Las plataformas de contenido por streaming no se limitan a compartir con el usuario el contenido que producen las empresas clásicas del audiovisual sino que también quieren su parte del pastel. Netflix, por ejemplo, es bien conocida por el esfuerzo que ponen para construir un catálogo propio y exclusivo, que ofrezca a sus suscriptores películas y series que solo se encuentren en dicha plataforma. El juego de Hollywood ha cambiado mucho en la última década y ahora los grandes directores eligen estrenar película en Netflix, como Alfonso Cuarón, Martin Scorsese o los Hermanos Coen, debido que a las grandes producciones están copadas por secuelas, remakes, refritos, adaptaciones de videojuegos y películas de superhéroes.
Producción propia en Netflix, una apuesta irrenunciable
Parece que fue ayer cuando Netflix anunciaba, a bombo y platillo, ‘House of Cards’, su primera serie de producción propia, una serie que, a la postre, ha pasado a la historia más por sus desavenencias con el actor protagonista Kevin Spacey, acusado de abusos sexuales, más que por ser la primera serie de la plataforma de producción propia. Siete años que dan para mucho dinero invertido en producción propia y que han desembocado en éxitos rotundos como la ya mencionada ‘House of Cards’, ‘Orange is the New Black’ o el fenómeno que supuso ‘Stranger Things’. También es verdad que las cancelaciones tampoco se hicieron esperar, siendo notorio el caso de ‘Sense8’, finalizada debido a los grandes costes de producción acarreados, al tratarse de una historia que tenía lugar en diversos emplazamientos del planeta.
En esta gráfica podemos ver la evolución del gasto en contenido propio de la plataforma Netflix. Como se puede apreciar, la apuesta de Netflix por el contenido propio sigue en auge, elevándose hasta cinco veces la cifra inicial. Si la comparamos con las cifras de sus principales competidores como HBO, Prime Video (más de 5 mil millones gastados en 2019), Disney+ o Apple TV, Netflix seguiría llevando la voz cantante, invirtiendo hasta casi tres veces más que estas.
Año | Gasto estimado |
2015 | 4.064.940.000 euros (4,5 mil millones de dólares) |
2016 | 6.323.240.000 (7 mil millones de dólares) |
2017 | 8.129.880.000 euros (9 mil millones de dólares) |
2018 | 10.839.840.000 euros (12 mil millones de dólares) |
2019 | 13.098.140.000 euros (14 mil millones y medio de dólares) |
2020 | 18.518.060.000 (20 mil millones y medio de dólares) |
Con este panorama a la vista, solo podemos esperar una época de oro para las plataformas de streaming en cuanto a contenido propio, algo que beneficia a los usuarios en cuanto a diversidad pero que también perjudica un poco, al tener cada vez más plataformas distintas a las que suscribirse.
Vía | Data Dads