Bose Portable Home Speaker, probamos un altavoz sorprendente

Solemos asociar Bose con buen sonido. Incluso con sonido inesperadamente bueno procedente de altavoces de formas o tamaños “imposibles”. Posiblemente esa popular idea proceda de cuando la marca lanzó sus primeros conjuntos de satélites con cajón de graves separado. La idea no era nueva pero sí su realización, exitosa, dejando unos altavoces pequeños y fáciles de ubicar por un lado (frecuencias medias y altas) y un cajón que era posible esconder (graves). El efecto “mágico” para quien lo escucha es que la música está en el aire, completa, limpia, potente. Y eso mismo es lo que nos ofrece Bose en un formato mucho más compacto y portátil. Veamos cómo es y qué nos ha parecido el Bose Portable Home Speaker, con conectividad WiFi y Bluetooth.

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El Bose Portable Home Speaker fuera de su embalaje

Compacto y portátil

Este Bose es un altavoz portátil bastante compacto: 19 centímetros de altura y 11 de diámetro. La primera vez se siente pesado porque es 1 kg algo inesperado en un mundo de dispositivos plásticos ligeros. El “asa” que facilita su transporte o incluso permite dejarlo colgado de algún soporte le da cierta personalidad… La parte inferior cuenta con una rejilla metálica con miles de orificios por donde obviamente saldrá el sonido. La parte superior tiene una zona central con excelente tacto (goma) donde están los botones de control. Y a su alrededor otra rejilla, en este caso para los micrófonos: sí, como era de esperar este altavoz es compatible con Alexa y otros asistentes.

Aunque la base es redondeada, el Bose Portable Home Speaker es muy estable gracias a un reparto de pesos muy bajo. Un poco “tentempié”, vamos. Y el tacto y acabado general es, como suele acostumbrar la marca, sobresaliente. Al ser metálico, y con su peso, ya antes de empezar a usarlo se justifica un precio algo alto (370 euros). La sensación general es de robustez y es algo más que una sensación, pues resiste golpes y salpicaduras de agua… pero no inmersión completa: es IPX4.

12 horas sin enchufe

La alimentación corre por cuenta de una batería de Litio que la marca anuncia con 12 horas de autonomía. Como veremos, se quedan cortos (dura mucho), pero cuidado con dejarlo “dormido” y no “apagado”. En el primer caso permanece conectado a la red y después de varias horas la batería habrá bajado. En el segundo caso, se desconecta de verdad y al día siguiente se encenderá con la batería que tenía al apagarlo.

La batería se carga por un USB-C que es el único conector disponible. No, no tiene entrada auxiliar de audio ni salida de auriculares. La parte inferior tiene unas bandas de cobre: está pensado para usar una base de carga. Es un accesorio aparte que cuesta 40 euros, práctico si lo usamos mucho en una zona concreta. Pero quizás podían incluirlo de serie ahorrándose el alimentador y cable USB…

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Puerto USB-C de carga y conexiones en la base para la opcional

Por dentro

El único altavoz activo interno es uno de todo rango, es decir que el Bose tiene una sola vía. El mismo altavoz reproducirá graves y agudos. Está situado horizontalmente y emite hacia abajo sobre un deflector acústico. Esta pieza es la que propaga -junto al propio altavoz- el sonido en 360 grados, logrando un efecto de “llenado” sorprendente incluso en salas grandes. El otro efecto del Bose es una excelente reproducción de graves: el mérito es de los tres radiadores pasivos. Son como tres altavoces rectangulares, sin amplificar pero conectados a la cavidad del altavoz principal. Situados en la parte superior del cilindro que es el Bose, dispuestos en 120 grados para cubrir todo alrededor, refuerzan las frecuencias graves.

El sistema acústico como veremos está muy logrado, y la forma en que Bose siempre da un “toque” de ajuste acústico es un plus. Además en este altavoz usan algunos trucos electrónicos, como un procesado que refuerza las voces al recibir señales estéreo. Así evita posibles cancelaciones parciales al combinar la señal de dos canales en uno solo, como ocurre en la mayoría de altavoces portátiles solitarios si comparamos la música con la que reproduce un sistema estéreo con dos altavoces.

