La tecnología no deja de sorprendernos, ni siquiera a quienes escribimos diariamente sobre ella. En este último caso, que hemos podido conocer a través de Microsiervos, se trata de un robot de proporciones diminutas, pensado para moverse en terrenos con mucho relieve y rugosidad, como en el interior del cuerpo humano.
Funcionamiento magnético
Creado a partir de microfibras flexibles, con una forma que asemeja al de una tira de maíz frito, solo que mucho más pequeño (4 milímetros) este robot tiene unas posibilidades de movimiento muy variadas. Puede rodar, nadar, arrastrarse e incluso saltar, todo controlado a partir de impulsos magnéticos remotos. Este robot puede incluso cargar con peso, cerrándose sobre éste, para luego rodar sobre sí mismo.
Sinfín de posibilidades
Un robot de estas características, totalmente operativo, podría ser revolucionario para la ciencia moderna, ya que permitiría a los científicos alcanzar ciertas zonas internas del cuerpo sin tener que realizar grandes incisiones.
Este robot podría además, viajar dentro de las zonas más rugosas del cuerpo, en entornos sólidos o líquidos, e incluso podría transportar algún tipo de medicamento a una zona muy específica del cuerpo. La accidentada geografía del interior del cuerpo humano no sería, en este caso, un inconveniente para este modelo.
La prueba final
Todavía no se han llegado a hacer pruebas dentro del cuerpo humano con este robot, ya que todavía no se sabe si éste será el modelo final o si desarrollarán algunos elementos de su tamaño o materiales. Por ello, aún no podemos cantar victoria sobre las aplicaciones de un dispositivo como éste.
Lo que sí podemos es hacer es estar seguros de que la tecnología futura, a muy pocos años vista, podría cambiar la cirugía como la conocemos. De poderse crear versiones aún más pequeñas, se podría plantear incluso robots que navegasen por el torrente sanguíneo, tal vez buscando desbloquear arterias o diseminando alguna medicina directamente.
Es muy difícil, a estas alturas, no fantasear con relatos de ciencia-ficción, pero lo que está claro es que la primera piedra ya está puesta. El próximo paso, está por ver.