Reino Unido culpa a Facebook de hacer negocio con los datos de sus usuarios. En un informe publicado hace pocas horas, legisladores británicos acusan directamente a la red social de haber violado intencionalmente las leyes de privacidad y de prácticas anticompetitivas en Gran Bretaña, por lo que han exigido una mayor supervisión de las empresas de redes sociales. La investigación parlamentaria del Reino Unido se centró en el uso de datos personales por parte de Facebook para promover sus intereses comerciales. Por ejemplo, proporcionando acceso a los desarrolladores y anunciantes de los datos de usuarios con el fin de aumentar sus ingresos.
Asimismo, también examinó con lupa a Cambridge Analytica, una compañía de recopilación de datos con sede en Londres, que en 2014 pagó a un desarrollador con acceso a la plataforma de desarrolladores de Facebook para que extrajera información sobre millones de usuarios de la red social. El objetivo: crear perfiles de votantes con el fin de tratar de influir en las elecciones de Estados Unidos en el 2016. Concretamente, se accedió a la información privada de hasta 87 millones de usuarios.
El informe asegura que es evidente que Facebook violó de forma intencionada y con conocimiento de causa, no solo las leyes de privacidad de datos, también las de prácticas anticompetitivas. Por otro lado, se acusa al CEO de la compañía, Mark Zuckerberg, de mostrar desacato al parlamento británico tras rechazar varias invitaciones para comparecer ante la comisión. La red social tampoco ha contestado a una petición de respuestas enviada por correo electrónico.
Otro dato interesante del informe es la revelación de la Comisión de los nombres de tres «altos directivos» de Facebook que sabían de la violación de los datos de Cambridge Analytica antes del primer informe de prensa de diciembre de 2015, que es la fecha en la que Facebook le dijo al comité que fue cuando se enteró por primera vez de este suceso. Eso sí, el informe del comité no ha querido sacar a la luz pública estos nombres. De hecho, se ha pedido que se mantengan confidenciales. La comisión califica esto como un ejemplo de «un profundo fracaso» de la gobernanza interna, calificándolo también de «debilidad fundamental» en la forma en la que la red social gestiona sus responsabilidades con sus usuarios.
