Que Rusia es experta en incumplir la actual Declaración Universal de los Derechos Humanos es más que un secreto a voces. Hace unas semanas vimos como desde el gobierno ruso se instaba a Google a cesar las recomendaciones de YouTube de contenido relacionado con manifestaciones ilegales. Un mes después, otro escándalo vuelve a situar al país de Lenin en el foco de atención. La última nueva nos llega a través de TechCrunch, quien hace tan solo unas horas ha filtrado varios documentos relacionados con el espionaje por parte de la administración de Putin a los ciudadanos rusos, un espionaje cuyo objetivo ha estado marcado por las llamadas, los SMS e incluso las comunicaciones entre servicios de Internet.
Cuidado, una caja podría estar espiándote si vives en Rusia
Así lo ha confirmado TechCrunch. Según el diario tecnológico, desde el gobierno ruso se habrían instalado una serie de cajas de comunicación denominadas COPM para interceptar las comunicaciones de los ciudadanos. De hecho, la propia administración obligaba a la compañías de telefonía a instalar este tipo de cajas, tal y como refleja un informe filtrado de Nokia.
Al parecer, el documento desencadenante de la investigación habría estado en manos de un empleado de Nokia; concretamente en la copia de seguridad de un disco duro sin encriptar. La copia deja ver todo un plan de acción para la instalación de estas cajas: desde los planos del edificio hasta los puntos de interconexión.
También se ha filtrado el funcionamiento de las COPM a la hora de establecer comunicación entre los equipos del gobierno y los dispositivos domésticos de los ciudadanos. Según describe el documento original, la caja actúa de sniffer para interceptar llamadas, mensajes y datos procedentes de Internet de comunicaciones cercanas a la red. Acto seguido, el aparato realizaba una copia de seguridad y la enviaba a un servidor del gobierno donde de forma remota se toma el control de todos los datos interceptados.
Entre la legalidad y la ilegalidad
El uso de este tipo de sistemas no es nada nuevo. En países fuera de Rusia, este sistema recibe el nombre de SORM, y su uso está destinado a interceptar datos dentro de una investigación, a menudo relacionada con terrorismo o asuntos de seguridad nacional.
Adrian Shahbaz, director de Freedom House, apunta que es difícil conocer qué tipo de información se recolecta en este tipo cajas. «Solo el FSB lo sabe», afirma, aunque reclama que se trata de toda una violación a los derechos de los ciudadanos rusos.
Imágenes extraídas del artículo original de TechCrunch