Tras 24 años en Intel y poco más de uno como director de Intel en España, Carlos Clerencia ha sido despedido de la compañía. Ocurrió el pasado 31 de diciembre en el marco de «una reestructuración interna a escala mundial». Lo cierto es que su salida ha coincidido con el reciente escándalo de «Spectre» y «Meltdown», las dos vulnerabilidades que afectan a la práctica totalidad de los procesadores del mercado. A día de hoy Clerencia no tiene sustituto. En cualquier caso, la compañía tiene previsto dar más detalles sobre la reestructuración en un desayuno informativo en solo unos días.
Intel prescinde de su máximo responsable en España
Intel nombró a Carlos Clerencia nuevo director para España y Portugal en octubre de 2016. Por aquel entonces el ejecutivo tenía una trayectoria muy importante en la compañía, tras más de 20 años trabajando en ella. Clerencia se incorporó a Intel en enero de 1994. Lo hizo como ingeniero de ventas a través del canal de distribución y el programa de integradores en Iberia. Después estuvo al frente del mercado de las telecomunicaciones e Internet durante el estallido del «.com», y saltó a Europa para ocuparse de la red de distribución en la parte occidental del viejo continente.
Este Ingeniero de telecomunicaciones de formación, también ha trabajado anteriormente en otras empresas de renombre como Alcatel, Thales o Arrow, en las que estuvo al frente de diferentes negocios relacionados con el marketing y las ventas.
Malos tiempos para Intel
La marcha de Carlos Clerencia ha coincidido con el reciente problema de seguridad que ha sufrido Intel. Las dos vulnerabilidades descubiertas: Spectre y Meltdown han puesto en jaque a la gran mayoría de procesadores disponibles en la actualidad. La compañía ha anunciado esta misma semana que lanzará parches para el 90% de los procesadores afectados. Por su parte, Microsoft ha integrado este parche en algunas de las versiones beta más actuales. Asimismo, Apple también se verá obligada a actualizar su sistema operativo para aquellos de sus ordenadores Mac que cuenten con Intel en sus entrañas. Sin duda, se trata de uno de los mayores escándalos en toda la historia de Intel que ha perjudicado notablemente a un gran número de empresas.