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El Bose Portable Home Speaker por dentro: apreciar el altavoz horizontal, y los tres
radiadores en vertical

Conectividad

Ya que hablamos de electrónica, recordemos que este altavoz además de conectarse vía Bluetooth dispone de Wifi. Esto será vital a la hora de conectarse a proveedores de música y también para controlarlo. Y, a la inversa, para usarlo con Alexa para controlar otros dispositivos que tengamos en casa conectados a la misma red.

Imprescindible descargar la aplicación Bose Music para poder configurar y controlar el Portable Home Speaker. Si tenemos otros altavoces Bose en casa, más todavía porque como después veremos podremos “jugar” con ellos y la música. Además de conectarnos a nuestra WiFi, podremos enlazar con nuestras cuentas de Spotify o Tidal, acceder a miles de emisoras de radio, y todo lo que la conectividad implica hoy en día en sonido. Además podremos ajustar su sonoridad y ecualizar graves y agudos si lo tenemos al alguna habitación o posición complicada. Porque, normalmente, el Bose sonará muy bien tal cual… pero de eso hablamos más adelante.

Control directo

Pero afortunadamente también tenemos controles directos. Y nunca mejor dicho: en la parte superior están los controles básicos que no son táctiles. Es decir, cada botón necesita cierta presión hasta apreciar un “clic”… reconfortante frente a tantos aparatos con controles táctiles que nunca se sabe si han recibido el contacto o no. Con ellos lo podemos apagar y encender, y también nos dirá cuánta batería queda.

También reproducir o pausar la música, controlar el volumen… y silenciar el micrófono (importante con Alexa sino queremos ser escuchados). Por último un botón permite activar el Bluetooth y cambiar entre él y Wifi. Esto resulta muy útil si nos lo llevamos fuera de casa, lejos de la cobertura de la WiFi, para enviar música desde el móvil. Y luego al volver recuperar enseguida la conexión: bien pensado, se ve que quien lo diseñó los usa.

Sonido 360 grados

A la hora de la verdad el Bose Portable Home Speaker no defrauda: suena muy bien. El altavoz horizontal con difusor y los tres radiadores de graves funcionan en sintonía, radiando sonido en todas direcciones. Es realmente “360”, algo que muchos anuncian pero pocos cumplen. Basta poner una canción con el Bose en una mesa en mitad del salón, y escucharla de pie dando vueltas alrededor: no apreciaremos ningún cambio de tonalidad. En ningún punto la voz se enmascara, en ninguno los graves disminuyen de nivel. Si estamos más cerca de una pared en algún punto, podremos apreciar un ligero incremento de alguna frecuencia grave pero será efecto de la sala, no del Bose.

Enseguida además apreciaremos cómo llena de sonido el espacio. Sin necesitar subir mucho el volumen, incluso dejándolo deliberadamente algo bajo. El Bose hace la “magia” que los altavoces de esta marca nos tiene acostumbrados y refuerza las frecuencias claves para que sintamos la música en todos los sentidos. Lo probamos en un sótano de 80 metros cuadrados y lo sonorizaba sin problema: no a nivel de “fiesta” quizás pero sí lo bastante alto como para que cuatro personas no pudiéramos entendernos sin hablar muy alto. En un salón normal de 20 a 30 metros cuadrados, el Portable Home Speaker puede dar mucha música. En un ambiente abierto (terraza) perderemos algo de potencia en graves (no habrá paredes cerca ni techo) pero sigue siendo muy capaz.

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Sonando en un salón con otros equipos de música

Música

Para poner música de fondo, mientras hacemos alguna otra actividad, el Bose es ideal. Es fácil de controlar, enviarle música y hacer que reproduzca nuestras listas favoritas, suena muy bien a bajo o medio volumen y al “llenar” de forma tan homogénea el espacio de sonido es perfecto. El ajuste propio de Bose, que puede alterarse a través de la aplicación (graves y agudos), está muy bien tal cual. Pero eso era algo que en el fondo esperábamos: cómo llena quizás no tanto, pero sí ese sonido que gusta de entrada.

