Canon EOS M100, la hemos probado

El universo de las cámaras sin espejo está aún dando sus primeros pasos. Las prestaciones que ofrecen en comparación con las réflex en el ámbito profesional son aún menores. Pero a ningún entendido de la fotografí­a se le escapa que las mirrorless son el futuro. Por eso, las compañí­as que han dominado el sector de las instantáneas digitales hasta ahora están construyendo cada vez mejores equipos con esta tecnologí­a.

Es el caso de Canon, que sigue avanzando a buen ritmo con las cámaras sin espejo al tiempo que desarrolla potentes equipos réflex, como su nueva Canon EOS 6D Mark II. Así­, en los últimos meses ha presentado la Canon EOS M6. Una cámara que, según los nipones, combina el rendimiento de una réflex con la portabilidad de una compacta. Pero hoy queremos hablaros de un modelo inferior de mirrorless, la Canon EOS M100, el más básico de la gama M.

Con ella, Canon busca acercar a todo el mundo la tecnologí­a sin espejo. Se trata de un modelo ligero y pequeño que ofrece un rendimiento destacado y una calidad de imagen inmensa. Según la empresa japonesa, es la cámara perfecta para los que buscan ir un paso más allá del Smartphone.

Tras varias semanas en nuestras manos, podemos corroborar que es una cámara muy correcta, fácil de usar y de transportar. Ofrece múltiples opciones para la toma de instantáneas y una definición de imagen similar a la gama baja de las réflex. Es decir, una calidad casi profesional pero con la sencillez de una compacta. Además, al permitir cambiar los objetivos, el usuario podrá aumentar la calidad de sus fotografí­as en el futuro al colocarle lentes de mayores prestaciones.

Ficha técnica Canon EOS M100

Sensor CMOS de 24.2 megapí­xeles APS-C
Procesador de imagen DIGIC 7
Objetivo Objetivos intercambiables EF-M, EF y EF-S mediante adaptador
Enfoque Dual Pixel CMOS AF
Sensibilidad ISO ISO 100-25.600
Disparo continuo 4 fps y hasta 6 fps con enfoque fijo
Visor No
Pantalla 3 pulgadas, táctil y articulada
Ví­deo Hasta Full HD 1080/60p
Conectividad WiFi, NFC, Bluetooth
Baterí­a
Almacenamiento SD, SDHC, SDXC (compatible con UHS Speed Class 1)
Otros Disponible en negro y en blanco
Disponibilidad Octubre 2017
Precio 630 euros con objetivo EF-M 15-45mm f/3.5-6.3 IS STM

Diseño y controles

La Canon EOS M100 es una cámara muy pequeña, ligera y elegante. Y su ergonomí­a es correcta,ya que se adapta con facilidad a la mano del usuario. Así­, podemos sujetarla con una sola mano, a lo que ayuda también su poco peso. Mientras, con la otra, podemos ajustar el zoom o el enfoque del objetivo.

Su carcasa está hecha de plástico duro y tiene un acabado sólido que da una gran sensación de resistencia. En la parte frontal de su cuerpo encontramos la montura del objetivo, la marca y la firma EOS. Ésta hace referencia al sistema fotográfico creado por Canon, presente en la mayorí­a de sus cámaras. También encontramos aquí­ el botón que permite liberar el objetivo cuando queramos retirarlo.

La parte trasera está compuesta por algunos de los botones principales y una pantalla táctil abatible 180º. Aquí­ se sitúan las teclas del menú, visualización de las fotografí­as, borrado de imágenes y conexiones inalámbricas. Además, también encontramos atajos para acceder a la calidad de toma de las instantáneas, el flash y los ajustes de velocidad de obturación y apertura del diafragma, aunque estos sólo se podrán usar si disparamos en modo manual. Al abatir completamente la pantalla encontramos algunas especificaciones técnicas y el número de serie. Éste es especialmente importante para poder acceder a determinados servicios en lí­nea de Canon.

