Todo el mundo pensaba que en la nueva entrega de Star Wars no tendríamos a la Princesa Leia. Pero nada más lejos de la realidad. Poco después del fallecimiento de Carrie Fisher, la actriz que daba vida a tan legendario personaje, Lucasfilm descartó la posibilidad de usar un doble digital en el próximo episodio de la película.
Esto, sin embargo, no significa que Leia Organa vaya a desaparecer por completo de la cinta. Ahora su hermano Todd acaba de desvelar que Disney tiene la firme voluntad de incluir a Carrie Fisher en el episodio IX.
¿Cómo lo hará? Pues según Todd, usando imágenes recientes de la actriz. De hecho, lo único que había descartado Lucasfilm era la posibilidad de insertar en la película a una Princesa Leia digitalizada. Lo que sí hicieron con el actor Peter Cushing, fallecido en 1994.
Este encarnaba al personaje de Gran Moff Tarkin en 1977, en la que fue la primera entrega de la serie. Sin embargo, en la última cinta estrenada, Star Wars: Rogue One, el artista aparecía en la película. Lo habían digitalizado y devuelto a la vida cinematográfica.
Carrie Fisher regresará, aunque será complicado
Nuestra querida Princesa Leia regresará con el episodio IX. ¿Y cómo lo harán esta vez? Descartada la digitalización, lo que hará el equipo de la película es recuperar las imágenes más recientes de la actriz. Todd y la hija de Carrie Fisher, Billie Lourd, han autorizado a los productores de la película usar las imágenes de su madre y hermana.
De momento no está muy claro cómo se introducirá Carrie Fisher en la película. No obstante, parece que los productores tienen en su poder grabaciones complementarias, hechas para el Episodio VIII. El mismo que se estrenará en 2018 y que contará con la participación del gran Benicio del Toro.
Así, lo que harán será aprovechar esas escenas «sobrantes» e introducirlas en la película que llegará después del episodio VIII, todavía por estrenar. Algunos puristas afirman que esto puede condicionar seriamente la entrega, porque los autores estarían limitados a esas escenas. A no ser que la aparición de Leia sea puntual y simbólica, como un mero homenaje.
De lo contrario, la película tendría que escribirse y rodarse condicionada por las imágenes que existan de Carrie Fisher. Y que además sean susceptibles de ser empleadas.
Digitalización de una estrella (muerta)
La desaparición de Carrie Fisher fue un duro golpe para los fans de Star Wars. No en vano, se trataba uno de sus personajes más legendarios de su historia. De ahí que sea complicado imaginar una entrega sin ella.
Durante el proceso de producción de Rogue One, el último episodio de Star Wars que se ha estrenado, uno de los principales escollos a resolver fue la aparición de Peter Cushing. Gareth Edwars, director de la cinta, tenía previsto que el personaje de Grand Moff Tarking fuera interpretado por otro actor.
Sin embargo, John Knoll, responsable de los efectos especiales de la película, le propuso usar la tecnología CGI. De ello se encargó Industrial Light and Magic, una compañía que trabaja haciendo este tipo de recreaciones. Y no fue nada sencillo.
Pero necesitaban a alguien que pusiera el movimiento. El elegido fue Guy Henry (Harry Potter y las Reliquias de la Muerte), en parte porque se trata de un hombre alto y de complexión delgada. Él fue quien interpretó el papel en el set de rodaje. La transformación llegó después, en los efectos especiales y la voz la puso Stephen Stanton.
El papel de Guy Henry fue ciertamente curioso. El actor tuvo que mantenerlo todo en el más estricto de los secretos. Actuó a sabiendas de que su trabajo no serviría para lucirse, sino para resucitar a un hombre que ya lleva más de veinte años muerto.