Lo menos esperado es que este compacto altavoz portátil también es bueno desde un punto de vista más melómano. Pudimos dedicarnos a escuchar música que tenemos más que conocida, de probar todo tipo de altavoces y sistemas. El Bose no ensuciaba con un grave excesivo las frecuencias medias y permitía apreciar o disfrutar de las voces. Y pese a no tener un altavoz interno dedicado para las frecuencias altas, en agudos era capaz de hacernos llegar suficiente información como para parecer “soso” en su sonido. Ni apagado: un platillo, un violín, llegan tan bien como una voz o el ritmo de una batería. Conviene evitar acercarlo demasiado a una pared o esquina, donde sí que los graves se vuelven algo excesivos, pero con esa salvedad es un altavoz potente y musical a la vez. Además su forma de distribuir el sonido en 360 grados facilita buscarle una ubicación “centrada” que es como suena más equilibrado.

Conexiones

Contar con WiFi nos facilita mucho todo, y además su compatibilidad AirPlay 2 hará las delicias de los usuarios iOS. La aplicación Bose Music ya hemos comentado que es necesaria para ponerlo en marcha y configurarlo. Una característica que puede pasar desapercibida es “agrupar”, algo muy potente. Si agrupamos varios altavoces Bose, ya sea por Wifi o Bluetooth (esto último es notable), sonarán perfectamente sincronizados. Nos quedamos con ganas de probar dos Bose unidos, sonando en estéreo: es algo que una próxima actualización permitirá (ahora sonaría lo mismo por los dos, no serían derecha/izquierda) y que puede abrir un mundo para aficionados con recursos justos y ganas de algo diferente.

Si tenemos el televisor conectado a alguna barra Bose reciente, también podremos enviar su sonido al altavoz portátil. Puede ser útil para seguir mejor una retransmisión desde otra estancia, o para no perderse las noticias en la cocina. Como vemos lo de agrupar altavoces puede dar mucho más de sí que para montar fiestas… que también.

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También en la terraza

Resumen

Aunque lo hemos comentado por encima, la compatibilidad con Alexa es otra característica destacada del Bose. Lo cierto es que resulta muy fácil pedir una emisora o determinado grupo o música solo con “pedirlo”. Sigue dando cierto temor o vergüenza eso de que quizás nos estén escuchando a distancia… pero se puede desactivar. Durante las semanas que lo hemos probado, el Home Portable Speaker nos ha gustado mucho. Funcionó siempre bien, salvo cuando salimos un poco lejos en la terraza, o en el sótano: prefiere mejor cobertura WiFi, claramente. Ahí, o más lejos, el Bluetooth se activa fácilmente y seguiremos disfrutando de nuestra música. Un excelente producto, capaz de llenar estancias grandes, que sabe sonar sutil y con calidad.

 

Bose Portable Home Speaker
Tipo Altavoz inteligente portátil con WiFi, Bluetooth y batería
Altavoces
Driver todobanda de alta excursión horizontal, deflector acústico y tres radiadores pasivos elipsoidales
Conectividad inalámbrica WiFi, Bluetooth, AirPlay 2
Entradas No cuenta con otras conexiones
Asistentes de voz Integración con Alexa de Amazon y Google
Batería De Litio, autonomía de hasta 12 horas (carga por USB-C)
Resistente al agua Sí, certificación IPx4
Tecnología Multiroom Sí, con otros dispositivos Bose Home Speaker y Soundbar, mediante Aplicación Bose Music
Control y configuración Aplicación Bose Music, botones físicos en parte superior
Colores Negro y blanco
Dimensiones 19,15 cm de altura x 11,9 cm de anchura x 10,4 cm de profundidad
Peso 1.06 kg
Fecha de lanzamiento Disponible
Precio 370 euros

 

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