Un panorama que recuerda mucho a las ficciones que nos muestra la serie de Netflix Black Mirror y que puede suponer un grave atentado al derecho a la intimidad de las personas. Según la página de información tecnológica The Next Web, las autoridades chinas han mostrado al gran público su último logro: unas gafas de reconocimiento visual. Cada par de gafas está equipado con todo lo necesario para poder identificar a una persona, entre la multitud de una estación o aeropuerto, por ejemplo, en cuestión de segundos.
En China la policía sabrá quien eres en todo momento
El proceso de identificación de los transeúntes por parte de las gafas es prácticamente inmediato. Si recordáis Terminator, las gafas funcionan como los cyborgs de la película de James Cameron: quien lleva las gafas puestas apunta su mirada hacia alguien en especial y éstas comienzan a hacer su trabajo. Las gafas toman medidas precisas del rostro del ‘sospechoso’, el ancho y la profundidad de la misma. Posteriormente, compara estas imágenes con un extenso banco de imágenes perteneciente al gobierno chino.
Estas nuevas gafas de reconocimiento facial fueron creadas en 2017 y puestas a prueba, con gran éxito, en la estación de trenes de la localidad de Zengzhou. Las autoridades informaron que, gracias a estas nuevas gafas, pudieron ser capturadas hasta 7 personas relacionadas con casos pendientes. Además, detectaron unas 26 personas sospechosas de haber cometido delitos, que viajaban camuflados, intentando hacerse pasar por otra persona.
Las nuevas gafas de reconocimiento facial de las autoridades chinas suponen un enorme ahorro: son una gran alternativa a los puestos fijos de reconocimiento en los principales cruces de transporte. Cuando un policía chino detecta a un sospechoso, éste siempre puede escabullirse entre la multitud. Las gafas ahorrarían mucho tiempo a la autoridad, pues podrían perseguirlos entre la muchedumbre sin perderlos de vista ni un instante. Además la base de imágenes de sospechosos se encontraría almacenada en un servidor en la nube, por lo que el tiempo se agilizaría enormemente.
Unas gafas que presentan un futuro poco tranquilizador
Sí. Sobre el papel estas nuevas gafas de reconocimiento facial suponen un gran avance en la lucha contra el crimen y la delincuencia. Pero como toda herramienta, su buen uso puede derivar en un claro abuso. Voces críticas ya se han levantado en contra de esta nueva tecnología: desde periódicos como el Wall Street Journal, en el que un investigador de Amnistía Internacional en China llamado William Nee advierte:
«El potencial para otorgar a los agentes de policía tecnología de reconocimiento facial en gafas de sol, podría hacer que la vigilancia de China sea cada vez más omnipresente, por no hablar del monitoreo de disidentes políticos y minorías étnicas».
No olvidemos que, según Aministía Internacional, China es un país que, sistemáticamente, incumple los tratados internacionales de derechos humanos. Sigue aplicando la pena de muerte, no duda en detener a disidentes políticos que alzan su voz en contra del gobierno vigente: en marzo del año pasado, por ejemplo, 20 personas fueron detenidas por publicar una voz que cuestionaba las labores del presidente Xi Jinping, exigiendo su dimisión inmediata y acusándolo de intentar crear ‘un culto a su personalidad’.
No olvidemos, asimismo, que actualmente en China servicios como Facebook, Google Maps, Instagram o Twitter permanecen bloqueadas, sirviendo aplicaciones similares pero con una férrea vigilancia por parte de los mecanismos censores del gobierno. En este marco, la noticia de unas gafas de reconocimiento facial no son, precisamente, como para verla con buenos ojos.