A principios de noviembre, la prolífica y controvertida cuenta de Twitter de Donald Trump desapareció durante 11 minutos. Pronto se supo que el responsable fue un empleado de Twitter en su último día en la empresa. Al instante, volaron las especulaciones sobre venganza y despecho. Pero lo que ocurrió de verdad fue mucho más prosaico: un error acumulado en un sencillo proceso de trabajo.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, tomó Twitter como un micrófono por el que decir lo que le viniera en gana sin tener que exponerse a ningún medio de comunicación. Mensajes delirantes, insultos y tuits polémicos han sido una constante en el perfil de uno de los hombres más poderosos (y denostados) del mundo. Por eso, muchos usuarios recibieron esos 11 minutos de vacío con auténtico jolgorio.
Una acumulación de errores y coincidencias dentro de un proceso de trabajo
El responsable de callar a Donald Trump se llama Bahtiyar Duysak, un alemán con raíces turcas que ese día desempeñaba su último día de trabajo en Twitter. Desde entonces, los medios le han acosado para averiguar por qué lo había hecho. ¿Venganza? ¿Animadversión hacia el presidente? Nada de eso. Casi un mes después del incidente, Duysak ha revelado a TechCrunch la sencilla verdad: solo estaba haciendo su trabajo.
En la entrevista, Duysak explica que su empleo en Twitter formaba parte de una estancia en EE.UU. con visado de estudiante. Estaba dentro del equipo de atención al cliente dentro de la división de Seguridad de Twitter. Parte de su trabajo era recibir reportes y denuncias de los usuarios por tuits ofensivos o ilegales, mensajes de acoso, etcétera.
Su último día en Twitter transcurrió sin demasiados incidentes. Duysak trabajó como de costumbre. Cuando estaba a punto de finalizar su jornada, recibió el reporte de una cuenta de Twitter. La cuenta de Donald Trump. Duysak inició el proceso estándar de desactivación, apagó su ordenador y se marchó.
Varias horas después, Duysak vio en las noticias el revuelo que había causado el cierre del perfil de Twitter de Trump, y entonces advirtió lo que había pasado. Duysak especifica que nunca pensó que la cuenta de Trump pudiera desactivarse, y que todo fue una acumulación de errores y coincidencias dentro de un proceso de trabajo del equipo de atención al cliente. “No hice nada que no estuviera autorizado a hacer. No me salté ninguna norma”, explica en la entrevista.
La cuenta de Twitter de Donald Trump es de interés periodístico y público
Siguiendo los Términos y Condiciones de Twitter, una cuenta de Twitter tan polémica e incendiaria como la de Trump sería anulada sin mayores problemas. Sin embargo, este perfil está considerado relevante y de interés público, precisamente porque la gestiona el presidente de EE.UU. Twitter realiza esta exención porque el interés periodístico y noticiable está por encima del juicio sobre la idoneidad de un contenido, en ocasiones, tan conflictivo.
El CEO de Twitter, Jack Dorsey, reconoció que se estaba realizando una revisión interna para evitar errores como este en el futuro. De igual modo, admitió que uno de los errores de la red social fue que la cláusula de notoriedad no era pública. Esta cláusula permite mensajes como los que Trump emite a cada momento.
Los medios han seguido a Duysak de tal forma que se ha visto obligado a eliminar a muchos amigos y borrar fotos de sus redes sociales. En cualquier caso, la desactivación de la cuenta de Twitter del presidente Trump se recibió con verdadero júbilo por muchos tuiteros y medios de comunicación. Sin embargo, Duysak solo desea seguir con su vida, encontrar un nuevo trabajo y dejar de preocuparse por este incidente.
Just gonna say it, the employee at Twitter who shut off Trump's account for 11 mins could become a candidate for the Nobel Peace Prize.
— David Jolly (@DavidJollyFL) November 3, 2017