La página oficial de la organización en defensa del consumidor Facua acaba de hacer un extenso listado de 22 artimañas que usan los publicitarios para embaucar al espectador y hacerlo ir al cine. ‘Engañar’ con trampas sutiles (o no) para que desembolsemos el dinero y nos traguemos cualquier cosa, por mala (o buena) que esta sea. Pero ya sabemos como es el mundo de la publicidad: su misión es crearte una necesidad a costa de la credibilidad. Y en nuestra mano está distinguir el grano de entre toda la paja que se estrena. Y no creer -casi- nada de los que nos marcan los dictados promocionales.
Son 22 puntos, pero nosotros hemos seleccionado los que nos han resultado más llamativos. Si quieres leerlos todos solo tienes que dirigirte a su página oficial.
Trampas que se usan para atraer espectadores al cine
Darle importancia a un actor famoso cuando, en realidad, aparece muy poco. Típica trampa de cartel: colocar en tamaño generoso y con letras grandes el nombre de un actor legendario, como indicando que es el protagonista. El fan compra la entrada y al final se da cuenta de que solo sale al principio. Es más, a los dos minutos, lo matan.
Anunciar desnudos que luego no son tales. La carne es débil. Y, el público masculino, parece que aún más. No hay nada mejor para hacer que los hombres vayan al cine, que colocar a una chica en paños menores en el cartel. Un caso muy sonado fue el del documental ‘Fult-Tilt Boogie’, una especie de extenso making of de ‘Abierto hasta el amanecer. El cartel parecía anunciar que Salma Hayek enseñaría hasta la funda del pasaporte. Luego, ni aparecía en el mismo.
Plagiar el nombre de un actor famoso para confundir. El caso más sonado es el de Bruce Lee. A su sombra, miles de actores con nombres ‘parecidos’ aparecieron, en subproductos mucho más baratos, destinados a cines de barrio. Los seudónimos que se usaban son incontables, siendo el más conocido el de Bruce Le. Bruce Le era, en realidad, King Lung Huang. Otros: Bruce Li, Bruce Lei, Bruce Lai… ¡Imaginación al poder!
Plagiar el nombre de una película famosa para confudir. Este caso que denuncia Facua es particularmente sangrante. De hecho, hay hasta una productora que basa su éxito en esta artimaña. Coge proyectos de éxito en Hollywood y lo pasa por su turmix psicodélica y cutre. Y ya, desde el título, deja claras sus intenciones: confundir. Uno de los ejemplos más sonados fue el de la película Transmorfers. A ver quién es el guapo que no se equivocaría entre una y otra.
Secuelas que, en realidad, no lo son. En esto, los italianos se llevan la palma. Dos ejemplos: llegaron a sacar secuelas de Terminator y Alien sin que tuvieran nada que ver con las originales. Aunque Turquía no se queda atrás: valga como prueba el cartel de Lady Terminator. Pasa, igualmente, con títulos de animación de éxito. En cualquier bazar chino al que entres verás títulos muy conocidos, con carteles un tanto… diferentes. Una prueba de fuego es colocarle la película a tu sobrino diciendo que ‘es la de Disney’.
Aquí te hemos contado solo 5, pero Facua ha recopilado hasta 22 artimañas que usan los promotores de Hollywood (y de nuestro país) para que piques en la película. Hoy es el último día de la fiesta del cine, así que elige bien la película.