Los coches eléctricos han llegado pero su adopción no está siendo tan rápida como algunos expertos esperaban. Los usuarios se siguen resistiendo a abandonar los motores de combustión alegando que siguen teniendo más ventajas que sus homónimos eléctricos. Si eres uno de los que se han decidido a comprar un coche eléctrico, te interesarán estos puntos que debes tener en cuenta antes de comprarlo.
Aún faltan 22 años para el fin de los coches de combustión
Será en el año 2040 cuando se prohíba la circulación de los coches con motores que funcionen con combustibles fósiles. Eso significa que aún quedan casi 22 años antes de que no podamos circular por las carreteras con un coche de gasolina o gasóleo. Si compras uno de estos coches ahora, es casi seguro que lo retires antes de llegar a la fecha límite. Sí aún desconfías del coche eléctrico, no hay prisa por pasarte a ellos.
¿Tienes puntos de recarga cercanos?
Encontrar un punto de recarga para coches eléctricos sigue siendo mucho más complicado que encontrar una gasolinera, especialmente en las áreas rurales y las más aisladas. Si vas a usar el coche eléctrico para desplazamientos cortos no hay problema, puedes cargarlo en tu casa de forma muy cómoda. Se estima que el coste varía entre 0,5 y 1 euro por cada 100 Km de recorrido.
En caso de querer hacer viajes largos, dependes de los puntos de carga rápida que encontrarás por el camino. Estos supercargadores te permiten cargar hasta el 80% de las baterías de un coche por unos 5 euros y en 30 minutos. El problema lo tienes si no existen estos puntos de carga por la zona en la que te mueves, o son muy escasos.
Se estima que en España hay unos 4.000 puntos de recarga para coches eléctricos, por el contrario, hay más de 11.000 gasolineras. En este punto los coches de combustión lo tienen más fácil, pero el número de puntos de recarga para coches eléctricos no para de aumentar.
Un punto de recarga para coches eléctricos es mucho más barato de implementar y más fácil de mantener. Endesa ha anunciado un plan para instalar 8.500 puntos de recarga públicos en cinco años. Iberdrola pretende instalar otros 25.000. Su objetivo es que no haya una distancia superior a 100 kilómetros sin puntos de recarga.
¿Vas a circular más por ciudad o carretera?
Puede parecer trivial, pero este punto es bastante importante. Los coches de combustión tienen su mayor consumo dentro de la ciudad, por los constantes aceleraciones y frenadas que hay que hacer. Estas frenadas habituales en la ciudad sientan muy bien a los coches eléctricos, ya que su sistema de retención de frenada acumula energía cada vez que pisas el pedal del freno.
El coche de combustión consume más en la ciudad, y el eléctrico es más eficiente en la ciudad. Por supuesto en carreteras es justo al revés. Con ello ya te estarás imaginando la importancia de aclarar este aspecto antes de decidirte por un nuevo coche eléctrico o de combustión.
A esto hay que sumar otras ventajas de los eléctricos, como la de no pagar en zonas SER (Servicio de Estacionamiento Regulado) en Madrid. En carretera también tienen sus ventajas, como no pagar peajes.
Otra opción para evitar pagar en SER es alquilar un coche eléctrico en ciudades como Madrid.
El mantenimiento es más sencillo en los eléctricos
En un coche eléctrico te ahorras muchas tareas de mantenimiento. Cambios de aceite, filtros, correas de transmisión… el deterioro de las baterías es una de las pocas preocupaciones que tendrás en el mantenimiento de un coche eléctrico. La garantía de las baterías suele durar hasta 8 años, imagínate las veces que te ahorrarás pasar por el taller si compras un coche eléctrico.
Aunque lleven pocos años en circulación, parece claro que los coches eléctricos tienen menos averías que los de gasolina o gasóleo. Un motor eléctrico trabaja a una temperatura mucho más baja, por lo que sus materiales sufren un desgaste mucho menor. También tienen menos vibraciones y rozamientos, y no tienen caja de cambios.
Abel Simón, responsable de Comunicación del Producto en Nissan España, dijo hace algún tiempo que los coches eléctricos hacen desaparecer todo lo mecánico. Esto hace que las probabilidades de avería se reduzcan drásticamente.
La duración es muy similar
Este punto está muy relacionado con las baterías, y es que viendo lo poco que duran en los móviles es normal que la gente se preocupe.
Afortunadamente, las baterías de los coches están diseñadas para durar mucho más. Los fabricantes hacen un buen trabajo en su refrigeración y usan componentes de muy buena calidad, permitiendo que mantengan un 80% de su capacidad después de 8 años de uso. Se estima que su duración total puede alcanzar los 15 años o incluso más.
En el caso de que la batería se degrade, siempre será más barata que comprarte un coche de combustión nuevo. Recuerda que el motor y el resto de partes sufren mucho menos en un coche eléctrico.
Los coches eléctricos también contaminan
Los fanáticos de los coches eléctricos dicen que no contaminan en su funcionamiento, algo que es verdad al no emitir gases mientras funcionan. Pero ¿Te has preguntado de dónde sale la electricidad que usan? Si proviene de fuentes renovables estás no contaminan, pero si viene de combustibles fósiles si que lo hacen.
Es decir, puedes usar un coche eléctrico pensando que no contamina, pero la electricidad que usas para cargar su batería puede venir de la quema de combustibles fósiles que sí que contamina.
El otro problema está relacionado con las baterías ¿Qué hacemos con ellas cuando lleguen al final de su vida útil? Por no hablar del cobalto, que forma parte de las baterías de estos vehículos y se suele obtener de países subdesarrollados mediante explotación laboral y trabajo infantil.
Los seguros son iguales
Existen algunas compañías como Mapfre, Zurich o Línea Directa que piensan en los coches eléctricos y añaden servicios relacionados con el robo de cables de carga, protección ante pinchazos o asistencia en carretera de hasta 200 kilómetros. Pero los precios de los seguros son equivalentes, no esperes tener ventajas en ello.
Como podemos ver, los coches eléctricos tienen sus ventajas y sus desventajas. Se suele decir que nada en esta vida es de color rosa, algo en lo que estamos muy de acuerdo.