Imágenes de la Canon EOS M100

En el borde superior se encuentran los demás botones de la cámara. El de disparo tiene dos tramos. El primero y más suave para el autoenfoque, y el segundo, más resistente, para disparar. Alrededor de él se ubica una ruleta que tiene varias funciones, entre ellas la de desplazar las fotografí­as realizadas. A la derecha de éste se encuentra el botón para grabar ví­deos. A la izquierda están el botón de encendido del equipo y la ruleta para seleccionar el modo manual, automático y ví­deo automático. Y en el extremo izquierdo se sitúa el flash, que se encuentra plegado dentro del cuerpo de la cámara. Para desplegarlo hay que activar un botón que se ubica en el borde izquierdo.

En este costado izquierdo también se sitúan la conexión HDMI y la ranura para las tarjetas SD. Para abrir ambas es necesario abatir la pantalla, que cuando está en su sitio también funciona como tapa de seguridad. Por último, en el borde inferior se ubica la rosca para colocar la zapata del trí­pode. Además de la ranura para insertar la baterí­a de ion-litio recargable LP-E12.

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Por lo demás, la Canon EOS M100 se puede encontrar en gris, negro y blanco. Y en el paquete de fábrica trae consigo una funda base, en nuestro caso marrón de piel de imitación. No obstante, la compañí­a japonesa ha lanzado una amplia variedad de estos estuches. Para que sus usuarios puedan personalizar sus equipos de la forma que quieran.

Funda base

Objetivo y pantalla

La Canon EOS M100 se puede adquirir sin objetivos, sólo con un angular (zoom corto) o con un angular y un tele (zoom largo). En nuestro caso sólo hemos probado la lente angular, una Canon EF-M 15-45mm f/3.5-6.3 Se trata de una lente correcta, sin grandes pretensiones y poco luminosa. No obstante, ofrece buena calidad combinada con el cuerpo de esta cámara y será más que suficiente para los aficionados y los que se inicien en el mundo de la fotografí­a.

cámara

El rango de zoom de este objetivo permite abarcar grandes espacios. Esto lo hace muy indicado para fotografí­a de paisaje. Por otra parte, al cerrarlo permitirá tomar buenos retratos sin acercarnos demasiado a los fotografiados, entre otras funciones. Como curiosidad, esta lente incluye el sistema retráctil, que reduce su longitud al mí­nimo en reposo.

Por lo demás, este objetivo cuenta con un estabilizador óptico para reducir los efectos de las trepidaciones de la cámara. Así­ como tecnologí­a STM, que asegura un enfoque suave y silencioso al grabar ví­deo.

La pantalla, por su parte, es uno de los elementos fundamentales del cuerpo. Ya que esta cámara no cuenta con visor óptico. Se trata de un panel LCD táctil de 3 pulgadas que ocupa casi toda la parte anterior de la cámara. Tiene una resolución de 1.040.000 pí­xeles aproximadamente y ofrece una gran nitidez, resolución y luminosidad.

pantalla

Enfoque y disparo

La Canon EOS M100 trae un sistema de enfoque Dual Pixel CMOS de 49 zonas mediante selección automática de la cámara. Mientras que en el modo manual cuenta con 9 puntos de enfoque. Es bastante rápido para una cámara de sus caracterí­sticas, y funciona bien en la mayorí­a de situaciones. Además, es completamente silencioso.

Por otra parte, esta cámara trae tres modalidades de autoenfoque. Cara + Seguimiento, que reconoce y sigue automáticamente caras y sujetos. Zona AF suave, donde se selecciona de forma manual o automática el área que queremos en foco. Y AF en 1 punto, que se trata de un enfoque totalmente manual, ya sea mediante la pantalla táctil o los botones.

En cuanto a los modos de disparo, la Canon EOS M100 cuenta con diversas opciones, tanto manuales como automáticas. En los primeros podemos encontrar la exposición totalmente manual, con prioridad a la abertura, a la obturación o AE programada. Como en cualquier cámara réflex. Sin embargo, a diferencia de éstas, el disparo en manual se hace más complejo, puesto que la disposición de sus botones no está pensada para poder cambiar valores como la abertura del diafragma, la sensibilidad ISO o la velocidad de obturación de forma rápida. Para hacerlo hay que usar la pantalla táctil o saltar de uno a otro mediante el uso de un solo botón. Esto, sumado a la falta de un visor óptico, es la gran diferencia con respecto a equipos profesionales.

