La Agencia Estatal de Protección de Datos ha multado a Facebook por recabar información de sus usuarios sin el consentimiento expreso de estos. La compañía de la red social tendrá que hacer frente a un pago de 1.200.000 euros por no adecuar sus prácticas en la recolección de datos a lo estipulado por la Ley Orgánica de Protección de datos.
La AEPD ha encontrado, tras una larga investigación, dos infracciones graves y una muy grave en las prácticas del tratamiento de datos de los usuarios de Facebook. Así, cuestiones como ideología, sexo, creencias religiosas, gustos personales o datos de navegación son recopilados por Facebook en la interacción con esta red social o con otros servicios y páginas web visitados a través de la misma. Se sea usuario registrado o no.
El problema es que los usuarios no son realmente conscientes de los datos que se recopila sobre su experiencia a través de Facebook. Y la compañía no lo aclara. De hecho, la AEPD concreta que Facebook no define qué datos recopila ni con qué fin. Tan solo se hace referencia al uso de estos en el ámbito publicitario y se ofrecen algunos ejemplos. Cuestiones que no casan con la Ley Orgánica de Protección de Datos. La cual afirma que el usuario debe ser consciente de ello y dar permiso explícito para el uso de sus datos.
Infracciones graves y muy graves
La Agencia Estatal de Protección de datos ha clarificado que Facebook cuenta con un intrincado sistema de enlaces y definiciones poco precisas para aclarar qué hace con los datos de los usuarios. Algo que impide que el usuario sea realmente consciente de lo que sucede cuando, registrado o no, usa o visita algún servicio de Facebook.
Ser usuario de Facebook supone ceder datos de todo tipo a la compañía. Y no solo a través del registro, también mediante la navegación por otros servicios y páginas web que cuentan con un botón de Me Gusta que las vincula a Facebook. Lo curioso es que los usuarios de Internet sin cuenta en Facebook también ceden datos cuando entran a páginas de la red social. O incluso aunque sean usuarios de Facebook y hayan cerrado su sesión. Esta recopilación de datos está ligada al uso de coockies con enfoque publicitario, pero también para el uso declarado secreto por la propia compañía, tal y como afirman en El Independiente.
Además, Facebook no elimina toda esta información recolectada. Todos estos datos se mantienen e incluso se siguen recopilando una vez que el usuario ha eliminado su cuenta y ha solicitado el borrado. Una coockie se encarga de tal labor durante los siguientes 17 meses al abandono del usuario.
[Actualización 16:15] Sobre esta sanción, Facebook ha comentado que «tenemos intención de recurrir esta sanción. Como aclaramos a la APD, los usuarios eligen qué información quieren añadir a sus perfiles y compartir con otros, como la relativa a su religión. Sin embargo, no utilizamos esta información para dirigir los anuncios a la gente.”