A lo largo de la última década hemos podido darnos cuenta cómo el almacenamiento en los ordenadores ha pasado de los discos duros tradicionales (HDD) a los discos duros sólidos (SSD). Inicialmente se ofrecían unidades con muy poca capacidad, comparados con los HDD, pero cada vez podemos acceder a modelos que permiten superar 1 TB de almacenamiento, lo que garantiza la muerte del disco duro tradicional en unos pocos años.
Pero, ¿en qué consisten estos discos? ¿Por qué son más rápidos que los convencionales, y qué tipos hay? Vamos responder a todas estas preguntas paso a paso.
¿Qué es un disco SSD?
Las unidades de estado sólido (Solid State Drive en inglés) utilizan una memoria flash para almacenar los datos. Este sistema es mucho más veloz y seguro que el de los discos magnéticos que giran constantemente en los discos duros convencionales. Además, estos nuevos discos son más resistentes al movimiento y al contacto, y funcionan con la entrada SATA, al igual que los discos duros tradicionales más recientes, por lo que se pueden adaptar a equipos que ya tengamos en casa.
Desde 2010, el tipo de memoria flash que más se utiliza para los discos SSD es la NAND. Esta memoria permite mantener la información cargada aún cuando no reciba corriente eléctrica. Gracias a ello, se puede acceder a los datos de una manera mucho más rápida.
Tipos de SSD
Dentro de estos discos de alta velocidad tenemos tres tipos, los Single Level Cell, MultiLevel Cell y Triple level Cell. Veamos en qué consisten y cuáles son sus diferencias.
SLC (Single Level Cell)
Es el primer tipo de unidad SSD que se fabricó. Es el más caro y con mayor limitación de capacidad, porque solo podemos almacenar un bit de información en cada celda. Así, fabricarlos con una capacidad muy grande sale demasiado caro. Sin embargo, es el tipo de unidad SSD con mayor vida útil, aguantando hasta 100.000 borrados, además de ser también el más rápido. Debido al coste que tiene, este sistema solo lo encontramos actualmente en el campo industrial.
MLC (Multi Level Cell)
Pese al nombre, este siguiente tipo de unidad SSD no tiene distintas posibilidades de carga en las celdas. Lo que sí hace es duplicar la capacidad de las SLC, al permitir 2 bits por celda. Esto reduce enormemente el coste de fabricar unidades con capacidades grandes, haciendo el producto final más asequible. Su contrapunto es que tanto la vida útil como las tasas de lectura y escritura son más lentas.
TLC (Triple Level Cell)
El más reciente tipo de disco SSD permite almacenar hasta 3 bits por celda, y fue desarrollado originalmente por Toshiba. Sigue la misma línea de los discos MLC en cuanto a que son más baratos de producir y permiten un mayor almacenamiento, pero por contra ofrecen una lectura de datos más lenta y una menor durabilidad (1.000 borrados frente a los 100.000 de las unidades SLC). Son también los más comunes hoy en día en portátiles de gama media que incluyan este tipo de discos.
¿Cuál elegir?
A la práctica, los principales discos SSD disponibles para el mercado doméstico son los MLC y TLC, aunque podemos encontrar de todo en Internet. En muchos casos, no se nos va a especificar el tipo de arquitectura que incluye, por lo que tendremos que estar al tanto si estamos realmente interesados. Cuando se traten de discos duros con una capacidad muy grande y un precio asequible, lo más probable es que se traten de unidades TLC.
Un ejemplo de un disco MLC en el mercado sería esta unidad Transcend SSD370 de 128 GB, que se puede conseguir por 90 euros. Otro ejemplo, en este caso de disco SSD de tipo TLC, lo encontraríamos en este Intel SSD 600p Series, de 256 GB por 112 euros. El doble de capacidad, casi el mismo precio.
Ahora que ya conocéis los pros y los contras, queda en vuestra mano tomar la decisión final sobre qué tipo de disco SSD os interesa más para vuestro equipo.
quiero saber un tb o un disco solido