Y es que esta cámara está ideada para aficionados y personas que se inicien en la fotografí­a. Por lo que está bien que traiga el modo manual para los que quieran comenzar a probarlo. Pero su uso óptimo es con alguno de los modos automáticos. Es aquí­ donde este modelo sin espejo se luce. Pues encontramos opciones para la mayorí­a de las situaciones. Desde retratos hasta paisajes, pasando por fotografí­a de deportes, gastronómica o HDR. Incluso trae una opción en blanco y negro con grano para los amantes de las instantáneas vintage.

Blanco y negro

En este sentido, la propia cámara también permite editar las fotografí­as sin necesidad de pasarlas al ordenador o al dispositivo móvil. Así­, se puede tanto disparar directamente con el efecto deseado o probar más adelante varios de ellos sobre una misma imagen. En este editor se puede elegir el grado de intensidad del retoque deseado, como en cualquier programa. Asimismo, la Canon EOS M100 permite transformar las imágenes de RAW a JPEG, por si el usuario tiene dificultades para hacerlo en el PC. Nosotros hemos probado el efecto blanco y negro con grano, con un resultado muy grato. Pues de verdad parecen instantáneas de otra época. Y la conversión RAW – JPEG, que no es tan buena como deberí­a, pues hace que la foto pierda mucha calidad.

Aunque en la mayorí­a de los modos su rendimiento es óptimo, en otros va algo justa. Es el caso del modo deportivo, en el que la velocidad de toma de fotografí­as en ráfaga es baja, de 4 fotogramas por segundo con Servo AF, y 6,1 en AF foto a foto, en especial si capturamos en RAW. Por lo que está claro que no es para fotografí­as de acción, que precisa de equipos más complejos.

Calidad de la imagen

La Canon EOS M100 tiene un sensor CMOS de 24,2 pixeles efectivos. Que, combinado con un procesador de imagen DIGIC 7, ofrece una calidad bastante buena en la mayorí­a de situaciones. Aunque, como suele ser habitual en estos equipos, sufre sobre todo en condiciones de baja luminosidad. El ruido se empieza a hacer evidente a partir de una sensibilidad de 5.000 ISO.

No obstante, se trata de un margen muy amplio para una cámara de estas caracterí­sticas. Y la falta de luz puede ser corregida con su potente flash. Eso sí­, sólo si la escena fotografiada está cerca de nuestra fuente de luz artificial. Por lo demás, en situaciones de iluminación correcta, ofrece unas imágenes muy ní­tidas, con colores muy fieles y alto rango dinámico, incluso con altos contrastes.

En este sentido, la Canon EOS M100 nos ha sorprendido muy positivamente. Pues estábamos acostumbrados a tratar con cámaras réflex profesionales. Y, en términos de nitidez, definición y fidelidad cromática, no tiene nada que envidiarle a equipos réflex de gama baja.

Galerí­a de imágenes tomadas con la Canon EOS M100

Aunque se trata de una cámara pensada para aficionados, Canon ha incluido el formato de imagen RAW. Una opción cada vez más extendida, pues incluso los móviles más recientes lo incluyen. Este tipo de archivo almacena mucha más información de la fotografí­a, por lo que la instantánea tendrá más calidad. Asimismo, da más opciones a la hora de editarlas y no pierde propiedades tras el proceso de edición. Pero, eso sí­, pesa considerablemente más que el JPEG. Ya que mientras éste tiene un tamaño de 5-6 Mb, las imágenes en RAW alcanzan los 25 Mb. También incluye la opción de registrar las imágenes en ambos formatos.

En cuanto al ví­deo, la Canon EOS M100 es capaz de grabar con resolución Full HD 1080p a 60fps. La duración de grabación máxima es de 29 minutos y 59 segundos, con un tamaño máximo de 4 GB.

Conectividad y autonomí­a

Como no podí­a ser de otra manera, esta cámara llega al mercado con lo último en conectividad. Y es que en Canon son conscientes del inmenso rival al que se enfrentan con los móviles. Que permiten tomar la fotografí­a y subirla a cualquier red social en cuestión de segundos. Por eso la compañí­a japonesa ha dotado a este equipo de conexiones WiFi, Bluetooth y NFC. Esto nos permite sincronizarla con nuestros dispositivos móviles para transmitir las imágenes de forma automática. Así­ como controlar la cámara a distancia con nuestro Smartphone.

