vodafone super

¿Te quedas sin cobertura de WiFi en alguna zona de tu casa? Este problema bastante habitual se puede resolver con dispositivos que recogen y amplían la señal para llegar hasta el último rincón del hogar. Estos dispositivos se pueden comprar e instalar por tu cuenta de marcas como Devolo o TP-Link, por citar algunas. O, si eres cliente de Vodafone, se puede contratar como un servicio mensual llamado Super Wifi. A cambio de una cuota mensual, la operadora instala los equipos en el hogar del cliente y se encarga de su gestión de forma automática. ¿Funcionan bien? ¿Amplían la velocidad de verdad? En tuexperto.com hemos decidido probarlo por nosotros mismos.

Así funciona Vodafone Super Wifi

Lo primero que debes saber es que Vodafone Super Wifi es un servicio. Uno de esos extras por los que la operadora cobra una cantidad fija mensual a cambio de una función útil para sus clientes. En este caso hablamos de un servicio gratuito si el cliente ya tiene contratada la fibra con velocidad de 1 Gbps. Para los demás casos hay que sumar 6 euros al mes por dos extensores. Y si se necesita alguno más, cada extensor adicional supone otros 3 euros más de gasto mensual.

La ventaja del servicio es doble. Por un lado, al acudir un instalador de Vodafone al hogar no hay que preocuparse de cómo se instala ni tener conocimientos técnicos para su manejo. Por otro lado, estos dispositivos analizan de forma automática y constante la conexión WiFi y la velocidad que alcanza cada dispositivo conectado (móviles, televisor, consola, ordenador, etc) para cambiar los ajustes si es necesario. Es decir, una vez instalado, el usuario se puede despreocupar porque los extensores se reajustan solos automáticamente.

El resultado es que en teoría se dispone de la mejor señal posible para cada dispositivo y en cada rincón de la casa. Desde el punto de vista técnico, lo que hace el extensor es asignar a cada dispositivo una frecuencia y canal donde no haya interferencias y, sobre todo, a través del cual se consigue la mejor velocidad posible.

Este sistema se conecta por Internet con una plataforma en la nube de Vodafone. En la plataforma, el servicio recibe los datos para mejorar las conexiones y reajustar los parámetros en caso necesario. En la demostración que nos han hecho en Vodafone no se veían datos personales de los clientes. Ni se podía saber el uso de Internet que está dando cada dispositivo, las aplicaciones que usa o el contenido que consume.

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Sin control parental… todavía

Una de las ventajas actuales y más demandadas de este tipo de tecnología es la opción de establecer límites parentales. En una época en la que los chavales se pueden pasar horas conectados a Internet, resulta muy útil poder limitar el tiempo de conexión a un horario determinado, poner unos minutos máximos de uso o incluso especificar qué aplicaciones se pueden usar (por ejemplo, las de estudio del colegio) y qué aplicaciones o webs están prohibidas (por ejemplo, Fortnite o YouTube).

En la actualidad, este servicio Vodafone Super Wifi no incluye este tipo de control. Aunque no hay que descartar que en un futuro no muy lejano, el operador amplíe su funcionalidad con este tipo de servicio. Incluso con un coste adicional. Pero no se puede dejar de lado una función tan demandada hoy en día.

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Lo que sí podemos ver de momento es cuántos y qué dispositivos están conectados al WiFi que emiten estos repetidores. O cuántos megas llevan consumidos en un plazo de 24 horas, una semana o 30 días. También se puede cambiar el nombre de la red WiFi o la contraseña de acceso. Todo ello se hace a través de una app de móvil llamada Super WiFi de Vodafone. Por cierto, que lo de cambiar el nombre de la red WiFi y su contraseña vienen muy bien como primer paso. Porque así ponemos el mismo nombre de la red WiFi actual y la misma contraseña exacta. ¿Por qué? Para no tener que reconectar los dispositivos que ya han memorizado el WiFi actual del hogar.

Pero ¿qué velocidad se consigue realmente?

Sí, vale, la teoría está muy bien. Pero ¿qué velocidad se alcanza realmente con estos dispositivos conectados? Aquí es donde te cuento nuestra experiencia práctica. Pero antes, déjame aclararte cómo funcionaba la red WiFi en la casa donde hemos hecho las pruebas.

A un extremo de la casa se sitúa el router que emite la señal WiFi. Al otro extremo de la casa, está la entrada y una cocina donde la señal no llega. O si lo hace es con una intensidad mínima y una velocidad de risa. En concreto, con una prueba de velocidad de Speedtest hecha desde un móvil se alcanzaban poco más de 3 Mbps de velocidad de bajada y directamente cero de velocidad de subida.

Ahora hay uno de estos extensores de Vodafone conectado al router. Y otro extensor en el salón situado justo entre la habitación del router y la entrada de la casa. ¿Qué velocidad hay ahora? En el siguiente gráfico puedes ver el antes y el después que se explican por sí solos…

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Efectivamente, tras la instalación hecha la velocidad que se alcanza en el punto donde antes prácticamente no llegaba la señal, ahora es de 179 Mbps de bajada y otros espectaculares 173 Mbps de subida. ¿Dónde está el truco? Pues en realidad no lo hay. Si bien es cierto que con el router de MASMOVIL antes había dos tipos de conexión, 2G y 5G. Y en el punto lejano, la conexión que pillaba era 2G. Por eso, la velocidad era la mínima de la mínima. Ahora con el servicio y los repetidores activados, la velocidad que se logra es la de un WiFi 5G con buena señal.

¿Y en el cuarto de la casa donde antes había más velocidad? Pegados al router podemos observar también grandes diferencias de velocidad entre el antes y el después. Tal y como muestra el siguiente gráfico de la herramienta de medición de velocidad Speedtest, si antes se lograba una velocidad de bajada de 83,7 Mbps, ahora esta velocidad llega a los 149 Mbps. Y lo mismo ocurre con la velocidad de subida que pasa de los 83,3 a los 163 Mbps.

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Conclusión

En definitiva, estamos ante un servicio que puede valer la pena para un perfil de cliente que reúne varias características. En primer lugar, que no quiere complicarse la existencia con la instalación de repetidores de señal de WiFi. Porque no entienda cómo funcionan o porque no tenga ganas de pelearse con ellos. No sólo en su instalación sino también (y quizás más importante) con el mantenimiento del día a día.

Si además este cliente prefiere pagar cuotas bajas mensuales en lugar de pagar los hasta 300 euros que pueden llegar a costar este tipo de soluciones formadas por packs de 2 ó 3 repetidores, este servicio es una buena alternativa. Sólo hay dos peros que ponerle. En primer lugar, que sólo funciona para clientes de Vodafone. Por cierto, que para los que les sale gratuito es una recomendación inmediata. El segundo pero es que todavía no tiene control parental. Aunque esperemos que esto se solucione pronto.

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