Desde hace algunos días, Netflix ha empezado a avisar por mail a sus clientes en España la que será su nuevo tarifario que se hará efectivo el próximo mes de septiembre. Lo que se dice a la vuelta de la esquina.
Esta subida de precios de Netflix en España no ha sorprendido a nadie, pues ya se anunció a principios de verano. Es más, Netflix ya adelantó que avisaría con 30 días de antelación antes de de hacer efectivo el cambio de tarifa.
Este movimiento, se une al incremento que la compañía ya aplicó en las tarifas para sus clientes en Estados Unidos a principios de este mismo año, y que posteriormente han tenido su reflejo en las filiales europeas de la plataforma.
Tres nuevos tipos de tarifa
La compañía ha elevado el precio de su tarifa Estándar en 1 euro (hasta 11,99 euros mensuales) y la Premium en dos euros, hasta los 15.99 euros, mientras que el precio del plan básico mantiene su tarifa en los 7,99 euros.
La tarifa Básica sólo permite reproducir en calidad SD, la más baja en definición, y solo puede ser usada por un solo usuario. Por su parte, La tarifa Estándar permite reproducción en calidad HD y puede ser usada por hasta dos usuarios al mismo tiempo. Por último, el plan Premium, el más caro, ofrece calidad ultra HD y hasta 4 usuarios de manera simultánea, por lo que es perfecta para compartir con otras 3 personas.
Desde la compañía defienden la subida de los precios, aduciendo que buscan mejorar la inversión en nuevos contenidos y mejorar la experiencia del usuario. Lo cierto, es que se avecina una dura guerra en la que, además de los competidores habituales HBO, Amazon o Movistar+ aquí en España, se sumarán próximamente Disney+ y Apple TV+.
Sea como sea, los 3 nuevos tipos de tarifas de Netflix en España se quedan de la siguiente manera:
- Plan Básico: máximo una persona conectada y definición de imagen SD, no HD (7,99 euros)
- Plan Estándar: hasta 2 personas conectadas simultáneamente y definición HD (11,99 euros)
- Plan Premium: hasta 4 personas conectadas simultáneamente y resolución 4K (15,99 euros)
Veremos si estas nuevas condiciones provocan una desbandada generalizada, o si el hecho de invertir en contenidos propios sirve realmente para fidelizar a los usuarios.
