El banco WiZink, que nació en 2016 de las cenizas del Banco Popular en su versión electrónica, está centrado en los pagos con tarjetas de crédito. Comprometido con los avances tecnológicos, el banco anuncia ahora una colaboración con Samsung para ofrecer a sus clientes la opción de pago con Samsung Pay.
Este banco digital apuesta por el pago contactless mediante el uso del móvil en un datáfono que reconozca conexión NFC. La idea es formar parte de la nueva tendencia que digitaliza las tarjetas de crédito y convierte nuestro móvil en un modo de pago.
A la última en tendencias de pago
No es la primera vez que WiZink apuesta por los pagos electrónicos a través del móvil. El banco ya había lanzado la herramienta WiZink Pay, un sistema de pago contactless vía NFC que se llevaba a cabo con la app de WiZink.
Su nueva estrategia pasa por colaborar con un servicio equivalente pero de mayor alcance, el de Samsung. Así, los usuarios pueden seguir disfrutando de los servicios de WiZink sin tener que usar sus tarjetas, solo acercando el teléfono móvil a un terminal de pago.
Se mantienen las promociones y descuentos
Tanto a través de WiZink Pay como a través de Samsung Pay, el usuario podrá aprovecharse de los distintos descuentos que se ofrecen, considerando la geolocalización del cliente en cada momento. También las promociones vinculadas a los programas de socio se podrán incluir en Samsung Pay, por lo que el uso de tarjetas físicas acaba siendo innecesario.
Sobre Samsung Pay
La herramienta de pago móvil de Samsung fue de las primeras en llegar a nuestro país, y admite actualmente una gran diversidad de tarjetas, a la que ahora se añade las de WiZink. El funcionamiento pasa por el desbloqueo del pago con la lectura de la huella dactilar del usuario. Es por eso que, aún siendo clientes de tarjetas WiZink, necesitaremos un terminal con lector de huellas para poder disfrutar de este servicio. Además, el móvil deberá ser capaz de reconocer la conexión NFC.
En cualquier caso, el movimiento de WiZink muestra que el pago móvil está cada vez más aceptado por empresas y bancos. Ahora queda que sea el público quien se termine de volcar con este sistema.