La reciente actualización de las políticas de privacidad de WhatsApp ha provocado que decenas de miles de usuarios hayan huido a otras aplicaciones de mensajería mucho más seguras a priori. Tres de las herramientas que mayor popularidad han ganado durante estas últimas semanas han sido precisamente Telegram, Signal y Discord. Como alternativas a WhatsApp que son, las tres herramientas comparten la función principal de la propuesta de Facebook: intercambiar mensajes privados. Lo hacen sin comerciar con los datos o las preferencias de los usuarios en la red, punto que ha sido criticado tanto los detractores de WhatsApp como por los usuarios de la plataforma tras la última postura del gigante norteamericano.
Más allá de las diferencias con WhatsApp, cada una de estas aplicaciones cuenta con funciones que las caracterizan entre sí, tal y como veremos a continuación. Aprovechando el revuelo causado por esta última, analizaremos todas estas diferencias para conocer en mayor profundidad conocer el panorama de aplicaciones parecidas a WhatsApp existentes en 2021.
Telegram, un todo en uno que apuesta por la privacidad y la practicidad
Telegram es probablemente la alternativa más conocida a WhatsApp, tanto por base de usuarios como por su propio parecido con la aplicación de Mark Zuckerberg. De hecho, una de sus grandes ventajas respecto a Signal y Discord es su enorme similitud con WhatsApp.
Características y funciones de Telegram
De primeras, la interfaz del menú principal y las conversaciones no difiere mucho de lo que nos encontramos en WhatsApp. Al igual que esta última, Telegram nos mostrará un listado de contactos que se hayan registrado previamente a través de un número de teléfono, el cual se asociará a nuestra cuenta una vez creamos una cuenta.
Y es que a pesar de que Telegram nos permite crear un nick o nombre de usuario, la plataforma requiere de una SIM activa para asociar nuestro usuario con una línea válida. La diferencia con respecto a WhatsApp es que no necesitaremos compartir nuestro número de teléfono con otros usuarios para entablar conversaciones dentro de la aplicación, ya que podemos hacer uso del nick que hayamos asociado previamente. Tampoco dependemos de un único dispositivo, ya que podemos iniciar sesión en tantos dispositivos (smartphone, tablet, ordenador…) como deseemos. Y he ahí la gran ventaja de Telegram.
Además de ser compatible con todos los sistemas operativos (Android, Windows, Linux, macOS, iOS…), no depende de un único inicio de sesión. La otra gran ventaja de Telegram con respecto a WhatsApp es que toda la información que se maneja en la aplicación está centralizada, es decir, no depende de copias de seguridad locales ni bases de datos de Google Drive: tanto los archivos como el historial de conversaciones de Telegram se almacena en los servidores de la empresa, lo que nos permite disponer de todos los datos sin tener que cargar pesados archivos de iCloud, por ejemplo.
Privacidad y seguridad de Telegram
Si nos centramos en el terreno de la privacidad y la seguridad, lo cierto es que Telegram no se diferencia mucho de WhatsApp a pesar de la opinión generalizada. De manera predeterminada, Telegram no cifra las conversaciones convencionales de extremo a extremo, salvo los grupos y canales. Dicho de otra manera, la información que se envía a los servidores no está cifrada. Para ello, tendremos que recurrir a lo que se conoce como «chat secreto», una forma de conversación que no deja ningún tipo de rastro en los servidores de la plataforma y cuenta con cifrado punto a punto, mensajes con autodestrucción y bloqueo de reenvío de mensajes.
Otros de los aspectos más criticados de la aplicación tiene que ver precisamente con el sistema de asignación por nombres de usuario. En el momento de escribir estas lineas, Telegram no nos permite ocultar nuestro nick del buscador integrado de la plataforma, por lo que cualquiera que disponga de nuestro nombre de usuario (@juancarlosbroncano, @davidmateo, @victorsanchez…), podrá contactar con nosotros sin ningún tipo de limitación a menos que bloqueemos a dicho usuario manualmente.
A este punto se le uno otro que tiene que ver las notificaciones que la propia aplicación envía a los usuarios existentes cuando un usuario de nuestra agenda de contactos se una a la aplicación («Marcos» se ha unido a Telegram, «Nerea» se ha unido a Telegram…). Y es que si bien podemos deshabilitar dichas notificaciones, no existe forma alguna de evitar que nuestros contactos se enteren de que hemos creado una cuenta de Telegram. La buena nueva es que contamos con un sistema de verificación en dos pasos, además de bloqueo por PIN o huella.
