El gremio de taxistas puede que suspire aliviado, porque Uber está pasando por un momento muy delicado que ya viene de largo. Hace dos meses, el presidente de la compañía dejaba su cargo. Jeff Jones tan sólo estuvo seis meses en el cargo cuando cesó. Ayer mismo cesaba su cargo Emil Michael, figura importante en la empresa de transporte privado. Sin embargo, el jaque mate se acaba de producir hoy ante el anuncio de Travis Kalanick dejando su puesto como CEO de Uber.
Una situación temporal (supuestamente)
En un comunicado a su empresa, Kalanick ha achacado la situación a la reciente pérdida de su madre. Según el mismo, «necesito un tiempo de duelo por la muerte de mi madre, a quien he enterrado el viernes, para reflexionar, para trabajar en mí mismo, y para centrarme en construir un equipo líder a nivel mundial.»
Travis Kalanick, que también es co-fundador de Uber, ha dicho que la situación no será permanente, pero no se pone fechas, ya que «necesito trabajar en el Travis 2.0 (refiriéndose a él), para que se convierta en el líder que esta compañía requiere y merece.»
No se ha apuntado a ningún sucesor todavía, así que en ese sentido permanecemos a la expectativa. Con una ola de dimisiones de ese tamaño, valiente será quien se atreva a asumir el nuevo cargo.
Abrumados por los escándalos
2017 está siendo un año muy complicado para Uber. Los choques con la legislación de muchos países y los enfrentamientos con sectores tradicionales como el taxi hicieron daño. Pero ha sido el informe realizado tras las denuncias de acoso sexual dentro de la empresa.
Casos en India y Latinoamérica hicieron que se comenzara una investigación que ha llevado a la redacción de un informe. El contenido de dicho informe es todavía privado, y no podemos saber hasta qué punto habrá afectado a la decisión de Kalanick de dejar la empresa.
Uber se encuentra a un paso del bloqueo absoluto y frente a una situación de descontrol que aumenta cada día. La marcha de Travis Kalanick ha hecho que todo explote. Ahora, todas las miradas se dirigen a la silla vacía en la dirección general de Uber. Lo cierto es que se va a necesitar mucha fuerza para levantar el peso que acaba de desplomarse.