Prohibidos los coches que quemen gasolina o gasoil a partir de 2040. El ministro de Medio Ambiente francés propone ese ambicioso objetivo. El año 2040 sería el primero en el que Francia sólo permitiría matricular coches eléctricos. Nicolas Hulot ha hecho estas declaraciones esta semana y forma parte de sus planes para cumplir con los planes de reducción de emisiones globales.
El Ministro asegura que Francia debe ponerse esta meta, y que a partir de ahí estudiarán cómo cumplirlo. La idea es promocionar al máximo la fabricación, venta y uso de coches eléctricos. El Gobierno francés tiene acciones en las principales empresas automovilísticas del país (Peugeot y Citroen o PSA, y Renault). Así que está en posición de presionar para que se acelere este proceso. De hecho, el propio Ministro ha afirmado haber estado en contacto con los fabricantes y sabe que todos tienen proyectos capaces de cumplir con este deseo. Para 2023, el 80 por ciento de los coches nuevos ya deberían ser híbridos.
Además Hulot quiere poner más incentivos económicos para que la gente se decida a comprar coches híbridos o eléctricos. Podría ser en forma de un nuevo impuesto de emisiones para los demás, o unas ayudas a la compra. Nada de esto está definido.
Francia por delante
Lo que sí tiene claro el Ministro es que Francia debe estar en primera línea de la lucha contra el cambio climático. Quiere poner un impuesto sobre el carbono emitido: 100 euros por cada tonelada. Además el país vecino dejará de otorgar licencias de explotación para nuevos pozos petrolíferos. Incluso plantean bajar la dependencia de las centrales nucleares: del actual 75 por ciento a un 50% para 2025. A cambio, dará incentivos para energías renovables. Todo esto todavía son planes y declaraciones de intenciones, pero el nuevo Gobierno francés tiene mayoría absoluta…
Recordemos que hace poco Volvo ya anunció su intención de no fabricar coches que no fueran híbridos o eléctricos a partir de 2019. Y 2020 es la fecha que el alcalde de París quiere poner como límite para permitir circular por la capital francesa los vehículos diésel.