Otras funciones de Telegram
En cuanto al resto de funciones que caracterizan a Telegram, la aplicación cuenta con notas de voz, al igual que WhatsApp, pero también con notas de vídeo, que nos permite grabar un pequeño clip de vídeo con cualquiera de las cámaras del teléfono. También podemos realizar tanto llamadas de voz como videollamadas. Eso sí, las videollamadas grupales todavía no son posibles, al menos en las versiones más recientes de la aplicación.
Hablando de conversaciones, la propia plataforma habilita de manera predeterminada una conversación con nosotros mismos denominada «Mensajes guardados» que nos permite compartir archivos y diferentes elementos multimedia de hasta 2 GB frente a la ridícula cantidad de WhatsApp de 16 MB. De hecho, compartir archivos entre diferentes usuarios ha sido una de las claves de éxito de Telegram, ya que existen comunidades enteras basadas en canales de difusión y supergrupos con más de 1.000 participantes (moderadores y administradores incluidos), elementos que no están presentes en WhatsApp.
La creación personalizada de stickers, la compatibilidad con temas de terceros o la posibilidad de usar y crear bots también son otras de las grandes bazas de Telegram respecto a WhatsApp, aunque esto daría para unos cuantos artículos más.
Signal, la opción más segura para comunicarnos
La aplicación que se ha llevado la palma estas últimas semanas ha sido Signal, la autoproclamada aplicación de mensajería privada que cifra todas las conversaciones de extremo a extremo. Al igual que Telegram, Signal toma prestada la idea de WhatsApp a la vez que se orienta a la privacidad y la seguridad, como veremos a continuación.
Características de Signal
Si nos centramos en las funciones principales de Signal, lo cierto es que la herramienta no se diferencia en absoluto de lo que aplicaciones como WhatsApp o Messenger ofrecen. La aplicación en cuestión basa su acceso en un número de teléfono (nada de nombres de usuario) y cuenta con un sistema de conversaciones similar al de las aplicaciones mencionadas anteriormente.
Desde estas conversaciones no solo podemos comunicarnos a través de texto, también podemos enviar notas de voz y realizar tanto llamadas como videollamadas encriptadas. Incluso podemos enviar elementos multimedia, documentos y archivos en general (hasta 200 MB en vídeo y 100 en documentos) con ningún tipo de límite por contacto. Donde Signal sí muestra claras diferencias es en el propio proceso de registro y la seguridad adherida tanto a las conversaciones como al propio número de teléfono, aspectos de los que hablaremos más adelante.
En cuanto al resto de funciones de Signal, la herramienta cuenta con algunas características interesantes como la posibilidad de editar imágenes y recortar vídeos in situ, así como enviar stickers personalizados a través de lo que la plataforma denomina «cromos». También nos permite realizar llamadas y videollamadas en grupo a la par que dispone de clientes para todos los sistemas operativos. Por desgracia, no nos encontramos con la posibilidad de crear canales o grupos de difusión, algo que sí se encuentra presente en Telegram.
Seguridad y privacidad de Signal
Tal y como hemos mencionado al comienzo del artículo, el fuerte de Signal es precisamente su seguridad. Y esto se hace patente especialmente en el momento de registrarnos, ya que la propia aplicación nos surtirá de un PIN que será necesario para acceder a las conversaciones y que encriptará todo el contenido de las mismas de forma local, de manera que la información quedará oculta de cara a los servidores de la aplicación (más allá de la seguridad proporcionada por la encriptación punto a punto).
Otra de las grandes bondades de Signal es que podemos configurar la autodestrucción de mensajes sin crear una conversación «privada», a diferencia de Telegram. También podemos desactivar las confirmaciones de lectura o el chivato que desvela que estamos escribiendo; incluso emborronar la cara de nuestra foto de perfil o las fotos que enviemos a otros contactos para salvaguardar nuestra privacidad.
Dentro de cada una de las conversaciones, Signal nos mostrará el tipo de cifrado empleado e incluso se compromete a reducir al máximo la recolección de metadatos, los cuales no serán empleados en ningún caso para mostrar publicidad relacionada. Asimismo, podemos limitar el acceso a la aplicación pasado un tiempo o acceder a través del desbloqueo facial o el sensor de huellas, características que se encuentran presentes – a medias – en Telegram, por ejemplo.
