El 31 de marzo de 2019 se cumplirán 20 años del estreno de una de las películas que vino a marcar un antes y un después en la historia del cine, Matrix. Con unos efectos especiales revolucionarios, las hermanas Wachowski planteaban un mundo en el que la realidad, quizás, no es lo que creemos, sino que se trata de una invención, un software informático. Y, por ejemplo, los sucesos que creemos rememorar por segunda vez son, en realidad, fallos de ese programa informático, de ese software que despliega ante nosotros la realidad que conocemos.
Ahora lo ves, ahora no lo ves
Las ilusiones ópticas funcionan como pequeños ‘Matrix’. Imágenes que cuestionan la realidad en la que vivimos, qué es ilusión, qué es lo ‘tangible’ y qué parte de lo que vemos no es sino un engaño de nuestra percepción. La última en sacudir Internet ha aflorado, como no podía ser de otro modo, en el foro Reddit, concretamente en el hilo r/woahdude. Se trata de una imagen borrosa, compuesta por varios colores, sin forma ni patrón distinguible. Es la siguiente:
Para que surta efecto, haz lo siguiente: mira fijamente la imagen sin pestañear. Puede pasar hasta un minuto hasta que notes algo. Como podrás comprobar, de repente, los colores irán desapareciendo, poco a poco, de la imagen. En cuanto cambias la dirección de la vista, volverán a aparecer. ¿Cuál es la explicación de esta ilusión óptica?
Derek Arnold, profesor de psicología de la Universidad de Queensland, estado de Australia, asegura que cualquier imagen fija se desvanecerá si la miramos durante cierto tiempo. En el ambiente, esto no suele suceder porque la realidad suele ser variable, y que la imagen sea borrosa facilita el desvanecimiento. El cerebro, así, deja de prestar atención a escenas visuales que no cambian, produciéndose la desaparición de la imagen anteriormente mostrada.
¿’Adaptación neural’ o fallo en Matrix?
Susana Martínez-Conde, autora del libro Champions of Illusion y profesora del Centro Médico SUNY Downstate, cuenta en The Verge que el proceso por el cual nuestros sentidos se acostumbran a una percepción de la realidad constante se denomina ‘adaptación neural’. Y pone un ejemplo similar, aunque con el sentido del tacto en lugar del de la vista. Al instante mismo de colocarnos los calcetines, los sentimos en nuestros pies. En unos instantes, ya nos habremos olvidado de ellos y los sentiremos como si fuesen una segunda piel. Exactamente igual que en el caso de la imagen borrosa de colores.
La profesora, en una entrevista concedida al medio The Verge, cuenta que aunque pensemos que nuestros ojos están completamente inmóviles, siguen produciéndose en su interior movimientos apenas perceptibles. Por eso no solemos ‘ver’ cómo desaparecen las imagenes que permanecen estáticas a nuestro alrededor. Si has notado que te cuesta hacer desaparecer la imagen es porque con el mínimo movimiento de los ojos volverán éstas a hacerse nítidas. Prueba a cerrar un ojo o a marcar un punto en la imagen si te cuesta hacerla desaparecer.
Que la imagen esté borrosa facilita muy mucho su desaparición. Por ejemplo, si miramos fijamente el marco de una ventana y atendemos a lo que explicaba la profesora, a esa ‘adaptación neural’, al final acabaría desapareciendo, pero es casi imposible: se trata de una imagen perfectamente nítida y tendríamos que cerrar los ojos debido al escozor producido por la sequedad.
Si aún no has sido capaz de hacer desaparecer los colores de la imagen, prueba a cambiar el contraste del monitor y espera, al menos, 45 segundos. Si consigues sentir el efecto óptico, tu realidad ya no será la misma y quizás, 20 años después, Matrix vuelva a ser la cinta revolucionaria que fue el día de su estreno.