En cuanto a la autonomí­a, Canon asegura que su baterí­a de ion-litio alcanza los 295 disparos. Algo que se corresponde bastante con nuestras pruebas, que incluso baten esa marca. Y es que ha aguantado varias jornadas maratonianas de fotografí­as y visionado sin necesidad de volver a cargarse. En cuanto al ví­deo, aguanta unos 125 minutos de grabación, aproximadamente.

Canon

No obstante, también se puede activar el Modo Eco, con el que la empresa nipona asegura que se pueden llegar a tomar hasta 410 instantáneas. Activado o no este modo, lo cierto es que la Canon EOS M100 tiene un sistema de ahorro de baterí­a bastante optimizado. La configuración de fábrica hace que la pantalla se apague a los pocos segundos de inactividad. Mientras que el equipo se apaga por completo tras otros tantos segundos. Esto, que alarga su autonomí­a considerablemente, puede resultar molesto si estamos haciendo fotos a pequeños intervalos. Para ello, podemos cambiar esta configuración y alargar los tiempos en los que se apaga automáticamente hasta en 10 minutos.

Lo más importante es que si quieres hacer fotos durante todo el dí­a no necesitarás otra baterí­a adicional. Ya que esta aguanta una jornada de uso intenso, e incluso más si activamos el Modo Eco.

Precio y disponibilidad

La Canon EOS M100 está disponible por 630 euros con el objetivo EF-M 15-45mm f/3.5-6.3 IS STM en España. Este es el pack básico, pero también se puede adquirir con otro objetivo adicional, EF-M 55-200mm f/4.5-6.3 IS STM, por 880 euros. Y el cuerpo solo por 500 euros. En cuanto a su disponibilidad, ya se puede adquirir en los principales comercios electrónicos, así­ como en la página web de Canon.

Conclusiones

Canon sigue dando pasos correctos en su gama de cámaras sin espejo. Si con su modelo anterior, la Canon EOS M10, ya apuntaba maneras en el sector, con esta nueva creación revela que se ha tomado muy en serio a las mirrorless y que empieza a acrecentar su calidad y prestaciones sin desatender sus productos estrella. Que, indudablemente hasta el momento, son las réflex.

Como ya hemos comentado a lo largo del análisis, la Canon EOS M100 es una cámara muy competente. Se trata de un modelo de gama baja pensado para aficionados, por lo que no podemos esperar de ella prestaciones y resultados profesionales. Sin embargo, en su ámbito, que es el de la fotografí­a amateur, se desenvuelve con gran soltura. Y ofrece unas grandes prestaciones para todo aquel que dé el salto del móvil a la cámara.

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Los modos de disparo, además, aseguran la satisfacción de los aficionados, puesto que conseguirán fotografí­as de calidad sin esfuerzo. Opciones como el HDR, retrato o blanco y negro con grano suponen un salto cualitativo con respecto a lo que ofrecen la mayorí­a de dispositivos móviles.

Pero los nipones no se olvidan del usuario inquieto, el que quiere ir más allá y aprender fotografí­a. Para ellos incluye un modo manual. Aunque, personalmente, creo que es bastante incómodo, pues hay que ajustar los parámetros en la pantalla táctil o a través de un solo botón. Por lo que, a diferencia de las cámaras profesionales, no se adapta a la disposición de la mano. Además, para mí­ la ausencia de visor óptico en un aparato de estas caracterí­sticas es un hándicap importante.

Pero, más allá de estas consideraciones personales, lo cierto es que nos encontramos ante una buena cámara. Siendo conscientes de que va dirigida a un público amateur, sus caracterí­sticas son óptimas. Es fácil de usar, pequeña, ligera, con muchí­simas opciones de disparo y captura, conexiones inalámbricas que facilitan enormemente la transmisión de archivos y una gran autonomí­a. Y, lo más importante de todo, hace magní­ficas fotografí­as.

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