La calidad de grabación en vídeo de un iPhone reciente es bastante buena, pero ¿suficiente para rodar una película entera con uno? Steven Soderbergh, aclamado director de que ganó el premio Óscar por Traffic en el año 2000, piensa que sí. Y así lo ha hecho: su última película, Unsane, un film de terror psicológico, se ha rodado completamente con teléfonos de Apple. Poco se imaginaba el americano que grabó Sexo, Mentiras y cintas de vídeo en 1990 que acabaría utilizando un dispositivo como un teléfono móvil para rodar un film de principio a fin.
IndieWire recoge algunas declaraciones del director, que se encuentra muy ilusionado con este nuevo enfoque, diciendo que es «una de las experiencias más liberadoras que he tenido como director de cine». También afirma que es al final y al cabo, «es calidad 4K», y nadie en la audiencia podría darse cuenta de que se ha grabado con un teléfono.
En efecto, el trailer de Unsane, presentado en el festival de Sundance, no parece diferenciarse en exceso de cualquier otra película que se filme en el cine. Nosotros notamos una cierta limitación a la hora de recoger ambientes con menor iluminación, pero ¿no pasa también en muchas otras películas? Probablemente, ahora que sabemos que la película está rodada así, buscaremos instintivamente aspectos que nos lo confirmen, pero no lo habríamos hecho si no lo supiéramos con anterioridad.
Presente y futuro
Soderbergh afirma que este formato «es el futuro». Sin embargo, no es el primero en utilizar móviles para rodar películas. Según TechRadar, hay otros casos de películas recientes en donde se ha hecho, con resultados positivos de público y crítica. Por ejemplo, la independiente Tangerine, de 2015, fue grabada completamente con un iPhone 5S. Más recientemente, la película The Florida Project, rodada esta vez sí parcialmente con un iPhone 6S, está nominada al Óscar por mejor actor de reparto.
Así pues, vemos que mientras la tecnología acompañe, pueden venir años revolucionarios para la industria del cine. Si el público no nota la diferencia, supondría un ahorro enorme de costes en equipo para las productoras, además de la posibilidad de aprovecharse de otras funciones de los móviles como son el uso de nubes. A la hora de grabar, eso sí, tendrán que tener siempre cerca un cargador portátil, no nos imaginamos mayor fastidio que detener un rodaje porque la «cámara» se ha quedado sin batería.