Mucho ojo a la hora de comprar un televisor hoy en día. Ya no solo hay que mirar la calidad de imagen, ahora también influye el diseño, la conectividad y muchas otras cuestiones más. Elementos en los que Samsung siempre pone la atención para ofrecer una experiencia completa. Algo que va mucho más allá de ver meramente la televisión. Para prueba un botón: el Samsung Q7F es uno de estos televisores que incluye las últimas tecnologías de imagen, pero también todo un ecosistema conectado. Tanto a Internet como a otros dispositivos.
Pantalla QLED plana
En este caso hablamos de un televisor con una pantalla con tecnología Quantum Dots. Algo que consigue una cantidad de brillo y una definición de color tope de gama. Se puede encontrar en 65 pulgadas, y por supuesto cuenta con una resolución máxima 4K. Todo ello sin olvidarse de otras tecnologías de mejora de la imagen para conseguir que una gran cantidad de detalle y definición. Es un televisor de calidad, y por ello está enfocado a los usuarios más exigentes y con amplio presupuesto. El modelo de 49 pulgadas cuenta con un precio de 2.000 euros, mientras que el de 75 pulgadas alcanza los 5.500 euros.
Televisor inteligente
Nada más encender el Samsung Q7F nos damos cuenta de que se trata de un televisor preparado para estar conectado a Internet. Su interfaz nos permite navegar rápidamente por aplicaciones como Netflix, YouTube u otros servicios que instalemos en él. De esta manera, e incluso antes de saltar a estas plataformas, también podemos ver cuáles son las películas, series y vídeos más destacados para iniciarlos directamente.
También se puede decir que es inteligente gracias a la autodetección de dispositivos conectados. Cualquier videoconsola del mercado actual, un reproductor Bluray, un equipo de sonido o un mero disco duro externo son reconocidos por el Samsung Q7F. Así sabemos qué conectamos y en qué puerto. Todo ello con el nombre de la marca y el equipo.
Un mando universal
Otro de los puntos fuertes es el mando. Y es que es un elemento en el que han trabajado mucho. Es sencillo, con pocos botones y muy funcional. Cuenta con un botón de micrófono para detectar las órdenes por voz, y sus palancas para cambiar de volumen y canal son de lo más convenientes.
Pero lo interesante es que puede controlar casi cualquier aparato conectado al televisor. Como si fuera su propio mando a distancia. Así no hay que llenar el salón de mandos con cada periférico.
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