, con graves «potentes» (hinchados) y agudos «detallados» (agresivos). Nada de eso con Bose y con estos auriculares en concreto: los Sport Earbuds suenan con rock con un grave poderoso pero rítmico, que no apabulla. Las voces suenan claras, tienen buenos medios y eso a la hora de conversar es otra ventaja. Y en frecuencias agudas suenan con buen detalle pero nunca agresivos: un buen equilibrio general, aunque el perfil sonoro tira más bien a lo cálido (más hacia un grave presente pero no molesto).

Para que esos graves nos lleguen bien, como indicamos, los auriculares deben estar bien puestos: colocados bien metidos en el canal auditivo. No entran tanto como otros intrauriculares, por eso seguramente son tan cómodos estos (o no necesitan una docena de tallas), pero si los ponemos sin meterlos bien… las frecuencias bajas son las que se resienten.

Bose Sport Earbuds al hacer deporte

Hablando…

El auricular derecho es el único que lleva micrófono, una matriz de varios micrófonos de hecho. Por eso es posible hablar por teléfono o mantener charlas en videoconferencias solamente con el auricular derecho puesto, de hecho como comentamos más arriba incluso podemos configurarlos de forma que, cuando recibamos una llamada, al ponernos el auricular (derecho) ésta se responda automáticamente. Poder hablar con un oído descubierto nos parece una ventaja, porque nos parece un poco incómoda la sensación de hablar teniendo los oídos «tapados»… pero esto puede ser algo personal. Con los Bose puedes hacerlo o no, a tu elección, y eso sí es ventajoso.

Esa matriz exterior de micrófonos usa un sistema de cancelación del ruido ambiente, aunque estos no sean auriculares con ese sistema para la escucha (como sus hermanos QuietComfort). Y eso sí funciona muy bien, se nota que quien nos escucha nos entiende mejor. Probamos a conversar con otra persona que los tuviera puestos, estando expuesto al viento (que es muy molesto en los micrófonos de móvil normales) y escuchábamos muy bien, de hecho no parecía estar en la calle.

Nuestra experiencia de uso con los auriculares Bose Sport Earbuds 6

Conclusiones

Nuestra experiencia con los Bose Sport Earbuds ha sido muy buena. No disponen de sistema de cancelación de ruido pero, si no trabajamos o frecuentamos ambientes muy ruidosos donde esa «magia» sea necesaria, con el aislamiento físico que estos auriculares ofrecen puede ser suficiente. Y nos ahorramos muchos euros respecto de otros con ello… con la ventaja que pueden ser algo más pequeños y ofrecer la misma duración (esos sistemas consumen batería).

La autonomía nunca nos resultó un límite ni un problema en nuestro uso, y el control táctil para volumen o saltar de canción es perfecto. Hablando no tuvimos queja, ni por nuestra parte ni de nuestros interlocutores, nos han resultado siempre cómodos, y no se nos cayeron ni una sola vez moviéndonos bastante. ¡Recomendados!

Ficha técnica

Bose Sport Earbuds
TipoAuriculares True Wireless Bluetooth
Cancelación de ruido activaNo
Cancelación de ruido pasivaSí, con puntas StayHear Max en silicona suave lavable (3 tallas incluidas)
SonidoTransductores Bose de gran eficacia, puerto acústico propio
BateríaHasta 5 horas (auriculares)
10 horas adicionales con el estuche de carga
ConectividadBluetooth 5.1 (SBC y AAC)
Micrófonos4 micrófonos en total (auricular derecho)
ColoresBaltic Blue, Glacier White y Triple Black
ResistenciaCertificación IPX4
Otras funcionesControles táctiles en ambos auriculares
Fecha de lanzamientoOtoño 2020 (Disponibles)
Precio200 euros

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