Gracias a un informe de Sandvine, empresa de gestión de banda ancha, y recogido por el medio especializado The Next Web, podemos leer que Netflix ya es la compañía de streaming que más contribuye al volumen de tráfico de descarga en todo el mundo, superando a la mismísima YouTube que se queda con un 21,30% del mercado. El año pasado, la plataforma de películas y series sumó a su ya nutrido grupo de suscriptores nada menos que 27 millones más, convirtiéndose, de este modo, en líder en servicios de transmisión de vídeo, ocupando el 26,58% de la cuota de mercado global. Asimismo, el informe viene a asegurar que el streaming de vídeo es el ‘principal contribuyente de tráfico de Internet, seguido de la navegación web y los videojuegos’.
Netflix saca pecho en la banda ancha
Seguimos mirando de cerca el informe de Sandvine. Si nos atenemos a lo recogido en sus páginas, los servicios de descarga directa aún ocupan un gran ancho de banda, superior a las plataformas legales de streaming. Por ejemplo, la página de compartición de archivos torrent Openload genera más tráfico que plataformas como Hulu (propietaria de la aclamada serie ‘El cuento de la criada’) o HBO, que lleva en nuestro país funcionando desde febrero de 2017. Hay que decir que Openload es tan exitoso porque dentro de su ‘oferta’ podemos encontrar bastante material para adultos.
En cuanto al tráfico de subida tenemos a un claro vencedor. BitTorrent, el gestor de archivos torrent más usado en la actualidad, ocupa un 22% del total de cuota de mercado. ¿Y esto a qué se debe? A que los usuarios suben continuamente contenido exclusivo de diferentes plataformas como Netflix y su exitosa Narcos o el fenómeno social que es Juego de Tronos en HBO, Jack Ryan en Amazon Prime Video o la anteriormente citada ‘El cuento de la criada’ en Hulu, plataforma que, de momento, solo está operativa en los Estados Unidos. En el informe de Sandvine correspondiente a 2017 quedó demostrado que la piratería está muy lejos de haber desaparecido, destacando que aproximadamente ‘7 millones de usuarios en América del Norte utilizan transmisiones de televisión pirateadas para consumir contenido multimedia’.