La semana pasada fue Reset, el youtuber que le dio galletas con pasta de dientes a un mendigo, y hoy es Ibai el protagonista de la noticia. A las 5:40 de la madrugada hora española saltaba todo el revuelo. Ibai (@LVPibai en Twitter) publicaba un video en acto de queja por la reclamación de uno de sus videos de YouTube cuyo contenido había infringido las normas de la plataforma relacionadas con los derechos del autor. El video en cuestión se trata del conocido «El video que necesitas para aprobar selectividad o cualquier examen importante», donde el speaker de eventos gaming deportivos en cuestión explica cómo afrontar el duelo de un examen importante de manera humorística. Más allá del contenido del mismo y su repercusión en las redes sociales, el quid de la cuestión reside en el que el video no ha infringido ningún tipo de norma de copyright, al no contar con material sujeto a derechos de autor. Ni música, ni imágenes explícitas, ni siquiera una marca registrada por alguna empresa. ¿Qué ha pasado entonces? Todo se debe a una broma macabra.
Álvaro, el protagonista del video de Ibai y la selectividad
«El video que necesitas para aprobar selectividad o cualquier examen importante ha sido suspendido. Motivo: solictud de eliminación por derechos de autor.»
Ya ha llegado el mejor entrenador del planeta para salvar la selectividad y los exámenes importantes de este año. pic.twitter.com/XqmCNAdEUO
— Ibai (@LVPibai) 30 de mayo de 2019
Esto era lo que rezaba la reclamación interpuesta por parte de Álvaro A.R., un canal y usuario de YouTube hasta ahora desconocido para la gran mayoría cuyo contenido se limitaba a un video protagonizado por el mismo Ibai subido por la misma cuenta un año atrás. ¿La razón de la suspensión del video? Una simple broma.
Hostia qué putísima vergüenza sois @YouTubeEspanol pic.twitter.com/XWyypi26ZN
— Ibai (@LVPibai) 3 de junio de 2019
Así lo explicaba el mismo Álvaro en su cuenta oficial de Twitter hace escasas horas. Al parecer, el usuario había recibido cierta información por parte de un amigo con la cual podría »tirar y reclamar un video original de Ibai» al haber subido contenido con anterioridad con la misma cara del protagonista. Horas después, Alvaro decidió denunciar el video de la selectividad de Ibai por incumplimiento de derechos de imagen.
Hola a todos, voy a dar la cara. He sido yo el que le ha tirado el video a Ibai, y voy a explicaros todo. Se que me va a caer el hate de mi vida y que la he liado muchísimo pero bueno, espero que algún día me perdonéis. Abro hilo:
— álvarø (@alvarxiv) 3 de junio de 2019
El resultado, lejos de ser positivo para Ibai (el único propietario de su imagen), ha desembocado en el borrado completo del video en su canal oficial de YouTube y un strike por incumplir normas relacionadas con los derechos de autor. Posteriormente el mismo autor de la reclamación ha declarado en un hilo en Twitter que ha contactado con el servicio de atención de YouTube para desestimar la reclamación, tal y como podemos ver justo encima de este párrafo.
La desprotección de los creadores de YouTube ante las grandes empresas (y los trols de Internet)
El caso de Ibai con su video de la selectividad no ha sido el único precedente de todo lo relacionado con los derechos de autor. El Rubius ya denunciaba una situación similar durante el año pasado por una reclamación de la empresa propiedad de los derechos de autor de las canciones de One Direction.
Otro video que no monetizo por una cancion de One Direction que suena durante unos segundos en un meme. ESPERO QUE DISFRUTES DEL DINERO HARRY STYLES O QUIEN COÑO SEA QUE ME HAYA PUESTO EL COPYRIGHT. NUNCA MAS IRE A VUESTROS CONCIERTOS. UN FAN MENOS. pic.twitter.com/jZwjC9OQoh
— elrubius (@Rubiu5) 5 de marzo de 2019
La reclamación en cuestión se adjudicaba todos los derechos del video por la exposición de unos pocos segundos de la canción del citado grupo. ¿El resultado? Todos los ingresos que el video generase iban destinados íntegramente a la citada empresa discográfica. ¿La razón de ello? El algoritmo de YouTube. El dichoso algoritmo de YouTube.
¿Os acordáis de cuando publiqué esto? la cosa no sólo sigue, sino que va a peor. @LVPibai os lo explica perfectamente aquí: https://t.co/9pEtwTNe9I https://t.co/RAYvW79Nv0
— ΛLΣX (@marasfero) 3 de junio de 2019
Según explica @marasfero, conocido usuario de Twitter por trabajar con marcas, youtubers e influencers en general, YouTube ha diseñado un sistema el cual suspende todo contenido duplicado que el mismo algoritmo detecta a través de la denuncia por parte de la empresa propietaria de los derechos de autor. El sistema, según Alex, no discrimina en tiempo. Todo fragmento cuyo contenido contenga derechos de autor corresponderá a la empresa con los derechos, así como su monetización.
A través de una herramienta sencilla creada por Youtube para tal efecto las empresas reclaman a youtube la monetización de un vídeo creado por un youtuber siempre que contenga contenido «duplicado» que no sea de su propiedad. Hecho que comprendo perfectamente y me parece justo.
— ΛLΣX (@marasfero) 23 de mayo de 2019
¿Cuál es la consecuencia directa de ello? La desprotección de los creadores de YouTube ante todas las empresas, y en el caso que nos atañe hoy, ante posibles trols de Internet. Al hacer un traspaso del rendimiento económico del video de forma directa sin mediación de por medio ni comprobación manual del incumplimiento de las normas, cualquier ente que denuncie un video sujeto a este tipo de normas queda automáticamente adjudicado al usuario en cuestión.
En el caso de Ibai, dado que el canal de Álvaro contaba con contenido de Ibai antes incluso que la creación de la cuenta del citado speaker, YouTube ha decido dar peso a su reclamación a través de un video cuyo título era similar y cuya autoría nuevamente estaba firmada por Ibai. Más allá de lo gracioso del asunto, esta situación deja una vez más en entredicho el sistema de copyright que YouTube implementa de manera predeterminada.
Y es que mientras que unos denuncian el funcionamiento de este sistema para que pase a ser un proceso manual y llevado a cabo por humanos, otros tantos reclaman que la monetización del video sea acorde al porcentaje de tiempo que el contenido con derechos de autor ha sido expuesto en la publicación. ¿Cómo quedará todo después del desistimiento por parte de Álvaro? Solo YouTube puede dar la respuesta.