Otras funciones de Signal
Más allá de las funciones mencionadas anteriormente, Signal cuenta con varias opciones que la convierten en un cliente a la altura de WhatsApp. Por ejemplo, dispone de reacciones a mensajes concretos, con un sistema muy similar al de Facebook y Messenger. También dispone de un modo oscuro configurable, si bien carece de temas propios o de terceros.
Por supuesto, podemos eliminar mensajes tanto en grupos como en conversaciones individuales, además de bloquear el contenido de las notificaciones que se muestran en iOS y Android. Incluso nos da la posibilidad de enviar fotos e imágenes que solo pueden abrirse una vez, a la par que nos permite enviarnos archivos y mensajes a nosotros mismos a través de una conversación denominada «Notas personales».
Discord, una herramienta orientada a jugadores y equipos de trabajo
Tras hablar de Telegram y Signal, toca hablar de Discord, la tercera alternativa a WhatsApp que desde la irrupción de Twitch y los juegos cooperativos ha ganado aceptación entre el público general. De hecho, sus características no la acercan tanto a WhatsApp, sino más bien a Slack o TeamSpeak, como veremos a continuación.
Características y funciones de Discord
A pesar de cumplir con el concepto de lo que conocemos como aplicación de mensajería, lo cierto es que Discord es una herramienta de chat por texto y VoIP cuyo enfoque se centra en los grupos de trabajo y las partidas multijugador. Buena prueba de ello son las diferentes funciones de las que dispone. Y es que más allá de que podemos entablar conversaciones de manera privada con los diferente usuarios de la aplicación, la principal baza de Discord es que nos permite hacer uso de un servidor virtual privado para crear salas de chat que no dependen de los servidores de la aplicación.
Otra pista que nos hace entender el enfoque de Discord es que no requiere de un número de teléfono para funcionar, sino que el registro se lleva a cabo a través de dirección de correo electrónico, lo que nos permite hacer uso de de la aplicación en diferentes dispositivos al mismo tiempo. Asimismo, la plataforma separa en dos interfaces diferentes las conversaciones privadas y los canales de voz y texto, característica que también se encuentra presente en la aplicación para móviles y tablets.
Desde todos estos canales podemos realizar una videollamada para conversar con el resto de usuarios o bien para compartir la pantalla del ordenador, por ejemplo. Esta característica también se extiende a las conversaciones privadas, donde además podemos compartir archivos de hasta 8 MB de peso en la versión gratuita y de hasta 100 MB en la versión Nitro. Y es que sí, Discord cuenta con suscripciones de pago (Nitro Classic y Nitro) que expanden las funcionalidades de la aplicación de cara a equipos de trabajo o servidores privados más amplios: retransmisión de vídeo en alta calidad, posibilidad de usar un avatar en formato GIF, obtener boost de servidor…
Seguridad y privacidad de Discord
Aunque el uso de Discord está extendido entre grupos de jugadores y grupos de trabajo, la información que se maneja dentro de la aplicación hace uso de sistemas de encriptación estándar, por lo que no nos encontramos con sistemas de codificación punto a punto.
Lo mismo sucede con las videollamadas y llamadas realizadas a través de la aplicación. Por tanto, incluso aunque empleemos un servidor privado para intercambiar información, los datos y metadatos pueden ser accesibles si un atacante accede al servidor o a nuestro dispositivo de alguna manera. Tampoco nos encontramos con opciones seguras para comunicarnos con otros usuarios, ya sean conversaciones protegidas, sistemas de archivos con encriptación o la posibilidad de establecer una contraseña para abrir determinados canales.
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Curiosamente, la aplicación dispone de un algoritmo que nos permite ocultar directamente el contenido explicito de imágenes y vídeos, opción que podemos activar en los ajustes de Seguridad y privacidad. Desgraciadamente, la app no cuenta con un método de verificación en dos pasos nativo ni tampoco con protección de conversaciones a través de un PIN o contraseña convencional.
Otras funciones de Discord
Si por algo se caracteriza Discord es por la cantidad de servidores y canales públicos, con un funcionamiento muy similar a lo que nos encontramos con Telegram en los canales de difusión y supergrupos.
A esto hay que sumarle la integración de la plataforma con diferentes bots, pequeñas herramientas que nos permiten automatizar ciertas acciones, como reproducir música en común, recibir noticias de canales y fuentes de información públicos o incluso jugar a pequeños juegos embebidos en la aplicación.
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