La empresa de transporte que ha puesto al sector del taxi en pie de guerra, Uber, tiene ambiciones más grandes. Una de sus ramificaciones es Uber Eats, un servicio que pretende competir con las apps de comida a domicilio Just Eat, Glovo o Deliveroo, que están entrando con fuerza en nuestro país, creando nuevos patrones de consumo.
Ahora, tras un año funcionando únicamente en Madrid, la empresa ha anunciado que ampliará el radio de acción, primero a Barcelona y después a otras ciudades principales españolas, como son Valencia, Málaga, Sevilla y Zaragoza.
Desembarco paulatino
Según leemos en Genbeta, Manel Pujol, director de Uber Eats para España, espera que el servicio comience a ponerse en funcionamiento en Barcelona durante el primer trimestre de 2018. El servicio en la Ciudad Condal no es nuevo, ya se puso a prueba en 2015, aunque no llegó a prosperar. Parece que ahora, con un mercado más adaptado a las nuevas opciones de negocio, se realizará un segundo intento.
Respecto al resto de ciudades, no se ha establecido una fecha concreta de lanzamiento del negocio, pero sí se asume que será durante este año 2018. Madrid, la única recibiendo ahora mismo Uber Eats, también ampliará el área de alcance lejos del centro, incluyendo los barrios de la zona sur. Del mismo modo, seguimos sin conocer fechas concretas.
Uber Eats, una amenaza relativa
¿Qué puede hacer de Uber Eats un peligro para empresas cada vez más establecidas como Deliveroo, Globo o Just Eat? Principalmente, la cantidad de establecimientos disponibles. Actualmente, la capital ya cuenta con 800 restaurantes adscritos al servicio de Uber Eats. El objetivo, a nivel nacional, es llegar a los 5.000 locales colaboradores (Just Eat, por comparar, tiene actualmente 6.500).
Otro aspecto es la tarificación y los horarios. En ese sentido, Uber Eats también apuesta por un servicio de reparto de 00 a 12 (aunque no en todos los restaurantes) y un precio por envío de 2,5 euros. En otros países, los repartidores pueden utilizar coche, moto o bici, pero en nuestro país se reducen a los dos últimos tipos.
Esta forma de negocio hace la competencia directa a Deliveroo o Glovo, que están centrados en el reparto, pero lo tendrá más difícil contra Just Eat. Principalmente, porque esta empresa centra su negocio en la posibilidad de acceder a una gran variedad de oferta a domicilio a través de la app, no tanto por el reparto.
Todo esto hace que Just Eat tenga un alcance mucho mayor que cualquiera de sus adversarios, al no depender de sus propios repartidores. También las tarifación es más beneficiosa para el consumidor, ya que son los propios restaurantes quienes pagan a Just Eat, no el cliente.
La filial que podría convertirse en negocio principal
Mientras el negocio principal de Uber se ha encontrado con escollos por todo el mundo, pero especialmente en España tras la decisión judicial de considerarlo un servicio de taxi, Uber Eats no encuentra los mismos problemas en su camino.
La única polémica existente es la relativa a las condiciones laborales de los repartidores, pero esta discusión no se ha circunscrito a la empresa si no al sector en conjunto (de hecho, Uber Eats en concreto no ha tenido ningún encontronazo legal a ese respecto hasta ahora).
Es por todo ello que, al menos en nuestro país, podría ocurrir que la verdadera fuente de negocio para Uber sea el reparto de comida a domicilio, más que el traslado de personas. Según veamos el servicio ampliarse por España podremos confirmar esta teoría. Ahora bien, lo más probable es que a nivel nacional solo puedan optar a ser medalla de plata, siendo Just Eats un rival difícil de alcanzar.
Donde yo vivo, un barrio de las afueras de Murcia, no reparte ninguna de estas empresas, nos tienen abandonados.