Corría el año 1944 cuando Ana Frank y su familia fueron detenidos por la Gestapo. Llevaban dos años de duro encierro en un anexo secreto de su apartamento, la «casa de atrás». Situada en el canal Prinsengracht número 263 de la ciudad de Amsterdam.
Ella y otros siete familiares fueron deportados a campos de concentración nazis, de los que solo sobrevivió su padre, Otto Frank. Sin embargo, el trabajo que Ana hizo con su diario la hizo mundialmente conocida y la convirtió, sin duda, en uno de los testimonios más desgarradores de la realidad del holocausto nazi.
Y aunque el diario nos permitió conocer muchísimos detalles sobre la vida de Ana Frank, de su familia y de la persecución a los judíos, un detalle quedó sin revelar. ¿Quién estuvo detrás de la traición que llevó a Ana y a su familia a la muerte en los campos de concentración?
73 años después, un agente del FBI está dispuesto a descubrirlo. Y lo hará través de la Inteligencia Artificial. Él se llama Vincent Pankoke y junto con un equipo de investigadores (entre los que están científicos forenses y miembros de las fuerzas policiales holandeses) trabajarán con la compañía Xomnia para descubrir la verdad.
La Inteligencia Artificial podría revelar la verdad
Para descubrir quién traicionó a la familia de Ana Frank, se ha desarrollado un algoritmo específico para la ocasión, que será capaz de explorar un buen número de documentos de la época. Esta base de datos incluye listados de colaboradores nazis, informantes, documentos históricos, datos sobre registros policiales y otras investigaciones.
Creen los investigadores que este nuevo sistema está preparado para conectar personas, eventos y lugares en el tiempo. De este modo, Pankoke confía en que este software pueda proporcionar nuevos datos a la investigación. Algo que, dada la ingente cantidad de información que conviene revisar, un ser humano no podría estudiar en toda su existencia.
En los últimos años, han surgido infinidad de teorías acerca de la traición a los Frank. Escritores e investigadores han sugerido que fueron sus propios vecinos. Pero también han insinuado que pudieran ser compañeros de trabajo. O informadores judíos de la Gestapo.
El Instituto Holandés de estudios sobre la Guerra, el Holocausto y el Genocido ha puesto en duda estas especulaciones. Creen que no hay pruebas concluyentes para acusar a los que hasta ahora habían sido señalados como sospechosos. De hecho, hasta la propia Casa de Ana Frank, en Amsterdam, dijo el año pasado que la detención de la familia fue en realidad casual.
En cualquier caso, todos los entes coinciden en que son necesarias más investigaciones. Y ahora van a llevarse a cabo. El proyecto se ha puesto en marcha a través de crowdfunding. Y serán necesarios cinco millones de dólares. De momento ya se han marcado una meta: el caso debería estar resuelto el 4 de agosto de 2019.
¡cinco millones de dólares?¿en este mundo lleno de personas muriendo de hambre y con necesidades primarias de vacunación y atención básica? realmente…me parece una verdadera frivolidad